Buxadé reivindica la figura de José Calvo Sotelo: «Tomaba las decisiones que creía mejores al servicio de España»

José Calvo Sotelo (Tuy, 1893) era un firme defensor de sus ideales, y estaba convencido de ellos. En 1935, un año antes de que le asesinaran, afirmó desde Tarrasa: «Yo quiero un Estado que salve mi Fe, mi Patria y mi derecho. Yo a ese Estado le entrego mi vida». «¿Qué Estado queremos? -continuaba-. Uno capaz, repito, de salvar la civilización cristiana».

Para recordar a este político clave en la Historia española del siglo XX, la asociación cultural Luz de Trento organizó un coloquio para presentar el libro La España que queremos, una antología de textos de Calvo Sotelo, editado por esta asociación y prologado por el eurodiputado y vicepresidente de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé. Junto a él intervinieron el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad San Pablo CEU y presidente de la ACdP, Alfonso Bullón de Mendoza, y el portavoz de la asociación organizadora, Francisco de Asís Gamazo.

Este último resaltó del protagonista que «tal fue su amor a España que estuvo dispuesto a morir por levantar las banderas de Dios y de la Patria», y subrayó que su mensaje sigue vigente en la España actual, a su juicio, «tan maltratada por la casta política». Bullón de Mendoza, que ha publicado su biografía, recordó la trayectoria de un joven estudiante de derecho y posterior opositor, monárquico convencido, que antes de los 30 años, y ya surgido el maurismo, se convirtió en diputado del Congreso, desde donde denunció el caciquismo, y más tarde, en gobernador civil de Valencia.

Su carrera política continuó en la dictadura de Primo de Rivera. En 1925 fue nombrado ministro de Hacienda y durante este periodo se produjeron importantes transformaciones en el mundo de la industria y de la empresa. Hizo un arreglo de la deuda y las medidas que impulsó le hacen ser considerado uno de los mejores ministros de esta cartera que ha tenido España. De hecho, como resaltó Bullón de Mendoza, desde el punto de vista económico tiene reconocimiento internacional.

Cesado semanas antes de que cayera la dictadura, tras las elecciones de 1931 abandonaría España hasta 1934, una vez se aprobó la amnistía con el Gobierno de las derechas. Dos años más tarde, el 13 de julio de 1936, sería asesinado por milicias socialistas, desencadenándose con ello la Guerra Civil. Precisamente Jorge Buxadé señaló que este asesinato es quizá, a su juicio, el momento más claro de la «historia criminal del PSOE», y evidenció entonces una fase muy avanzada de un «proceso de ruptura de la unidad nacional» iniciado tiempo atrás.

De entre las reflexiones que el eurodiputado de Vox extrajo tras leer discursos, ensayos, conferencias o la propia tesis de Calvo Sotelo explicó, por ejemplo, el concepto de nación que tenía el político: es «el fruto de siglos de héroes y mártires» que podía verse destruido por cualquier mal gobernante en poco tiempo. «España es irrevocable mientras haya españoles dispuestos a hacer que lo sea», aseveró Buxadé, y defendió en este sentido que si España se construye como nación «a través de siglos, héroes y mártires», pero cualquiera puede destruirla en dos años, esto obliga a todos los ciudadanos a asumir un compromiso político.

También destacó la idea de que el derecho individual de nadie se antepone al bien común, esto es, la doctrina del abuso de derecho. Algo que, como señaló, era revolucionario a principios del siglo XX y lo es en 2023 dada la «exaltación de los derechos individuales», y que viene a decir que uno ejercite sus derechos pero «de forma moderada y razonable». «Es lo que era Calvo Sotelo, esa moderación personal», añadió.

Asimismo, recalcó la «rectitud de intención», «saber que uno sirve al bien común, a la nación; no sirve a ningún prejuicio ni principio ideológico». En este sentido, subrayó que aquel no se encasillaba bajo ninguna etiqueta. Era monárquico, pero no se definía como liberal o conservador. Sencillamente estaba al servicio del bien común, «tomaba las decisiones que creía mejores al servicio de España». Y, por otra parte, valoró de Calvo Sotelo su amor por lo local, algo que para el dirigente de Vox es -a diferencia de lo autonómico- «perfectamente compatible con lo nacional».