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Manifestación contra la amnistía  Barcelona clama en nombre de toda España contra la amnistía de Sánchez: «Este país no está en venta»

300.000 manifestantes rechazan las cesiones del presidente del Gobierno a Puigdemont y le exigen que respete la Constitución frente a los favores a los independentistas

Este domingo Barcelona ha sido escenario de una multitudinaria manifestación para mostrar el rechazo generalizado a la amnistía que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, está ya negociando con Junts per Catalunya, es decir, con Carles Puigdemont, huido de la Justicia española desde 2017. A la marcha convocada por Sociedad Civil Catalana (SCC) han acudido, según la propia organización, 300.000 personas llegadas de toda España, una cifra que la Guardia Urbana –dependiente del Ayuntamiento– rebaja hasta los 50.000.

Entre ellos, El Debate ha tenido la posibilidad de hablar con algunos. Una es Silvia. Llevaba una pancarta con doble mensaje. Por una cara del cartel se podía leer la frase «España, o monarquía parlamentaria o república bolivariana». En el reverso, escrito en inglés, advertía al jefe del Ejecutivo de que la Unión Europea no «perdona» ni «permite» las amnistías como la que pretende aprobar el líder socialista. Lo llamativo de esta mujer es que, según ha señalado a este periódico, ha utilizado «la misma tela» con la que salió a la calle el mismo 8 de octubre, pero de 2017, tras el referéndum ilegal: «Le he añadido otra capa para hacer mención a a la amnistía porque es nuevo, pero el mensaje de que España no se rompe y no está en venta es el mismo».

«Es una vergüenza»

Unos metros bajando el Paseo de Gracia estaba Alejandro. Ha llegado por la mañana a la ciudad condal desde Salamanca y lo ha hecho con una enorme fotografía del Rey Felipe VI sobre la que imprimió el lema «No estáis solos». En su opinión, el monarca «es el garante de que en Cataluña y en toda España se siga cumpliendo la Constitución» y opina que es la última figura para «frenar» las aspiraciones de Sánchez de pactar con Puigdemont y el líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, con tal de conseguir una investidura a «cualquier precio».

Algunos manifestantes se han acordado también del jefe del estado, Felipe VI, en apoyo a su figura

Francisco, por su parte, va más allá y reclama que el presidente del Gobierno entre en la cárcel por sus alianzas con «los enemigos de España». Para ilustrar su opinión, ha acudido a la manifestación promovida por SCC con un montaje del aludido vestido con traje de preso y el siguiente texto: «España te quiere ver con este traje». Él mismo no tiene complejos a la hora de explicar su postura: «Es un canalla, está vendiendo España a los que quieren destruirla por cuatro votos. Eso se llama ser un canalla y no tener vergüenza y espero que pronto tenga que pagar por todo lo que está haciendo porque no hay derecho. Es una vergüenza», señala.

Una manifestante con una pancarta que ya portó en la protesta de 2017.

Isabel es valenciana y no ha dudado en ir a Barcelona: «Tenía que estar y vine». No duda en explicar que el principal motivo de su viaje ha sido «defender la patria» porque callarse ante la deriva de Sánchez significaría «asumir al 100% la leyenda negra contra España». «Amnistiar a los independentistas es una manera de decir que en este país no existe la separación de poderes, que la acción de la Judicatura es mero papel mojado y que el discurso del Rey el 3 de octubre fue mentira». Según relata, perdonar penalmente a los secesionistas sería sinónimo una posición política próxima al «totalitarismo».

Cartel sobre Pedro Sánchez y Txapote mostrado en la manifestación de Barcelona.I.A.

Otra mujer llamada Isabel y también valenciana asegura que ha viajado hasta Barcelona porque tras la amnistía «lo próximo que viene son los 'Países Catalanes'», una entelequia nacionalista bajo la que se pretende anexionar a Cataluña, Islas Baleares, una parte del sur de Francia y la Comunidad Valenciana, todo ello –claro está– supeditado al dominio de la Generalitat de Cataluña. Según ella, Sánchez «no puede pactar con alguien que incumple la ley» -en referencia a Puigdemont-, lo que convertiría al líder de los socialistas en un «dictador».

Muchos ciudadanos han portado carteles con la imagen del presidente en funciones.

Asimismo, Isabel denuncia que el clima de tensión provocado por los independentistas esté generando una situación de «guerra civil» entre los «hermanos catalanes». «En un mismo edificio y en la misma familia vemos cómo cuelgan banderas españolas y la 'estelada', lo que crea peleas entre ellos», censura. A la par, lanza una advertencia de cara al futuro más inmediato para España coincidiendo con su tocaya: «Sánchez es un dictador. Está haciendo lo mismo que Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela o que la familia Castro en Cuba. Vamos por muy mal camino», concluye.

Por último, aunque prefiere no dar su nombre, una señora porta el eslogan «Sánchez traidor», uno de los cánticos que más se han coreado durante toda la mañana y que se podía leer en infinidad de carteles y pancartas. A se juicio, tacha de esa manera al jefe del Ejecutivo porque «es lo peor que le ha pasado a este país».