Las claves del nuevo escenario tras la maniobra de Vox y el 'no' del PNV
Los populares cuentan, de momento, con el apoyo del partido de Abascal y el de UPN, y Coalición Canaria se abre a apoyar una eventual investidura de Feijóo
Vox se adelantaba este domingo a cualquier crítica o reproche que pudieran hacerle responsabilizándole de obstaculizar un Gobierno que impidiera otro del PSOE, Sumar y todos sus aliados separatistas. En un comunicado reiteró lo que ya venían declarando desde los días que siguieron a las elecciones generales: no serían un obstáculo para la formación de ese otro Gobierno alternativo al de Pedro Sánchez o, dicho de otro modo, apoyarían la investidura de Alberto Núñez Feijóo para impedir que la gobernabilidad de España quedara en manos de Carles Puigdemont y el resto de independentistas.
El apoyo de Vox
Las palabras de la formación de Santiago Abascal dieron pie a varias interpretaciones, que apuntaban a que renunciaría a entrar en el Gobierno de Feijóo, a lo que aspiraban antes del 23-J, apoyándolo desde fuera. Lo que dice textualmente su comunicado, donde manifiestan que un Gobierno de Sánchez supondría una grave amenaza al orden constitucional y a la convivencia, es que Vox «no será la excusa de nadie ni el impedimento para evitar un gobierno de quienes pretenden destruir los fundamentos de la Constitución». Y que sus 33 diputados apoyarían una «mayoría constitucional» que lo evitase.
Su gesto ha sido valorado por el PP como «un planteamiento responsable» y una muestra de «sentido de Estado». Feijóo, que mantuvo una reunión con Abascal hace una semana para analizar el panorama político, lo recibió este domingo como un avance «en el ámbito del constitucionalismo» e insistió en su propuesta de formar un Gobierno del PP en solitario basado en un acuerdo constitucional «amplio», para lo que trabajaría las próximas semanas en aras de evitar el bloqueo y la consecuente repetición electoral o que Sánchez repita en La Moncloa.
El PNV, ¿atado a Sánchez?
El PP confiaba en poder conseguir, entre otros, los cinco 'síes' de los diputados nacionalistas vascos. Pero estos se reafirmaron este lunes en su 'no' a la investidura de Feijóo, zanjando toda especulación que pudiera surgir al respecto, independientemente de si fuera a estar o no Vox o de un puesto en la Mesa del Congreso. Su posición responde a su línea seguida en esta legislatura pero también se enmarca en su rivalidad con EH Bildu de cara a las elecciones autonómicas en el País Vasco en mayo del año que viene. El 23-J le dejó sin un escaño, frente a la formación de la izquierda abertzale, que subió uno.
El PNV está hoy ligado a Pedro Sánchez. Ató su futuro político, al menos hasta la fecha, al dirigente socialista desde la moción de censura contra Mariano Rajoy, y solo nueve días después de haber respaldado los Presupuestos Generales del entonces líder del PP. Un mes antes del 23-J, el presidente del partido, Andoni Artuzar, señaló que si ganaba Sánchez tenía que contar con ellos, apelando al voto útil que a su juicio representaba el voto al PNV. «Si los números dan, puedes coadyuvar a que haya una mayoría que nos aleje del peligro de la dupla PP-Vox», dijo entonces. Tras las elecciones, instó al PSOE a sentarse a hablar.
Feijóo, 50 escaños de ventaja a Sánchez
Los últimos movimientos colocan al Partido Popular con una ventaja de 50 escaños por encima del PSOE: el apoyo de los 33 diputados de Vox y el del diputado de UPN, que confirmó su 'sí', sumados a los 137 populares, le aseguran a día de hoy 171, a cinco de la mayoría absoluta. A esa lista podría añadirse el 'sí' de Coalición Canaria (uno más) con quien tras el 28-M alcanzaron un acuerdo de gobierno en las islas. Los nacionalistas canarios se mostraron la tarde de este lunes «abiertos a dialogar» tras el paso al lado de Vox. Eso dejaría a Núñez Feijóo en una situación favorable de cara a la investidura, ante un presidente en funciones, Sánchez, que de momento tiene asegurados los apoyos de los 31 de Sumar y los 6 de Bildu: 157 escaños.
Desde el PP celebraban ayer contar con esos 171 votos a favor para presidir un Gobierno en solitario, frente a Pedro Sánchez que, de presentarse a una investidura, sería el primero que lo hace no habiendo ganado las elecciones y, junto a Yolanda Díaz, necesitaría el apoyo de todos y cada uno de los partidos independentistas»: los 6 Bildu; el diputado del BNG; los 7 de ERC; los 5 del PNV y los 7 de Junts.