El derrumbe de Podemos, uno de los factores clave de la decisión de Sánchez

Normalmente se considera que las coaliciones gubernamentales sirven para construir un Ejecutivo más fuerte de cara a afrontar la legislatura. Sin embargo, los resultados de este domingo han demostrado que también sirven para demostrar que, si se hunde uno de los miembros del Gobierno, se hunden todos. De esta manera, el hundimiento de Podemos en las municipales y autonómicas han sido un pilar fundamental de la pérdida de Gobiernos autonómicos y municipales de los socialistas.

De 44 parlamentarios a 14

Así, el día 28 de mayo amaneció con 44 parlamentarios regionales de Podemos en las comunidades donde se reelegían las cámaras autonómicas y anocheció con tan solo 14 representantes, lo que llevó a desaparecer de cinco de los seis gobiernos autonómicos donde estaba presente.

Así, los morados pierden los gobiernos de Valencia, Aragón, Baleares, Canarias y La Rioja, donde sustentaban a los socialistas. En la Comunidad Valenciana y en Canarias, no solo desaparecen del Gobierno, sino también de los parlamentos autonómicos. En el resto, aunque conservan algún representante autonómico su debacle es evidente. En Aragón pasa de 5 representantes a 1. Mayor debacle sufre en Baleares, donde pasa de 6 a 1. En La Rioja mantienen sus dos parlamentarios, pero la mayoría absoluta del PP convierte a Podemos en insignificante.

Solo aguanta en Navarra

Podemos tan solo resiste en Navarra, donde, además de tener opciones de formar parte del Ejecutivo, es la única comunidad donde aumenta su representación ya que estas elecciones ha sido la primera ocasión en las que ha concurrido junto con Izquierda Unida en Navarra. Pero el adelanto electoral decretado por Pedro Sánchez puede hacer imposible también el acuerdo que hasta ahora mantenían en Navarra y que incluía el apoyo de Bildu desde el exterior, por lo que Podemos podría perder también ese sexto Gobierno autonómico en el que estaba presente.

Pero más allá de los gobiernos, quizá la imagen más gráfica sea la desaparición absoluta de los 10 representantes que tenía en la asamblea de Madrid a la que acompaña su borrado del Ayuntamiento de Madrid.

En el panorama municipal, es más complicado contabilizar el efecto que han tenido las elecciones municipales y autonómicas sobre la formación morada ya que en muchos lugares concurrían con una amalgama de siglas, pero, además de desaparecer de Madrid y Valencia, su gran derrota ha sido la caída de Ada Colau al frente del Ayuntamiento de Barcelona.

En el resto de ayuntamientos donde consiguen representación pasan a ocupar un lugar insignificante como ocurre en Zaragoza, Sevilla o Málaga.