Edmundo Bal: «Hay personas que han participado en la toma de decisiones que se han querido cargar Cs aposta»

Edmundo Bal (Huelva, 1967) aparece con el casco de su moto bajo el brazo. También dispara las palabras con rapidez, sobre todo en las últimas fechas, cuando está mostrando una gran indignación con la Ejecutiva de Ciudadanos, su partido. Este abogado del Estado, que combatió el procés desde su posición jurídica, se vuelve al funcionariado, pero avisa de que no abandonará la política, ya sea con los 'naranjas' o con otra formación de centro que él pueda crear. Ahora mismo se considera 'huérfano' políticamente y ya ha anunciado que votará en blanco en las elecciones generales del próximo 23 de julio.

–Últimamente se le ha visto enfadado. ¿Cómo está de ánimo respecto a la situación política?

–Bueno, la verdad es que sigo bastante enfadado. Es una sensación un poco rara, extraña, nueva para mí. Por una parte hay una sensación de tristeza. ¿Cómo es posible que los dirigentes de mi partido hayan decidido prácticamente echarle el cierre, bajar la persiana, bajar los brazos, rendirse? Esta decisión de no presentarnos a las generales es absolutamente inadmisible. Estos días le decía a algún amigo que hay momentos en los que me entran ganas de llorar y hay momentos en los que me entran ganas de gritar. Este fin de semana juntamos a una serie de afiliados en Madrid y sentí que había ganas de intentar salir adelante, de que la ejecutiva rectifique de aquí al día 19, que todavía tienen tiempo. Y si no es así, pues que dejen el partido en manos de otros y con el dinero que tenemos en caja, porque ese es el drama, que somos un partido viable. Es inadmisible y desde luego nos van a tener en frente y vamos a pelear por nuestro proyecto, por el proyecto colectivo de Ciudadanos, del centro liberal y progresista, en el que creemos muchos.

–¿Por qué cree que decidió la actual ejecutiva no presentarse a las elecciones del 23-J en vez de disolver el partido?

–Es una contradicción. Si un partido de ámbito nacional decide no presentarse a unas elecciones generales, la siguiente decisión es o bien dimites tú para que otros cojan ese proyecto y lo hagan viable o bien disuelves el partido y ya con el dinero que tenemos en caja vemos lo que hacemos. Yo en este partido, lo digo con toda honestidad, no he visto gente torpe, incapaz o negligente. Por lo tanto, la conclusión es que no es una torpeza, una equivocación o un error. Es un plan preconcebido en el que yo creo que los dirigentes de mi partido, Adrián –Vázquez–, Patricia –Guasp–, la ejecutiva, están buscando soluciones, pero a sus proyectos de vida. Están tomando decisiones en favor de sus propios proyectos futuros. Adrián, me imagino, y otras personas de la ejecutiva que pertenecen al grupo parlamentario europeo estarán buscando el poder concentrar en junio del año que viene todos los recursos que tenemos en la campaña de las elecciones al Parlamento Europeo, lo cual, sinceramente, me parece un disparate.

Los dirigentes de mi partido están buscando soluciones, pero a sus proyectos de vida

En segundo lugar, de aquí a que se produzca el final del partido sigue habiendo dinero en caja y, desde luego, hay gente que seguirá viviendo del partido. Estas personas no quieren las salidas profesionales, quieren seguir viviendo del dinero del partido, que es de todos, que no es suyo, porque esto no es un cortijo. En tercer lugar, es muy llamativo que haya personas que hayan participado en la toma de decisiones tan importantes como no presentarse a unas elecciones, una decisión que han tomado 50 personas, en lugar de consultar a las bases, de someterlo al Consejo General, y acto seguido, justo el día después, dicen que abandonan la política.

–Se refiere Inés Arrimadas...

–Me refiero a Inés Arrimadas, a Guillermo Díaz y a Nacho Martín Blanco, que no el día siguiente, pero hace muy poco ya ha anunciado que deja el acta. No le critico por eso, lo ha hecho bien. Lo que me dolería es que fuera un tránsfuga. Es una persona a la que le tengo aprecio. Ha dejado el acta de Cs y ahora entrará en su lugar en el Parlamento de Cataluña Noemí de la Calle en su sustitución y se va para ser diputado en estas elecciones en nombre del Partido Popular. Oye, ¿y por qué no te abstuviste cuando hubo que tomar esta decisión sabiendo que te ibas a ir? ¿O es que se toman las decisiones precisamente para que el PP saque más votos? Esta es la tercera motivación que yo veo. Hay personas que han participado en la toma de decisiones que se han querido cargar Cs aposta. Ya te hace sospechar que a lo mejor ya tienen hablado algo con Alberto Núñez Feijóo o con quien sea del PP, para que, como parece previsible, gane las próximas elecciones y les dé un puestecito, un carguito.

–El 28-M fue el detonante que justificó la decisión de no presentarse al 23-J. Sin embargo, hay una tendencia decadente a nivel electoral y de expectativas del partido desde antes. ¿Quiénes son los culpables de esa deriva?

–Se cometieron muchos errores. Pero, de todos, el primero fue una pésima negociación con el PP en las anteriores elecciones autonómicas y locales. Se les dio todo el poder a ellos cuando había que haber negociado y no todos los gobiernos con el PP. Me parece que era un clamor que en Murcia teníamos que haber gobernado con el PSOE. En Madrid o en Castilla y León se pudo haber gobernado también con el PSOE. Sin ninguna duda, en Andalucía había que gobernar con el PP para acabar con ese pesebre de 35 años de PSOE. Pero también podemos hablar del Ayuntamiento de Madrid, del de Barcelona y de otros ayuntamientos, donde se hizo una muy mala negociación. Ha habido un error estratégico muy relevante. Un grupo de personas nos presentamos a las elecciones primarias de mi partido y no ganamos por muy poco. Es decir, que esto es otra cosa todavía más sangrante. Los que han tomado la decisión de no presentarnos a estas elecciones ganaron las primarias, siendo la candidatura oficialista de Inés Arrimadas, patrocinada por Inés, por Begoña –Villacís– y por Guillermo Díaz, por un 53 % de los votos. Por muy poquito margen. No sé cómo son capaces de atribuirse la representatividad de todo el colectivo de afiliados.

Ese votante que nos votó a nosotros y no al PP ha vuelto al PP y no tiene ninguna intención de volver a votar a Cs

Además, desde las elecciones del 10 de noviembre, te estás presentando con una oferta electoral tratando de captar el voto del centro derecha y te das cuenta claramente de que ese votante que nos votó a nosotros y no al PP ha vuelto al PP y no tiene ninguna intención de volver a votar a Cs. Caray, corrige el tiro. Estás fallando todo el rato en tu target. ¿Es un error o es un plan? Por eso nos presentamos nosotros diciendo que veíamos cómo había un votante del PSOE huérfano de partido, ese votante sensato, moderado, que cree en la unidad de España, que le repugna que Pedro Sánchez esté gobernando España con Esquerra Republicana, con Bildu y con Podemos. Le tendríamos que haber hecho una oferta que fuera atractiva para él y no nos viera como un partido de derechas. Nosotros lo que proponíamos no era un cambio de orientación ideológica, era un cambio de estrategia.

–Usted ha sido en los últimos tiempos uno de los rostros más conocidos de Cs. ¿Hace algo de autocrítica?

–Mire, yo he pensado muchísimo en esto. Soy una persona que suele echarse la culpa de las cosas que pasan. Nunca miro para otro lado ni procuro echarle la culpa a otro cuando es mía. Pues mire, yo en esta autocrítica que hago tengo varios elementos claramente donde yo me he equivocado. Me equivoqué claramente en votar a Inés Arrimadas en lugar de votar a Paco Igea. Yo era un novato en política, no sabía nada. Veía que el partido claramente se decantaba por Inés Arrimadas, la candidata oficialista y a Paco no le conocía de nada. Me gustaba mucho su estilo sincero, directo, a veces agresivo, pero voté por Inés e hice campaña por ella. Otro gallo nos hubiera cantado si Paco Igea hubiera ganado aquellas elecciones.

En segundo lugar, sucedieron cosas en las que yo no tuve participación en la toma de decisiones, como por ejemplo la moción de Murcia. Pero yo tengo una cosa que siempre la he entendido como virtud y en los últimos tiempos me he dado cuenta de que no y la corregiré, que es creerme que yo con mis conductas, con mis acciones, soy capaz de cambiar las cosas desde dentro. He aguantado mucho para alzar la voz, para levantar la mano, para salir al ruedo público a decir que no estaba de acuerdo con las decisiones de mi partido, pensando que yo iba a ser capaz desde dentro de cambiar la deriva. Y eso ha sido un exceso de confianza en mis propias capacidades.

La gente no se va a olvidar de lo que ha hecho Pedro Sánchez. Esta aberración que es dejar el futuro de 48 millones de españoles en manos de Podemos, de ERC y de Bildu

Debí haber levantado la mano antes. Cuando vuelvo de la campaña de las elecciones andaluzas, muy deprimido, muy desmotivado, es cuando empiezo a alzar la voz, pero no lo hago en público, sino dentro de los órganos del partido y es entonces cuando ya veo que el partido no va a cambiar. Cuando veo que camina hacia la extinción y hay un plan de determinadas personas de irse al PP y de vender nuestro partido al PP es cuando ya levanto la mano. Y claramente, después de que yo me presenté de candidato a las elecciones de Madrid y el partido me obligó a que dijera, fíjese qué locura, que Isabel Díaz Ayuso era una irresponsable anticipando las elecciones, que había tomado una decisión puramente partidista y no en beneficio de los madrileños para decir a continuación: 'y quiero seguir gobernando con ella, que me satisface'. Lo acepté y me equivoqué.

–¿Qué va a hacer una vez entregada el acta de diputado?

–Me vuelvo a la Abogacía del Estado. Sé que me van a acoger con los brazos abiertos y que seré muy feliz trabajando en la Abogacía del Estado, pero no voy a dejar la política y quiero que la gente lo tenga claro. Tengo la determinación, y otras personas de este partido tienen conmigo la determinación, de continuar representando la opción del centro político, cuya papeleta no va a estar en las elecciones del 23-J. Si la dirección del partido no rectifica y no parece que lo vaya a hacer, yo voy a seguir peleándome por esta idea, por este proyecto, por ese centro liberal, progresista y reformista que creo que tiene un papel importante que jugar en el futuro de España.

Y creo que aunque ahora se nos vea en esta posición debilitada, el tiempo nos va a dar la razón porque al final nos encontraremos con que la gente no se va a olvidar de lo que ha hecho Pedro Sánchez, de esta aberración que es dejar el futuro de 48 millones de españoles en manos de Podemos, de ERC y de Bildu. Y, en segundo lugar, creo que el PP, como dicen las encuestas, va a tener que gobernar con Vox y entonces se va a ver el rostro de Vox de verdad. Y creo que al final los españoles, por esta deriva polarizante, por este extremismo que al final va a regir en la política española, cuando aparezca una solución de centro moderada, razonable y pragmática, dirán 'bueno, pues mira, interesa votar al centro porque es la única manera en donde el PP no se eche en manos de Vox y el PSOE no se eche en manos de sus socios habituales'.

–En los últimos días se ha especulado con que iba a montar una plataforma o un nuevo partido con Francisco Egea. ¿Qué hay de cierto en ello?

–Esta es una cosa meditada, que he hablado con Paco y con Santiago Saura y con las personas más importantes que integraron Ciudadanos de Nuevo, la candidatura que llevamos a las primarias de nuestro partido: Mari Carmen Martínez Granados, Sara Giménez, Juan Ignacio López-Bas... y con amigos a los que aprecio mucho y que no están ya en este proyecto político, como es el caso de José María Espejo o Miguel Gutiérrez. La idea es que mientras Cs sea un partido viable hay que pelear por él. Por eso, a otras opciones yo digo que no. Pero no digo que no a montar otra plataforma en el futuro. Si Cs finalmente se queda como una cáscara vacía, como una simple marca, habrá que vehicular este espacio de centro donde hay tantos votantes, donde la demoscopia te dice que hay aproximadamente seis millones de personas que se definen como de centro el día de mañana. Habrá que montar otra cosa o sumarnos a lo que monte otra persona.

Le tengo un cariño especial a Macarena. Somos compañeros de trabajo y somos amigos

–Se han escuchado rumores de que va a unirse a Caminando Juntos, el proyecto de Macarena Olona...

–No es mi opción. Yo le tengo un cariño especial a Macarena. Somos compañeros de trabajo y somos amigos. Lo digo así de claro: somos amigos. Nos conocemos desde hace un montón de tiempo. Fui su preparador de oposiciones y la conozco de antes de ser abogada del Estado, cantándome los temas de la oposición, y es una persona a la que le tengo un aprecio infinito. He trabajado con ella muchísimo en la Abogacía del Estado, codo con codo en los asuntos penales que ella llevó de forma brillante cuando fue la abogada del Estado jefe en el País Vasco. Me unen muchas cosas con ella, pero sus opciones y las mías no coinciden. Macarena ahora está diciendo cosas que no decía antes. Yo sigo diciendo las mismas cosas hoy que las que decía hace cuatro años y serán las mismas que diga dentro de cuatro.

Lo que yo creo que sería el signo distintivo de este nuevo Cs o de esta nueva plataforma es hablarle claro a los españoles. Yo creo que Paco es un ejemplo también de hablar claro a la gente. Y por hablar claro, qué sucede. Sucede que Macarena y yo, que nos hemos estado escribiendo estos días para preguntarnos por lo personal, no me ofrece ir con ella porque sabe que le voy a decir que no. Pero es que tampoco me lo ofrece el PP. Soy muy amigo también desde hace mil años de Pepito Martínez-Almeida, que es como le llamamos en mi panda de amigos. Tampoco me llama nadie del PSOE. Lo tengo como un signo de identidad que me enorgullece.

–Usted tuvo un papel muy destacado durante el procés en Cataluña. ¿Cree que volveremos a ver a corto plazo una situación similar?

–También le he dado muchas vueltas a esto. Y aún es más, no solo le he dado muchas vueltas, sino que también dentro del Congreso de los Diputados, aunque los ciudadanos se piensen que nos llevamos todos a cara de perro porque lo que al final ven son los plenos, donde allí cada uno hace su teatrillo para meterse con el otro, luego en el bar del Congreso, ese donde es tan barato tomarse una cerveza, pues nos tomamos una cerveza con los de al lado y hablamos. Y los independentistas, Junts per Catalunya, PDeCAT, ERC, dicen que no, pero yo, sinceramente, no me lo creo.