Sánchez señala al PP y Vox, la prensa y los poderosos: «Inventarán barbaridades»

Pedro Sánchez trató de escenificar el cierre de filas de todo el PSOE respecto a su liderazgo y su decisión de adelantar las elecciones. Lo hizo reuniendo en el Congreso a sus diputados y senadores, que le son fieles porque le debe todo: él fue quien los colocó en las listas y él es quien ahora puede sacarlos.

Ante todos ellos, el presidente del Gobierno ensayó una especie de terapia de grupo para levantar los ánimos del socialismo y concluir que el PSOE va a ganar las elecciones del 23 de julio. Siempre y cuando se movilice, que es una de sus grandes preocupaciones. «El PSOE debe parar esta corriente reaccionaria», señaló. «Los españoles deben decidir si quieren un presidente del Gobierno al lado de Biden o de Trump; al lado de Lula o Bolsonaro», resumió.

Obviando que en su primer vídeo de campaña el PSOE ha recurrido al Prestige, el 11-M y el Yak-42, Sánchez alertó a los suyos de que sus adversarios jugarán sucio. Y metió en esa saca no solo al PP y a Vox, sino también a los grandes medios de comunicación, a los que acusó de difundir las mentiras de la derecha porque es ella la que los domina. Y se quejó de que los socialistas no tienen «derecho a contestación ni réplica». También a los poderosos, entre los que citó a los banqueros.

«La derecha extrema y la extrema derecha están envalentonadas. No tendrán ningún pudor para lanzar infundios y traficar con la mentira. Por eso debemos dar la batalla», avisó.

«La tormenta va a ser tremenda», continuó, y añadió que las elecciones del 28 de mayo han sido solo «el aperitivo de suciedad, insultos y mentiras». «Van a tratar de crispar hasta límites insospechados (…). Se van a inventar barbaridades. Hablarán de pucherazo, de que hay que detenerme como responsable de ese pucherazo», sostuvo. «Sus maestros norteamericanos lanzaron a una turba enfurecida contra el Capitolio», señaló también, recordando lo que hicieron algunos votantes de Trump el 6 de enero de 2020.

Ante todo ello, Sánchez pidió a los suyos calma, «que nos mantengamos tranquilos y respondamos con argumentos y datos». Y les dijo que decidió adelantar las elecciones al verano precisamente por ellos: «Tomé la decisión pensando en vosotros y en vuestro trabajo. Ningún líder puede mirar para otro lado cuando los suyos reciben un castigo tan injusto y tan inmerecido. Sin esconderme, sin desentenderme, nunca lo he hecho», aseguró.