La detención de Ponsatí dictada por el juez Llarena abre la fase de juicio en el Supremo contra ella

La detención «instrumental» ordenada por el juez instructor de la causa del procés, Pablo Llarena, contra la política separatista catalana Clara Ponsatí, permitirá al Supremo terminar el sumario, esto es la fase de investigación, y abrir juicio oral contra ella. La hoy eurodiputada, imputada por un delito de desobediencia, tras la reforma del Gobierno de Pedro Sánchez que derogó la sedición, se enfrenta, precisamente, a una pena de inhabilitación para el ejercicio de empleo o cargo público.

Sin embargo, hasta el momento, Ponsatí se ha negado a comparecer ante el magistrado encargado del caso para ser formalmente notificada de las pesquisas que pesan sobre ella, así como tomarle declaración sobre su participación en los hechos ocurridos el 1 de octubre de 2017, cuando se celebró al referendum inconstitucional en Cataluña. La exconsejera catalana y diputada europea de JxCat fue una de las cabecillas del proceso de consulta separatista declarado inconstitucional por el TC, huyó de España rumbo a Escocia cuando supo que, en 2018, iba a ser acusada por un delito de sedición.

Por ello, este miércoles, el magistrado Llarena dictaba una orden nacional de detención directa contra la independentista quien no justificó su incomparecencia ante el Supremo el pasado día 24 de abril, fecha en la que estaba citada para personarse y declarar tal y como está previsto en nuestro ordenamiento, «incluso aún cuando no quiera hacer uso de este derecho».

Su defensa alegó en un escrito presentado ese mismo día que dos compromisos en Bruselas resultaban «incompatibles» con la presencia de Ponsatí en Madrid y, desde entonces, la política separatista no ha vuelto a colaborar en el avance de su situación procesal con la Justicia española.

Éste fue el principal motivo por el que la Fiscalía encargada solicitó, mediante un escrito consignado por Javier Zaragoza y Fidel Cadena, que se reiterase la citación para declarar, habiendo recavado previamente de la defensa de Ponsatí su calendario de compromisos con la Eurocámara a fin de que su actividad parlamentaria no se viese interferida por sus compromisos judiciales. Un escenario que, finalmente, ha tenido que ser resuelto con esta «detención instrumental» que asegure su presencia para declarar ante una autoridad judicial.

Una «excusa» para desatender su causa

Llarena ha considerado que los compromisos políticos de Ponsatí en Bruselas «no son sino la excusa frente a una nueva desatención de sus obligaciones procesales». Según ha podido saber El Debate, si Clara Ponsatí regresa a España será custodiada por agentes policiales ante un juez de guardia sin que sea necesario su traslado a Madrid para cumplir con el trámite y seguir avanzando, así, en el procedimiento de la causa.

El magistrado del TS ha apuntado, no obstante, a la posibilidad de dejar sin efecto la orden de detención si Ponsatí comparece voluntaria y personalmente, como ocurrió con otras dos de las procesadas en esta causa, Meritxell Serret, de Esquerra (ERC) y Anna Gabriel de la CUP.