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Operación policial en Melilla

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Investigación

La Policía blinda Melilla en busca de los 10.000 votos por correo que oculta la trama que los compraba

La Policía Nacional ha blindado Melilla por tierra, mar y aire en busca de los zulos donde la trama de compra de votos esconde las sacas con los sobres y papeletas. El Debate ha tenido acceso al dispositivo desplegado en la ciudad autónoma por los agentes. La búsqueda se centra en las viviendas de los familiares de la cúpula de Coalición por Melilla, la formación promarroquí que cuenta con miembros investigados por fraude electoral.

El dispositivo policial, al que ha tenido acceso este periódico, se ha centrado en la búsqueda por vía terrestre de las posibles ubicaciones en las que se pueden esconder las papeletas. Uno de los barrios melillenses donde más registros policiales se están efectuando es el de Reina Regente. Allí residen muchos de los cargos orgánicos de Coalición por Melilla.

Los investigadores barajan varios posibles escenarios. El primero que es que familiares o amigos de los implicados en la trama estén escondiendo en sus propios domicilios o en naves industriales las sacas con los 10.000 votos que se han solicitado pero que, tras estallar la operación policial, no se han devuelto a las oficinas de Correo. Otra de las alternativas es que se hayan deshecho de ellos quemándolos para evitar que quede ningún tipo de rastro.

De la misma manera, tanto el Aeropuerto de Melilla como las salidas marítimas están siendo fuertemente vigiladas por efectivos tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil. Es posible que los responsables de custodiar este material electoral quieran huir de la ciudad autónoma por aire o mar para evitar ser interceptados. En estos momentos, la presencia policial continúa en la oficina de Correos que dio la voz de alarma sobre el intento de fraude.

El 21,21 % del censo electoral de Melilla ha solicitado votar por correo en las elecciones autonómicas del 28 de mayo, casi siete veces más que la media de toda España, que es del 3,05 %. Esta cifra supone casi el doble respecto a las elecciones generales de noviembre de 2019, cuando en Melilla solicitó votar por correo el 10,96 % del censo electoral, y supera en más de un punto la previsión de la Junta Electoral que, a falta de día y medio para que finalizara el plazo, calculaba que podría alcanzar el 20 %.

En concreto, según los datos oficiales, han sido 11.707 los melillenses que han pedido ejercer su derecho mediante el voto por correo. Según la Delegación del Gobierno en Melilla, solo un 7,8 % de los solicitantes han emitido ya su voto. Es decir, 921 electores. De ellos, unos 700 han remitido su voto por correo a la mesa electoral sin tener que identificarse en Correos, ya que lo hicieron antes de que la Junta Electoral de Zona de Melilla acordara esta medida que este jueves ratificó la Junta Electoral Central.

El voto por correo

Si una persona solicita el voto por correo y no acude a entregar la papeleta en el sobre se queda sin votar. Esto es lo que le va a pasar a las personas que solicitaron por la vía postal ejercer su derecho pero que, tras desvelarse la trama ilegal, decidieron no entregar su voto por temor a ser descubiertos. Estas personas ya no podrán votar en persona ya que, de cara a la Junta Electoral, su voto ya ha sido emitido aunque posteriormente no haya sido depositado.

Por este motivo, posiblemente el domingo quedará reflejada una bajada de participación en Melilla con respecto a otros comicios autonómicos y municipales. La trama que investiga la Policía aprovechaba lagunas con las que cuenta el sistema de voto por correo para poder intercambiar dinero por papeletas sin que la administración pública detecte que, en realidad, se tratan de votos fruto de un intercambio comercial.

El primer paso que dieron los vecinos que colaboraron con la organización ilegal fue acudir a la oficina de Correos de Melilla, donde llevaron a cabo la solicitud de voto por correo. En este trámite no puede haber ningún tipo de trampas ya que la Ley establece que la persona interesada tiene que presentar su DNI original. Seguidamente, el funcionario de Correos comprueba que la firma y la fotografía del documento de identidad coincide con la del interesado.

Seguidamente, Correos traslada la petición a la Oficina del Centro Electoral. Tras realizar las comprobaciones oportunas, este organismo emite una certificación que queda inscrita en el censo para que la persona interesada no pueda después ir a votar presencialmente, ya que sería un voto doble. En este punto, la oficina electoral envía al domicilio del interesado la documentación para votar por correo certificado.

A partir de aquí es donde entra en juego el papel de la red ilegal que está investigando el Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla. Es en este punto donde se intercambia la documentación que ese ciudadano recibe en su domicilio por dinero. El último paso es acudir con la tarjeta censal y la papeleta dentro del sobre nuevamente a la oficina de Correos, que ya no exige al interesado su DNI, laguna que aprovecha la trama para votar por el comprador.

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