Las pruebas fehacientes de que Tezanos nunca acierta

El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), presidido José Félix Tezanos, otorga en las horquillas más altas una holgada mayoría absoluta al PSOE y Sumar; sin la necesidad ni de reeditar el gobierno 'Frankenstein' ni de contar con el apoyo de ERC o Bildu. Por su parte, los escaños que lograrían el PP y Vox no alcanzan la mitad de los del Congreso, a diferencia del promedio del resto de encuestas, que certifican un Ejecutivo de centroderecha en caso de pacto.

Así pues, Tezanos concede una ligera victoria del PP (122-140) sobre el PSOE (115-135), mientras que Sumar se posicionaría como tercera fuerza política (43-50), y por detrás quedaría Vox (21-29). En consecuencia, en caso de acuerdo de las dos principales formaciones de izquierdas se rebasaría la mayoría absoluta de 176 diputados.

No obstante, las predicciones de Tezanos han fallado notoriamente respecto a los resultados que se han dado en las urnas. Además, José Miguel Silva, director de análisis en Target Point –consultoría política, de análisis de datos, y de investigación demoscópica– ha relatado a El Debate las tácticas del CIS que explican el porqué de sus estimaciones.

Silva ha dictaminado que «desde que cambió en 2018 la dirección y se puso al frente del CIS a alguien vinculado al PSOE se abrieron las especulaciones, que finalmente han sido confirmadas. La dirección del CIS ha sido muy errónea, a propósito, al alejarse mucho sus estimaciones de los resultados, algo que es muy negativo».

La sobrerrepresentación de la izquierda

En el barómetro de Tezanos a 18 días de las elecciones destacan los grandes márgenes de escaños que se han estipulado; el PP de 18, el PSOE de 20, Sumar de 7 y Vox de 8. Según el director de análisis de Target Point: «lo de las horquillas del CIS es de vergüenza. Nosotros otorgamos horquillas de 2, 3 o 4 representantes, pero que sean de 18 o de 20 es una tomadura de pelo. A un instituto privado se nos caería la cara porque los clientes nos tirarían las encuestas a la cabeza».

Asimismo, para Silva «llama la atención que siempre se sobrerrepresenta a la izquierda, especialmente al PSOE, y siempre se infrarrepresenta al centro derecha, sobre todo a Vox. Sus sesgos van en la misma dirección constantemente».

De hecho, el presidente del CIS ha errado en las últimas predicciones que ha realizado justo antes de los comicios. En las municipales de mayo previó una victoria socialista con el 30,2 % de los votos, seguido del PP con el 27,9 %. Una distancia de 2,3 puntos entre ambas formaciones cuando finalmente los 'populares' ganaron las elecciones con el 31,5 % de los apoyos frente al 28,11 % del PSOE. Una ventaja final del PP del 3,4 %. De igual manera, Tezanos predijo que los socialistas gobernarían en la Comunidad Valenciana y en Aragón, que Ada Colau sería la primera fuerza en Barcelona, o que Almeida no llegaría a la mayoría absoluta; cuando nada de ello finalmente aconteció.

Por su parte, en las elecciones de Castilla y León del año pasado el CIS también fracasó. Tezanos aseguró que el PSOE quedaría primero con entre 25 y 34 procuradores y logró 28, mientras que daba al PP una horquilla de 24 a 30 cuando finalmente consiguió 31 y pudo configurar un Ejecutivo de coalición junto a Vox. Además, respecto a los comicios de Andalucía de 2022, el CIS dejó al candidato 'popular', Juanma Moreno, a las puertas de la mayoría absoluta, resultado que finalmente alcanzó.

Dispara el presupuesto

En relación con la metodología, desde Target Point afirman que «la estimación de voto, la llamada cocina, es el principal problema porque no es fiable. Llega a infrarrepresentar al PP en 3,4 puntos, cuando lo normal es que el resultado final varíe en 1 o 2 puntos. Con esto Tezanos ha perdido todo su crédito, y es una pena. Es el cuento de siempre».

De igual manera, Silva ha destacado que «el CIS ha cambiado la metodología, la forma de registrar los datos, el número de encuestas y el tipo de preguntas; y todo ello ha roto la serie histórica. Asimismo, no otorga información de los microdatos, que a nivel demoscópico sirven para analizar los resultados, hasta un mes o más tiempo después». «Han duplicado el presupuesto en cinco años, no solo para hacer estas encuestas –que antes se hacían con menos presupuesto– sino para subir el número de encuestados, a veces hasta los 30.000. Es una inversión que no tiene repercusión en cuanto a certezas», ha sentenciado.