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Pedro Sánchez, en Canarias.

Pedro Sánchez, en Canarias.EFE/Ángel Medina G

Elecciones anticipadas

Doble o nada: Sánchez dinamita la legislatura para blindarse como candidato y enterrar a Podemos

Seis meses habrían sido una agonía, con un PSOE desangrándose en una guerra fratricida. España irá a elecciones generales en plenas vacaciones de verano y con la derecha muy movilizada

La severísima derrota sufrida por el PSOE y sus socios en las urnas del 28 de mayo ha provocado un tsunami político. El presidente del Gobierno ha comparecido este lunes en la Moncloa para anunciar por sorpresa la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales para el domingo 23 de julio, cuando media España estará de vacaciones y la otra media pensando en ellas.

En el PSOE esperaban que su líder moviera ficha rápido, pero nadie podía imaginar que tiraría el tablero por los aires. Si acaso, el mensaje que llegaba en la frecuencia socialista era que Sánchez debía aprovechar para romper la coalición de gobierno y caminar en solitario hasta las generales de diciembre. Pero este órdago demuestra que está tan débil que no se tiene en pie solo ni medio año.

Así las cosas, el único giro de guion posible que le quedaba era apostar al doble o nada ante Alberto Núñez Feijóo, con la esperanza de agrupar el voto de la izquierda y salvarse. Ello ante la desintegración de Podemos y el escaso fuelle mostrado por Yolanda Díaz en su primera aproximación a las urnas -a través de sus candidaturas socias-.

Con ello, además, desactiva cualquier intento interno de apearle de buscar a otro candidato en las filas socialistas, como pasó con José Luis Rodríguez Zapatero y su sucesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, en 2011. Convocando las elecciones generales ya, el candidato será él sí o sí. Eso no admitirá discusión. O al menos, poca.

Seis meses habrían sido una agonía, con un PSOE desangrándose en una guerra fratricida. Esta misma mañana se reúne la Ejecutiva socialista, ante la que Sánchez tendrá ocasión de exponer sus razones, siempre anteponiendo sus intereses a los de su partido.

El movimiento del presidente no pilla con el pie cambiado al PP ni a Vox, cuyos votantes han demostrado estar muy movilizados. Además, en julio ya se habrán constituido los ayuntamientos y gobiernos regionales y será un empuje territorial extra. Aunque Sánchez confía en que los pactos futuribles entre los populares y los de Santiago Abascal sirvan para espolear al electorado de izquierdas. Ya lo ha intentado tantas veces que parece una fórmula más que agotada.

Sí ha pillado a contrapié, a Podemos y Yolanda Díaz. Aunque algo menos a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, que ahora tendrá a los morados a su merced -o casi- en las negociaciones para su integración en la plataforma Sumar. «El mensaje recibido anoche fue muy claro: hay que hacer las cosas de otra manera. Sin distracciones. Desde este mismo momento estamos trabajando para ganar el próximo 23 de julio. Asumo el reto», ha afirmado en Twitter.

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