Los socios de Sánchez se manifiestan en apoyo a los terroristas de ETA
La concentración ha congregado a dirigentes de Bildu, ERC, Junts y la CUP
Los convocantes han manifestado que «no hemos traído a los presos para que continúen en la cárcel sino para vayan saliendo una vez les aplique la legislación ordinaria»
Decenas de miles de personas –20.000 según fuentes municipales– se han manifestado este sábado en Bilbao, convocadas por la red ciudadana Sare, para reclamar que instituciones políticas y judiciales vascas «diseñen y faciliten» el regreso a casa y la excarcelación de los presos de ETA.
«A los presos les decimos que seguiremos trabajando para sacarlos a la calle. No los hemos traído hasta aquí para que continúen en la cárcel. Los hemos traído a las cárceles vascas para que vayan saliendo una vez les sea aplicada una legislación de carácter ordinario. Queremos ser la llave de la solución y esa llave la tienen que tener las instituciones vascas y la judicatura vasca», ha subrayado el portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, que ha censurado además a quienes utilizan «las togas con afán de venganza y a la Audiencia Nacional como plataforma de prevaricación».
Entre los manifestantes se han entremezclado representantes políticos secesionistas tantos vascos como catalanes y miembros de organizaciones sindicales y sociales, que han reivindicado los derechos de los presos de ETA y han exigido «el fin de la excepcionalidad». Así, Bildu ha participado en la marcha con una amplia representación encabezada por su coordinador general, Arnaldo Otegi, la coordinadora de la formación en Navarra, Miren Zabaleta, la portavoz de la campaña electoral, Oihana Etxebarrieta, y el parlamentario de la coalición soberanista Julen Arzuaga.
Junto a ellos han desfilado representantes de los partidos nacionalistas catalanes ERC, Junts, CUP, y ANC. En representación de Esquerra, se han sumado a la marcha la portavoz adjunta del partido en el Congreso de los Diputados, Teresa Jordá, así como el senador Joan Queralt, y el histórico Joan Tarda, mientras Junts ha enviado a su vicepresidente y portavoz de Junts, Josep Rius.
La Asamblea nacional Catalana (ANC) ha estado representada por su presidenta, Dolors Feliu, y por parte de la CUP ha acudido Montserrat Vinyets. Asimismo, la marcha ha contado con la presencia de representantes de los sindicatos ELA, LAB, ESK, Steilas, Hiru, HNE, CGT/CNT.
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«Víctimas de violencias»
Los convocantes han tenido un recuerdo para «todas las víctimas de todas las violencias» y han denunciado «a quienes, permanentemente, quieren hacer un uso político de su dolor». «Les debemos respeto, apoyo, reconocimiento, reparación y solidaridad en su sufrimiento. Les queremos decir, que en el proceso de reconstrucción de la convivencia, también ellas, son claves para alcanzar una paz sólida», han dicho.
Además, han trasladado su apoyo a «los pacificadores» Txetx Etcheverry y Bea Molle, detenidos en 2016 la operación policial de Luhuso por ofrecerse a ETA para mediar en el proceso de desarme y destrucción de armas, y que serán juzgados en París el 2 y 3 de abril.
«Problema irresuelto»
Tras mostrar su esperanza de «poner fin a todas las normas penitenciarias de excepción» que afectan a los presos, Sare ha agradecido en el comunicado final la participación de «partidos políticos, sindicatos y asociaciones de Euskal Herria», especialmente de la ciudadanía vasca, por su presencia en la marcha «diciendo alto y claro, que mientras las personas presas no vean reconocidos sus derechos, seguiremos viviendo una injusticia y teniendo un problema irresuelto».
En opinión de Sare, con ese «esfuerzo colectivo» se está «abriendo el camino de regreso a casa» de los presos de ETA, «personas exiliadas y deportadas vascas».
La red ciudadana ha afirmado que buscan «cerrar el ciclo de las violencias, con una pacificación real, que dé paso a la convivencia y la resolución», mediante la implantación de «una cultura de los derechos humanos y de paz». «Eso sería una auténtica garantía de no repetición», ha indicado.
En este punto, se ha dirigido a «quienes se empeñan en dibujar un escenario de vencedores y vencidos», para advertirles de que «ese escenario es imaginario» y, además, «ajeno a las ansias de paz que tiene la inmensa mayoría de la sociedad vasca».
Según ha recordado, el «esfuerzo» de organizaciones políticas, sindicales y sociales como Sare, para «poner fin a la cruel política de alejamiento» ha conseguido que los presos de ETA «estén ya en las cárceles» de la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra, lo que supone «una etapa cumplida».
Sin embargo, ha advertido de que «ahora toca abrir las puertas de las cárceles y traerlos a sus casas, a través de la aplicación de una política penitenciaria sin excepciones». «Cojamos en nuestras manos las llaves de la resolución. Las llaves que cierren las puertas al sufrimiento. Las llaves que abran las puertas a la convivencia. Y todo ello con más democracia», ha indicado.
Para Sare, la «vuelta a sus casas de estas personas» no puede quedar «en manos de personas ajenas» al pueblo vasco, «desconocedoras de lo que la sociedad demanda y a quienes no importan las consecuencias, que para nuestra sociedad puedan tener sus decisiones». «No estamos hablando de utopías. Estamos hablando de posibilidades reales», ha asegurado.
A su juicio, deben ser «las instituciones políticas y judiciales de Euskal Herria», las que «diseñen y faciliten el recorrido del regreso a casa de los presos y presas vascas». «Debe ser la sociedad vasca, a donde estas personas han de regresar, quien defina el cómo y el cuándo deben regresar. Y ello exige decisiones politicas, valientes y justas», ha puntualizado.
Por ello, ha exigido «una política judicial y penitenciaria, sin normas excepcionales». «No exigimos privilegios. Exigimos que se les aplique la legalidad ordinaria y se respeten los derechos que asisten a las personas privadas de libertad», ha indicado.