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Javier Villamor

Montero crispa la reunión del Comité de Derechos de la Mujer e Igualdad en el Parlamento Europeo

La ministra en funciones ha presentado las líneas principales de actuación en esta materia durante la presidencia rotatoria española

Corresponsal en Bruselas Actualizada 19:17

Irene Montero en el Parlamento EuropeoEFE

La ministra en funciones ha presentado este martes las líneas principales de actuación en esta materia durante la presidencia rotatoria española.

Este martes 19 de septiembre ha tenido lugar una de las habituales reuniones del Comité de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento pero era especial.

La presencia de Irene Montero acompañada de Isabel Serra no auguraba calma chicha en ese viaje. Antes de comenzar, las ponentes y algunos de los presentes se mandaron sonrisas cómplices. «Ánimo compañera, sí se puede, tú sí puedes», parecían decir con la mirada.

Estaba claro que esto era una oportunidad entre mil millones para recuperar el terreno perdido con la archienemiga de los morados: Yolanda Díaz. La repentina amiga de Carles Puigdemont había sido el centro de atención de todos los focos en las últimas semanas, en especial desde la exclusiva de este medio.

El terreno perdido había que retomarlo y qué mejor que en una plaza donde Montero se siente como pez en el agua: el feminismo. O bueno, lo que ella considera feminismo transversal inclusivo ecosostenible antifascista.

No se trataba de hacer política, sino de alertar de los peligros que conllevaría el imitar las políticas en lo referente a la (des)protección de la mujer y extrapolarlas a nivel europeo. Más de 1.200 condenados han visto sus penas reducidas, ¿podría en Europa tener un efecto multiplicador?

«Esperpéntica declaración de la ministra que debería haber ya dimitido por respeto a las más de 1.200 mujeres víctimas de su ley criminal», comenta Jorge Buxadé, jefe de la delegación de Vox en Europa.

El presidente polaco de la comisión, el liberal Robert Biedroń, venía preparado de casa. Conocido activista LGTB en su país, filtró todo aquello que pudiera suponer un verdadero debate con Irene Montero.

Si Irene Montero dice defender la vida de las mujeres, ¿por qué defiende su aborto?

Es cierto que en una comisión parlamentaria europea la política nacional debe quedar de lado, pero no había forma humana de preguntar sobre las líneas de Montero y compañía para Europa sin pasar por España.

Ejemplo de esto fue la primera intervención, la de la popular Rosa Estaràs, quien apenas tuvo tiempo para formular sus cuestiones. Pero Biedroń tenía una cómplice, la socialista Maria Noichl. Entre los dos no dejaban hablar a cualquiera que osara elevar mínimamente el tono. «¡Fuera de aquí!», le gritó a Hermann Tertsch mientras el eurodiputado de Vox dejaba la sala recordando los 1.200 criminales beneficiados.

Así lo expresaba Buxadé: «La presidencia se ha comportado de forma tiránica y antidemocrática permitiendo a las diputadas de izquierdas extenderse más allá de su tiempo y al revés con los otros». Según parece es una práctica habitual en esta y otras dos comisiones: medio ambiente y libertades y derechos civiles.

Estaràs ha comunicado que va a elevar una queja formal a la presidente del Parlamento Europeo Roberta Metsola: «el presidente de esta comisión me ha cortado, y ha decidido silenciar al grupo mayoritario, no me ha pasado nada igual en 14 años». «La señora Montero ha sido poco valiente, me podría haber contestado», ha señalado.

El eurodiputado Hermann Tertsch con un cartel durante el encuentro con Irene MonteroVOX

La eurodiputada Margarita de la Pisa formuló una de las preguntas mejor traídas de la tarde. Si Irene Montero dice defender la vida de las mujeres, ¿por qué defiende su aborto? La cuadratura del círculo que nadie se atreve a responder por las incómodas respuestas que implica.

Pero como se trata de ocultar la realidad mientras el Titanic se hunde, la izquierda y los tibios liberales tienen una manera de no llamar aborto al aborto: derechos sexuales y reproductivos. Neolengua, ocultar los términos bajo montañas de letras.

La enfermiza obsesión de gran parte de la clase política por la sexualización de la infancia también pudo apreciarse en el evento de este martes. La ministra Montero llegó a decir: «los derechos sexuales son la puerta de entrada para otros derechos, incluso para la ciudadanía misma». El derecho sexual como principio y fin.

Por si esto no era suficiente, la ministra de Igualdad elevó la apuesta: «El feminismo es la mejor respuesta para problemas como el cambio climático o para conseguir la paz». Hace años se llamaba timador a cualquiera que vendiera remedios mágicos.