El Parlamento Europeo condena la amnistía con 27 intervenciones en contra aunque el PSOE canta victoria
La polémica por la ley de amnistía apenas interesó al Parlamento Europeo al que asistió menos del 10 % del hemiciclo
El magistrado Campo se aparta de un recurso sobre la amnistía para salvaguardar la «imparcialidad» del TC
El debate que tuvo lugar en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo este miércoles sobre el Estado de derecho en España, a raíz de la ley de amnistía que quiere aprobar Pedro Sánchez para contentar a sus socios de Gobierno, no ha tenido el efecto deseado para ninguno de los dos bandos.
La pieza clave era el comisario Didier Reynders al que tanto los partidarios como los detractores de dicha ley querían llevarse a su terreno. No fue así y el responsable de Justicia de la Comisión puso distancia entre ambos bandos.
Por un lado, basándose en el Informe de situación del Estado de derecho en la Unión Europea, apeló a la «urgencia de renovar» el CGPJ, algo que validaba argumentos socialistas al respecto; pero por otro lado, también señaló que no era de recibo posicionar en altos puestos del Estado a cargos políticos, lo que validaba las críticas vertidas desde hace años al PSOE.
Sobre la ley de amnistía, Reynders se desentendió de ambos. Por un lado, señaló que era un asunto nacional pero, por otro, apuntó que «vigilarían muy de cerca» la evolución de los acontecimientos.
Lo que subraya cada uno
El PP pone en valor el hecho de que la Comisión seguirá muy de cerca el procedimiento para que se cumpla la legislación europea. Por el lado socialista consideran que ha sido un fracaso del PP y celebra que Reynders lo circunscriba a un problema nacional.
En cuanto al informe, los populares celebran que se haya hecho hincapié en todos aquellos puntos que incumplen las recomendaciones para cumplir con el Estado de derecho que propone Bruselas. El PSOE se defiende diciendo que «el Estado de derecho está en el centro de la acción política del Gobierno».
Los de Feijóo señalan que la «vergüenza» se ha visto corroborada «no ya por la intervención de Toni Comín, mano derecha de Carles Puigdemont, sino por la portavoz socialista Iratxe García, que ha actuado como la voz de su amo, Pedro Sánchez». García defendió en la Unión Europea todo lo contrario a lo que defendió en Estrasburgo durante el debate.
Para los socialistas, lo que un ataque al Estado de derecho es la alianza con la «ultraderecha de Vox», argumento defendido por Izquierda Unida y el resto de partidos afines.
Todavía es muy temprano para medir las consecuencias reales del debate de ayer. Mientras el PSOE quiere acelerar en la medida de lo posible la tramitación legislativa, el PP, Vox y Ciudadanos planean seguir tocando todos los resortes posibles para que la Comisión se moje de una vez por todas como hizo con Rumanía, Polonia o Hungría.