Los planes de Díaz
La hoja de ruta federalista de Sumar para disgregar España y convertirla en «un país de países»
La coalición de Yolanda Díaz propone la construcción de un Estado federal «plurilingüe y pluricultural» en el que se reconozca como «naciones» a Cataluña o el País Vasco, una oferta con la que tratarán de obtener el 'sí' de Puigdemont para reeditar el Gobierno Frankenstein
Si los separatistas catalanes tenían su «hoja de ruta» para lograr la independencia, Sumar tiene la suya propia, no tan explícita, pero que, de facto, disgregaría España en varias naciones dentro de un Estado federal «plurilingüe y pluricultural».
La coalición liderada para la vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, ha depositado varias miguitas de pan por el camino que, unidas al contenido de su programa electoral, las declaraciones de algunos de sus miembros y algún que otro gesto político más que significativo, dejan al descubierto sus verdaderos planes para nuestro país: una fragmentación parcial que daría a la ciudadanía dos estatus, el de españoles de primera y españoles de segunda.
Comenzando por el final, llama la atención que para tratar de investir presidente del Gobierno a Pedro Sánchez, arrancándole el 'sí' a Junts, el partido del expresidente catalán prófugo de la Justicia, Carles Puigdemont, Díaz haya enviado de emisario a un independentista de primera hora: Jaume Asens.
Este abogado, politólogo, filósofo y exportavoz en el Congreso de los Diputados de En Comú Podem –el partido de la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, integrado en Sumar– pertenece a la facción separatista de los comunes y nunca ha escondido sus preferencias, apostando por un referéndum de autodeterminación para Cataluña desde el que sueña desde su época universitaria, cuando militó en el Bloc d'Estudiants Independentistes (BEI).
Asens tiene la misión de convencer tanto a la derecha catalana como a ERC de investir al secretario general del PSOE para reeditar un nuevo Gobierno Frankenstein. O, como lo definen desde Sumar, un Gobierno «para la mayoría social y plurinacional». Encima de la mesa está la «transformación del modelo territorial» para sustituir al modelo autonómico, uno de los más descentralizados del mundo, pero que, a juicio de la coalición fucsia, «se diseñó desde una perspectiva centralista».
La oferta de Díaz, Ione Belarra, Íñigo Errejón, etc. pasa por firmar «un nuevo contrato territorial que asuma y articule la complejidad y la diversidad del país», como consta en su programa. Este nuevo contrato tendría clausulas tales como alcanzar un pacto territorial que recoja que «España es una realidad plurinacional, un país de países, en el que todas las naciones y comunidades políticas deben desarrollarse en un marco igualitario y solidario».
Sumar propone una «gobernanza multinivel» en la que esa «naciones» tengan voz y voto, por ejemplo, en las instituciones de la Unión Europea. También que «las instituciones del Estado» preserven «la riqueza cultural y lingüística de España, de forma coherente con nuestra realidad plurinacional». Esto es, «respetando y dignificando las lenguas y culturas de las diversas naciones y territorios, desde una posición de igualdad y reconocimiento mutuo de todas ellas».
«La pluralidad lingüística no se debe limitar a las comunidades autónomas con lengua propia, sino que su promoción y uso debe extenderse al conjunto de España y sus instituciones, así como al marco de la UE», precisan en su programa para las generales del pasado 23 de julio, en el que desgranan la manera de aplacar las ansias secesionistas de parte de la sociedad catalana.
Referéndum en Cataluña
La también ministra de Trabajo en funciones aboga –en un lenguaje que cuesta diferencia del de Puigdemont y cía.– por «reforzar los mecanismos de concertación multilateral y bilateral entre las instituciones de la Generalitat de Catalunya y del Estado para el pleno desarrollo del autogobierno».
También propone «el reconocimiento de una gobernanza multinivel y teniendo como horizonte que España debe avanzar hacia el pleno reconocimiento de su carácter plurinacional». Ello se articularía con un referéndum sobre el «acuerdo surgido de la negociación entre la Generalitat de Catalunya y el Gobierno del Estado», que «tiene que ser votado por la ciudadanía de Catalunya». «El nuevo pacto político entre Catalunya y el Estado debe pasar por las urnas», zanjan, de nuevo con un léxico que difícil de de discernir del de los separatistas.
Reconocimiento nacional al País Vasco
El 'sí' de Puigdemont es el que, a priori, será más difícil de conseguir por parte de Sánchez y Díaz, aunque el independentismo vasco, que ya ha señalado que apoyará ese Frankenstein 2, también preguntará llegada la ocasión aquello de «¿qué hay de lo mío?». En este sentido, el diputado electo de Sumar por Vizcaya, Lander Martínez, defendía este viernes en una entrevista en Radio Euskadi que la Constitución ofrece «un montón de herramientas» de descentralización, reconocimiento nacional y «construcción de un Estado federal o confederal».
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Martínez apuntaba a la necesidad de apostar por la «apertura al diálogo» sobre la cuestión territorial. «Nosotros siempre hemos considerado que la Constitución nos da un montón de herramientas de descentralización, reconocimiento nacional, reconocimiento competencial y de construcción de un Estado federal o confederal, incluso con carácter asimétrico, que permite bastante margen», indicaba.