González alerta del riesgo de que el separatismo interprete que la amnistía legitima el referéndum del 1-O
El expresidente del Gobierno participó en una conversación informativa organizada por la Asociación de Periodistas Europeos y moderada por el periodista Miguel Ángel Aguilar
para Felipe González, la amnistía es «inadmisible» tanto desde el punto de vista jurídico como político. Lo ha manifestado en varias ocasiones y lo volvió a manifestar este lunes en una conversación informativa con periodistas organizada por la Asociación de Periodistas Europeos que moderó el periodista Miguel Ángel Aguilar.
El expresidente del Gobierno remarcó que aprobar una ley de amnistía vendría a «deslegitimar el Estado democrático», desde la aplicación del 155 hasta la actuación del juez Llarena y todo el juicio del Tribunal Supremo, y «legitimar el comportamiento» de los partícipes del procés. Pero además, el histórico dirigente socialista advirtió de que estamos también ante un problema de interpretación.
En este sentido, alertó de que si hay una amnistía, los amnistiados podrían llegar a considerar «que todo lo que hicieron era legal y legítimo», es decir, que, según les conviniera, podrían interpretar que fueron legítimas las leyes de desconexión de Cataluña y el referéndum.
Su estrategia no funcionó
El PSOE renuncia a defender la amnistía en el Senado y queda acorralado entre el PP y Aragonés
González denunció que en el caso de la amnistía no se trataría de perdonar, sino de pedir perdón, y de borrar todo lo que ocurrió, y cargó así contra la posibilidad de que con ella los que defendieron la convivencia y el orden constitucional tendrían que pedir perdón a quienes la rompen. «No pediré perdón por defender la Constitución», remarcó el exdirigente socialista.
Señaló entonces que él está a favor de los indultos, pues sería perdonar, pero en contra de la amnistía. De la misma manera que está de acuerdo en que se defienda el federalismo, y también con la propuesta del PSOE para transformar el Senado en una Cámara federal, pero se posiciona en contra de «romper la igualdad de derechos».
El expresidente socialista indicó, asimismo, que ahora no se estaría hablando de una amnistía si no hicieran falta los siete votos de Carles Puigdemont para la investidura. Apuntó, además, que lo que se sabe de las negociaciones es poco, y lo que se conoce son las posiciones de Junts y ERC, con quienes, como puntualizó, hay negociaciones diferentes en cada caso.
A su juicio, los españoles dieron una lección el 23-J y el resultado fue dar a los dos grandes partidos una mayor representación en comparación con el resto de formaciones políticas. Por ello, González considera que PP y PSOE tienen una «sobrerresponsabilidad» y tendrían que ponerse de acuerdo para acometer varias reformas para el país.
González, preguntado sobre si votaría a Pedro Sánchez si mañana hubiera elecciones, aseguró que hasta ahora siempre ha votado al PSOE, que si hubiera elecciones mañana «hablamos mañana» y señaló, aludiendo a una reforma electoral, que era partidario de que hubiera listas abiertas. Ante la pregunta de si un político se debe antes a sus siglas, a sus principios o a su país, el exjefe del Ejecutivo manifestó que su «prioridad número uno se llama España» y remarcó que los partidos políticos son «instrumentos al servicio de la sociedad».
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