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Pedro Sánchez felicita a Óscar Puente al final de su discursoEFE

Las técnicas de Sánchez

El PSOE jugó a confundir a la prensa para que Feijóo no descubriera la treta de Sánchez y Puente

El equipo del presidente en funciones hizo creer que éste daría la réplica al candidato a la investidura. El éxito del golpe de efecto dependía, precisamente, de que fuese una sorpresa

El entorno de Pedro Sánchez hizo creer a los periodistas hasta el último momento que el presidente en funciones daría la réplica a Alberto Núñez Feijóo, para así pillar a contrapié al candidato a la investidura y reventarle el debate. El éxito del golpe de efecto dependía, precisamente, de que fuese una sorpresa.

Durante la rueda de prensa del lunes en La Moncloa, tras el Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo fue preguntada al respecto. Ella declinó contestar. Sin embargo, terminada la comparecencia, y fuera de micrófono, el secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès, afirmó al respecto: «Nunca se declina un turno», haciendo pensar que Sánchez no dejaría pasar la ocasión. Máxime después de que en campaña pidiera al candidato del PP hasta seis debates, como le recriminó este martes Feijóo.

Puestos a confundir, desde La Moncloa incluso apuntaron a que el presidente del Gobierno, aun estando en funciones, podría intervenir cuando quisiera. Pero eso está recogido así en el Reglamento del Congreso cuando se trata de una moción de censura, no de un debate de investidura, en el que solo intervienen el candidato y los grupos parlamentarios.

El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, también estaba en el secreto. Este miércoles, antes del discurso de Feijóo, los periodistas le pidieron que confirmara si, efectivamente, Sánchez subiría a la tribuna. Él jugó al despiste y emplazó a la prensa a esperar hasta la sesión de tarde para comprobarlo. Y, como él, el jefe de prensa del PSOE, que por la mañana departió con varios periodistas, pero sin insinuar siquiera el nombre de Óscar Puente.

A las 15.30 saltó la sorpresa general en el hemiciclo, cuando la presidenta del Congreso llamó a la tribuna al exalcalde de Valladolid. Una vez comenzada su intervención, el PSOE envió un mensaje a la prensa explicando que la elección de Puente era «una forma de poner frente al espejo todas las contradicciones del líder del PP», porque este último también ganó las elecciones en Valladolid en mayo, pero no gobernó por un acuerdo entre el PP y Vox.

En ese mismo mensaje, el partido confirmó que Sánchez no subirá a la tribuna hasta que el candidato a la investidura sea él. «Intervendrá en su momento, cuando llegue el tiempo de su investidura», según las mismas fuentes.

En el PSOE estaban eufóricos por haber dejado a Feijóo fuera de juego -según ellos-. Sin embargo, la contrariedad del propio Feijóo y de su equipo fue evidente. El candidato del PP esperaba medirse al presidente en funciones, a quien interpeló constantemente durante su discurso de la mañana. «No nos quiere contestar sobre lo que va a hacer con la amnistía. Por eso ha venido y no se ha atrevido a hablar», señaló el líder de los populares, que le llamó «soberbio» en varias ocasiones.

«Para protegerse y evitar su derrota ha cruzado un nuevo límite que no tiene precedentes. Felipe González tuvo la dignidad de responder a Aznar tras ser derrotado en las urnas. Sánchez no es digno ni de la Presidencia, ni del acta, ni del cargo de secretario general del PSOE», zanjaron desde el PP. Cuya bancada coreó, durante un momento del debate, «cobarde, cobarde», en alusión a Sánchez.

Aunque éste prefirió asistir mudo al debate, el sábado sí hablará: pero en un mitin que el PSOE le ha organizado en La Rinconada, Sevilla. Será un día después de la segunda votación en el Congreso, que se espera fracase.