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Pedro Sánchez sucumbió a los intereses de Biden en su viaje a EE. UU.Paula Andrade

Investigación

Un escrito de Presidencia del Gobierno confirma que el viaje de Sánchez a Estados Unidos fue un fiasco

El Debate publica en exclusiva el documento en el que se muestra como el presidente fue humillado ante los medios, desmiente sus palabras sobre la aceituna negra y comete una irregularidad sobre inmigración

Pedro Sánchez cumplió uno de sus objetivos en mayo de este año: sacarse una foto en la Casa Blanca. Su viaje a Estados Unidos estuvo cargado de polémica por la brevedad de su reunión con el presidente americano, Joe Biden, y los acuerdos firmados. Según los documentos del Gobierno, a los que ha tenido acceso El Debate, Moncloa oculta «las comunicaciones entre la delegación española y EE. UU., relativas a la organización de la rueda de prensa informativa» que dio el presidente del Gobierno en un parking de la sede estadounidense.

De esta manera confirma el maltrato que sufrió Sánchez por parte del Gobierno americano que no dudó en ofrecerle una ubicación poco señorial a diferencia de otros presidentes españoles, como José María Aznar, que tuvieron un trato cordial con su respectiva delegación estadounidense.

Durante su encuentro con los medios de comunicación, Sánchez no contó con la presencia de la bandera de España ni de un alto cargo de la Casa Blanca, pese al característico patriotismo americano. Esta es una prueba más de la humillación que permitió Pedro Sánchez y el resto de la delegación española que nunca ha sido del agrado de Biden.

Atrás quedan sus 30 segundos con el presidente estadounidense al inicio del G-20. En este viaje Sánchez pudo hablar unos segundos más, en concreto, una hora de reloj (media en privado y otra media junto con los medios de comunicación). Durante el encuentro el presidente del Gobierno sucumbió a los intereses de Biden, tal y como refleja el documento gubernamental.

El fracaso de la aceituna negra

Uno de los principales objetivos que debía perseguir Pedro Sánchez en esta reunión era la eliminación del arancel de la aceituna negra que impuso el anterior presidente americano, Donald Trump. Presidencia desmiente las palabras del jefe del Ejecutivo que subrayó que «había encontrado receptividad» para solucionar este problema que afecta a miles de agricultores.

La verdad es que el escrito oficial explica que «no existe documento o contenido que se corresponda con los acuerdos firmados sobre los aranceles de la aceituna negra». Nuevamente Pedro Sánchez mintió a todos los españoles acerca de un tema que generó en el último año 759 millones de euros, según la Asociación Española de Exportadores de Aceitunas.

La cuestión no solo se queda ahí. Dos meses más tarde, en julio de este año, la Unión Europea, viendo la negativa de España para negociar este asunto, ha reclamado a Estados Unidos la retirada de los arancelas de la aceituna negra española. «El objetivo del procedimiento de cumplimiento es reclamar a EE. UU. para que cumpla con el fallo del Panel de la OMC y, por lo tanto, eliminen sus aranceles sobre las aceitunas negras españolas», reza una noticia de la Moncloa.

Irregularidad con los inmigrantes

Otro de los acuerdos que firmó Pedro Sánchez hace referencia a la inmigración. España acogerá a los inmigrantes hispanoamericanos que quieran entrar a EE.UU. y cuyas solicitudes serán ahora estudiadas y procesadas por centros que Washington quiere construir pronto en Colombia y Guatemala.

Sánchez volvió a sucumbir a los interes de Biden de desviar la inmigración a otros países y en vez de firmar un acuerdo sobre inmigrantes estadounidenses, prefirió llegar a un acuerdo sobre personas hispanoamericanas, algo que no estaba en los planes previstos por la delegación española ya que el viaje era a Estados Unidos y no a ningún país de habla hispana.

El documento oficial muestra una irregularidad acerca de este acuerdo establecido entre España, Estados Unidos y Canadá. El comunicado trilateral, al que también ha tenido acceso El Debate, explica que para «lograr los objetivos marcados (…) el acuerdo se involucrará en iniciativas nuevas e innovadoras, incluyendo los Centros regionales de Gestión de la Migración».

Por su parte, el escrito oficial recoge que «no existe documento o contenido que se corresponda con la creación de los centros regionales de migración, ni sobre qué países se verían afectados, su dotación y la partida presupuestaría prevista para ello». De esta manera España ha prometido algo que no prevé cumplir ya que no hay constancia de ello.

Así oculta su delegación

El documento gubernamental, en posesión de El Debate, muestra nuevamente como se oculta el número total de la comitiva que acompañó a Sánchez. Presidencia detalla que tan solo fueron 22 personas, de este listado excluye a «los empleados públicos con puesto de trabajo inferior a 28 en la relación de puestos de trabajo de la Presidencia» que el Gobierno no contabiliza para ocultar sus amplias comitivas.

En otras ocasiones Moncloa ha explicado que tan solo fueron una veintena de acompañantes y en verdad –según los documentos oficiales de cada viaje– triplicaban este número. Es el caso de la delegación en Kenia que cifran en 21 personas cuando en realidad fueron 68 acompañantes.