Moción de censura en Pamplona
El volantazo del PSOE: en 2020 expulsó a dos concejales por apoyar una moción de censura de Bildu
Ramón Alzórriz, el líder de los socialistas navarros que hace unos días defendió la moción en Pamplona, aseguró hace tres años que los ediles habían «engañado al PSOE, a su agrupación y a los votantes»
Los socialistas navarros han decidido arrebatarle la Alcaldía de Pamplona a Unión del Pueblo Navarro (UPN), para otorgársela al líder de Bildu en el consistorio de la capital de la comunidad foral. Sin embargo, hace poco más de tres años, en marzo de 2020, el PSOE expulsó «de manera fulminante» a dos de sus concejales del municipio navarro de Estella –que cuenta con 14.000 habitantes– porque precisamente apoyaron una moción de censura, junto a Geroa Bai, para hacer primer edil a un político de Bildu.
Hace tres años el Ayuntamiento de Estella estaba liderado por Gonzalo Fuentes, que pertenecía a la coalición Navarra Suma; integrada por UPN, el PP y Ciudadanos. No obstante, su Ejecutivo se encontraba en minoría debido a que contaba con siete asientos en el consistorio, mientras que Bildu tenía seis, el PSOE tres, y Geroa Bai uno. Así las cosas, dos de los tres concejales socialistas –Jorge Crespo y Magdalena Hernández– votaron favorablemente en una moción de censura encabezada por Bildu, y en consecuencia fueron expulsados de la formación.
El líder de los socialistas navarros, Ramón Alzórriz, aseguró a eldiario.es que, los dos líderes habían «engañado al PSN-PSOE, a su agrupación, a los votantes y a la sociedad en Estella con un único fin». «Los hechos evidencian que su única aspiración personal es llegar a la Alcaldía, sin preguntarse sobre el cómo», añadió.
Por su parte, el pasado miércoles el propio Alzórriz defendió que Bildu se quedara con la Alcaldía de Pamplona ya que la ciudad «necesita un cambio» tras años de «parálisis» con los gobiernos municipales de UPN. Asimismo, acusó a Cristina Ibarrola –actual alcaldesa– de llevar a cabo una acción política «prepotente, unilateral, opaca y ajena al diálogo constructivo», que «menosprecia continuamente al resto de fuerzas a pesar de estar en minoría», y con la que ha utilizado el consistorio para «confrontar» con los gobiernos central y foral.
«Por responsabilidad no podemos seguir más tiempo impasibles. Pamplona necesita un cambio, un tiempo nuevo de convivencia, avance y futuro, poniendo en valor lo que nos une frente a las divisiones y conflictos permanentemente causados por UPN y las derechas», zanjó Alzórriz para justificar el pacto logrado con la formación de la izquierda aberzale.
Este cambio de rumbo –y de retórica– en las decisiones tomadas por la dirección de los socialistas revelan las exigencias a las que se debe plegar el partido de Pedro Sánchez con tal de recabar todos los apoyos necesarios para seguir en el poder, sin importar que contradigan las líneas ideológicas que hubiesen establecido en el pasado.