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La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en BruselasEFE

Calviño esquiva hablar sobre una «hipotética» amnistía porque no es algo «que se suscite»

La vicepresidenta no deja clara la postura del Gobierno ante las exigencias de Puigdemont para apoyar la investidura de Pedro Sánchez

Carles Puigdemont se ha sentado a la mesa de negociación para la investidura de Pedro Sánchez. Los resultados de las últimas elecciones le dieron poder de mando a Junts y el líder del procés, fugado en Bélgica desde 2017, tiene en su mano darle o no al PSOE cuatro años más de Gobierno. Para ello, exige una amnistía que le evite ser juzgado sobre la cual el Ejecutivo no se posiciona.

Para Nadia Calviño, número dos de Moncloa, dicha amnistía es algo «hipotético» y que «no se suscita» en estos momentos, por lo que evitó responder a las preguntas de la prensa en este sentido durante su visita a Bruselas este miércoles. Sí indicó que, en su opinión, «ha mejorado el clima político en Cataluña» desde que Sánchez llegó al Gobierno y que sus negociaciones siempre se habían basado en dos principios: «Diálogo y Constitución».

«El resultado es evidente en la mejora del clima y de la convivencia en Cataluña y en el conjunto de nuestro país», subrayó Calviño, quien evitó también las cuestiones sobre la visita de Yolanda Díaz a Puigdemont porque la realizó «como líder de Sumar». Tampoco habló sobre la posibilidad de que hubiera enviados socialistas en Bruselas para negociar con el líder en la sombra de Junts, porque no quería «especular sobre estas cuestiones».

Calviño, inmersa en el proceso de campaña de su candidatura para presidir el Banco Europeo de Inversiones, vino a Bruselas para reunirse con varios comisarios europeos y preparar, dentro de la presidencia española del Consejo Europeo, la próxima reunión del Ecofin en Santiago de Compostela.

Es posible, si entra finalmente en el orden del día, que sea entonces cuando haya una decisión sobre la presidencia del BEI. Por eso, la principal rival de Calviño, la comisaria danesa Margrethe Vestager, se ha cogido una excedencia en Bruselas para prepararse, algo que rechaza la vicepresidenta segunda del Gobierno porque sus labores son «diferentes». «Voy a continuar con mis funciones como vicepresidenta, a las que me estoy dedicando intensamente mientras que se produce este proceso que espero pueda dar un paso adelante en el Consejo de Ministros Informal de Santiago de Compostela», aclaró.