Las capitales y regiones donde Vox tiene la llave del Gobierno tras el 28-M
Los de Abascal serán determinantes en la formación de los gobiernos locales de 15 capitales de provincia, y los Ejecutivos de hasta seis comunidades autónomas
Ni 24 horas habían pasado desde que se conoció el vuelco en el mapa político que dejó el 28-M cuando Pedro Sánchez anunció el adelanto de las generales al próximo 23 de julio tras la debacle electoral del PSOE. Acaba de terminar una intensa campaña, que puede tildarse de inédita, y en poco más de un mes las formaciones políticas se zambullirán en otra, ahora sí, en una carrera al Palacio de La Moncloa.
La situación ha cambiado. Si estas semanas los partidos se lanzaban a la cita con las urnas solo con las encuestas y lo que pudieran percibir en las calles, en esta ocasión cuentan con los datos incontestables que han dejado estas autonómicas y municipales: la suma del bloque de la derecha desbanca a la izquierda de la gran mayoría de los gobiernos.
Vox se había presentado a estos comicios con la intención de crecer en todo el territorio nacional respecto a 2019, en número de candidaturas y en número de votos, lo que se traducía en número de concejales y diputados regionales, y ayer terminaron el día con la sensación del trabajo bien hecho. Duplicaron los votos, triplicaron el número de ediles y lograron tener representación en todos los parlamentos autonómicos.
Las encuestas ya pronosticaban que Vox podría ser determinante a la hora de conformar gobiernos, y los resultados que dejó la noche electoral de este domingo lo vinieron a corroborar. Los candidatos del partido lograron la victoria en más de 30 municipios, pero además, son 16 las capitales de provincia en las que la formación de Abascal tiene la llave para facilitar un Gobierno del PP.
Una de ellas es Valencia, donde los 13 ediles de los populares y los cuatro de Vox suman 17 concejales, la mayoría absoluta, lo que permite arrebatar la alcaldía después de ocho años a Joan Ribó. También en Castellón, la suma de los once ediles del PP y los cuatro de Vox -sube tres respecto a 2019-desbanca al PSOE al frente del consistorio.
Desde el partido de Abascal ya habían señalado que en las capitales de las provincias de Castilla-La Mancha esperaban sorpresas. En Toledo, el PP, con nueve concejales, puede alcanzar la alcaldía pactando con Vox, que tiene cuatro. En Albacete, el PP, con 12 ediles, puede llegar a gobernar la ciudad con el apoyo de los cuatro de Vox. En Guadalajara, si bien el PSOE es la lista más votada, la suma de los nueve populares y los cuatro de Vox permite un cambio de gobierno. O en Ciudad Real, donde también suman los 11 del PP y los cuatro de Vox.
En Andalucía, ocurre algo similar en la ciudad de Huelva, donde se ha producido un vuelco y el PP gana con 12 concejales y suma mayoría con los dos de los de Abascal, o en Sevilla, donde los tres ediles son decisivos para que el PP, con mayoría simple, desbanque a Antonio Muñoz y gobierne la capital andaluza.
En Burgos también sale de estos comicios como formación determinante para facilitar un gobierno del PP, que tiene mayoría simple. En Segovia, los 12 concejales populares necesitan los dos de Vox para que den las cuentas. Y en Valladolid, sus tres concejales se vuelven imprescindibles para que el PP, que empata con el PSOE, arrebate la alcaldía a Óscar Puente.
En Zaragoza, el PP mantiene la alcaldía, quedándose a un concejal de la mayoría absoluta, y si en 2019 estaba apoyado por Ciudadanos, hoy necesita el apoyo de Vox para revalidar su gobierno. Lo mismo sucede en Huesca, donde los populares logran 12 ediles, y requieren el apoyo de Vox, que alcanza 3 concejales. En Cáceres, el PP se queda a dos de la mayoría absoluta, con 11 ediles, y necesita los dos de los de Abascal. Y en Palma, la suma de los 10 concejales del PP y los 7 de Vox supera la mayoría absoluta y permite desbancar al PSOE tras ocho años de mandato socialista.
«Mano tendida» al PP, pero sin «regalos» ni «chantajes»
Son seis las comunidades autónomas en las que el PP depende de Vox para hacerse con el Gobierno, y el cronómetro para llegar a un acuerdo ha empezado a correr desde este lunes. Por un lado, la Comunidad Valenciana, que era una de las regiones donde Vox tenía buenas expectativas. La suma de los 40 escaños de Carlos Mazón (PP) y los 13 de Carlos Flores (Vox) supera la mayoría absoluta (50). En Aragón, los 28 diputados populares, con Jorge Azcón a la cabeza, junto a los 7 de Vox que lidera Alejandro Nolasco, también alcanzarían la mayoría para formar gobierno y desalojar del Ejecutivo autonómico a Javier Lambán.
En cuanto a Baleares, el PP de Marga Prohens ha sido la fuerza más votada, con 25 diputados, sin embargo, para gobernar el archipiélago y desbancar a la socialista Francina Armengol, necesita el apoyo de Vox, con Jorge Campos, que ha subido hasta los ocho escaños. Extremadura es otra de las regiones donde el bloque de la derecha ha ganado a la izquierda. La popular María Guardiola ha obtenido 28 diputados, y Vox, con Ángel Pelayo a la cabeza, ha irrumpido en la Cámara con 5 procuradores. Juntos alcanzarían la mayoría absoluta fijada en los 33 escaños arrebatando el Gobierno de la Junta al socialista Guillermo Fernández Vara.
En Murcia, los populares, liderados por Fernando López Miras, se han quedado a dos diputados de la mayoría absoluta, con 21, por lo que requieren el apoyo de Vox, que ha conseguido nueve, con José Ángel Antelo como cabeza de lista. Y, finalmente, en Cantabria, los 15 diputados del PP, con María José Sáenz de Buruaga al frente, y los cuatro de Vox, que está liderado por Leticia Díaz, logran los 19 diputados, la mayoría absoluta, y juntos superan al bloque de Miguel Ángel Revilla (PRC) y el PSOE.
Santiago Abascal definió ayer como un deber la construcción desde los ayuntamientos y las regiones españolas de una alternativa a la «herencia terrible» que dejan Pedro Sánchez y sus socios, que pasa necesariamente por derogar las políticas de la izquierda. Tras conocer los resultados del 28-M trasladó que en lo que de ellos dependa no gobernará la izquierda, pero también apuntó, lanzándole un mensaje a los populares, que esto no solo depende de Vox.
Así, el líder del partido tendió de nuevo la mano a la formación de Núñez Feijóo, aunque, como remarcara durante la campaña, aseguró que no regalarán sus votos ni aceptarán «chantajes» o 'trágalas' en las negociaciones. Los españoles han hablado en las urnas y las dos formaciones deben mover ficha, ahora más apremiados por el adelanto electoral. Para Vox, el PP es quien tiene la pelota en su tejado. «Nuestra mano está tendida», incidió Abascal, que pide «altura de miras» a Feijóo para desalojar a Pedro Sánchez.