La juez del caso de Esther López mantiene en libertad, con medidas, al sospechoso de su muerte
En el auto, la instructora le impone la obligatoriedad de acudir a los juzgados todos los lunes para firmar y le prohíbe su salida del país
El Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid ha resuelto este viernes mantener en libertad, aunque con medidas, al único investigado de la desaparición y muerte de la vecina de Traspinedo Esther López de la Rosa, según han informado a Europa Press fuentes jurídicas.
La decisión de la jueza titular, Soledad Ortega, a través del correspondiente auto, se ha producido después de la nueva toma de declaración al único investigado por la desaparición y muerte de la joven, para quien las dos acusaciones particulares, en representación de la hermana y los padres de la víctima, han solicitado su ingreso en prisión y la Fiscalía de Valladolid, ejercida por su máxima responsable, Soledad Martín Nájera, el encarcelamiento eludible bajo fianza.
En su auto, la instructora le impone la obligatoriedad de acudir a los juzgados todos los lunes para firmar en las pendencias de la Guardia Civil más cercanas a su domicilio y la prohibición de salida de territorio nacional, con retirada del pasaporte o prohibición de expedición de uno nuevo, sin que se estime necesario la adopción de una fianza por un mínimo importe que carece de efecto disuasorio.
«A la vista de lo actuado hasta este momento se considera que no concurren los requisitos previstos en la LECR, y que por tanto no cabe acordar la prisión provisional comunicada y sin fianza del investigado, ya que existen otras medidas menos gravosas para garantizar o asegurar su presencia en el acto del juicio oral, siendo importante destacar que la medida cautelar de prisión provisional no se contempla como un cumplimiento adelantado de la pena que en su día se le pudiera imponer al hoy investigado», advierte la jueza.
También precisa la instructora que «aun cuando se estime que de la causa existen motivos bastantes para creer responsable criminalmente del hecho delictivo al investigado, no podemos desconocer que en nuestro derecho penal la muerte por atropello se contempla de tres formas distintas, en atención al dolo con el que actúa el autor, esto es, como un homicidio doloso (artículo 138 y siguientes del Código Penal) como un homicidio por imprudencia grave (artículo 142.1 del Código Penal) y como un homicidio por imprudencia menos grave (artículo 142.2, del Código Penal) con la consiguiente repercusión en las penas recogidas en los tipos penales, que son menos graves en estos dos últimos casos».
«Es evidente que podemos descartar las tres últimas motivaciones, ya que la investigación policial está prácticamente concluida y por tanto el investigado no puede ocultar, alterar o destruir las fuentes de prueba relevantes para el enjuiciamiento, no puede actuar contra otros bienes jurídicos de la víctima y es improbable que pueda cometer nuevos delitos, por lo que tan sólo tendría sentido acordar la prisión provisional para asegurar la presencia del investigado en el acto del juicio oral».
No hay riesgo de fuga
Y es en este punto donde la instructora entiende que no existen motivos para pensar que el investigado pretenda eludir la acción de la justicia ya que, salvo en un primer momento en el que la investigación policial se dirigió igualmente contra otros dos sospechosos, ha sido el principal investigado con conocimiento de las diligencias de investigación que se estaban practicando, una vez alzado el secreto, "sometido a una gran presión mediática, pero siempre ha comparecido a los llamamientos policiales y judiciales, ha colaborado en cuantas diligencias se han practicado sin oponer resistencia alguna, facilitado teléfono, correos, coche, llaves del mismo...etc.».
Hasta la resolución de la instructora se han vivido momentos de tensa espera, los mismos que a primera hora de la mañana se han registrado a las puertas del Edificio de los Juzgados de Valladolid, en la calle Angustias, con motivo de la concentración que desde antes de las 09.30 horas ha protagonizado medio centenar de personas, entre familiares y amigos de Esther López, para reclamar justicia para la víctima.
Los concentrados portaban fotografías de la fallecida y, pese al intenso frío reinante a esa hora, se han mantenido firmes y, de forma intermitente, han coreado gritos en contra del único investigado mientras éste realizaba su segunda declaración en sede judicial a lo largo de estos dos años que se ha prolongado por espacio de hora y cuarto y en la que tan solo ha respondido a preguntas de la juez, la fiscal y su letrada defensora.
El declarante, para sorpresa de los allí presentes, ha utilizado la puerta principal de los juzgados para acceder al inmueble, cuando todo hacía prever que lo haría abordo de un coche policial y por la puerta lateral de la calle Torrecilla, para así evitar situaciones de tensión.
«¡Justicia para Esther, asesino, mentiroso, cobarde, narcisista....tenía sólo 35 años!», coreaban los concentrados entre quienes llevaba la voz cantante una tía de la fallecida, quien también ha exigido que le metan en prisión ya. «'Los turrones, en la cárcel!», ha pedido la tía de la víctima, a la que segundos después respondía otra mujer que participaba igualmente en la movilización con un «qué turrones, que le den veneno!».
La nueva testifical del ahora único investigado, después de que se sobreseyeran las actuaciones contra los otros dos sospechosos, Ramón G. y Carlos Lucio G.D ('Carolo'), se produce tras recibir la juez a mediados de noviembre el atestado de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que investiga el caso.