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Pedro Sánchez, en el Consejo EuropeoAFP

La UE tardó menos de 5 minutos en liquidar el debate sobre las lenguas cooficiales, incluyendo el catalán

Los ministros no tuvieron tiempo ni de comentar ni de leer el documento de la propuesta de Sánchez, que se remitió al Consejo en español y sin traducción para las demás delegaciones

La Unión Europea resolvió rápidamente, en menos de cinco minutos, el debate sobre el reconocimiento de las lenguas cooficiales de España, que incluyen el catalán, euskera y gallego.

Los ministros no perdieron el tiempo y no intervinieron en el encuentro, celebrado en Bruselas, que concluyó tras las declaraciones al secretario de Estado para la UE, Pascual Navarro.

El PSOE pretendía que la discusión fuera más extensa, centrada en la evaluación legal, financiera y práctica que los socios europeos requieren para examinar a fondo la propuesta española, pero el debate terminó durando «entre dos y cinco minutos».

La escasa duración de este debate señala la falta de prioridad que se le ha dado a este asunto en un contexto geopolítico tenso marcado por la invasión de Ucrania.

Esta situación ha generado críticas hacia el enfoque del ejecutivo español, actualmente a la cabeza del Consejo Europeo. Liderado por Pedro Sánchez, insiste desde el verano en promover las lenguas cooficiales en la UE, en lugar de concentrarse en temas de mayor urgencia. Este enfoque ha provocado una disminución notable de la reputación de España en Bruselas.

Y según supo El Debate a través de fuentes del Consejo, un grupo de 17 países espera todavía una evaluación detallada del impacto que tendría integrar las lenguas cooficiales en la Unión Europea.

Visto y no visto

En el Consejo de ministros europeos de Asuntos Generales, el tema presentado por la presidencia española ocupó entre dos y cinco minutos.

Este brevísimo margen de tiempo se utilizó para mencionar la existencia del asunto, dejando claro que se continuará examinando a nivel técnico la propuesta revisada del ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, presentada formalmente a última hora del lunes.

Algunos ministros, como el finlandés de Asuntos Europeos, Anders Adlercreutz, habían advertido previamente sobre las dificultades para avanzar en la discusión.

El ministró señalo, además, que el PSOE no se había tomado la molestia de traducir el documento con su propuesta; lo remitieron al Consejo Europeo en español, lo cual complicó su análisis por parte de los demás ministros.

El gobierno español sostiene que el reconocimiento de sus lenguas cooficiales sería un caso único en la UE, citando su supuesto encaje en la Constitución española y el número de hablantes.

Ya han prometido que serán los españoles quienes cubran el coste, elevado, de integrar las lenguas en la UE. Pero esta garantía no fue suficiente, ya que varias delegaciones dudan y temen un efecto dominó que podría incentivar a otras lenguas minoritarias a reclamar el mismo estatus.

Aún está pendiente la evaluación sobre el impacto financiero, legal y práctico que el reconocimiento de estas lenguas tendría en la UE.

La Comisión Europea coordinará estas evaluaciones, que no se esperan antes de dos o tres meses. Este calendario sugiere que el debate a fondo no se abordará antes de que termine la presidencia rotatoria de España el 31 de diciembre, periodo en el cual España podría marcar la agenda de las discusiones.