Bruselas reclama a la Eurocámara que investigue los vínculos rusos con el independentismo catalán
El independentista Toni Comín habla de «acusaciones falsas» en un debate tenso en Estrasburgo que puso el foco en las conexiones del Kremlin con el procés
El Parlamento Europeo debatía este martes durante la sesión del pleno en Estrasburgo sobre el «Russiagate» y las posibles interferencias que está desarrollando Rusia en las democracias de los países de la Unión. El foco, por supuesto, estaba en las últimas revelaciones acerca de que una eurodiputada podía ser una espía del Kremlin y en las conexiones del independentismo catalán con Putin.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, ha reclamado que el Parlamento Europeo investigue los vínculos del independentismo catalán con el Kremlin, después de señalar la creciente injerencia rusa para desestabilizar la democracia europea.
«Es deber de esta casa investigar quién hizo qué, bajo qué condiciones para jugar el juego de Moscú», ha asegurado el responsable de Protección del Estilo de Vida Europeo durante el debate en el que hizo mención expresa a los lazos del secesionismo catalán con funcionarios rusos. Schinas habló de «estrechos y regulares» contactos que se establecieron entre 2017 y 2020.
El comisario griego apuntó claramente al caso de Puigdemont, después de que se prorrogara la instrucción de la causa judicial que señala que su entorno estableció vínculos con Rusia en el marco del procés en 2017. Schinas lo ha relacionado con la eurodiputada letona Tatjana Zdanoka, próxima también al independentismo catalán, que está acusada de colaborar durante 20 años con el Servicio Federal de Seguridad de Rusia.
El expresidente de la Generalitat no quiso intervenir en el debate, pero sí lo hizo a modo de representación el exconseller Toni Comín, quien habló de acusaciones «falsas» sobre la injerencia rusa en Cataluña. También quiso defenderse la política letona, sobre quien la Eurocámara ya ha abierto una investigación. Rechazó por completo las acusaciones que hay contra ella y aseguró que es una «agente a favor de la paz, contra el fascismo y a favor de una Europa unida».
Por su parte, la derecha ha denunciado ante la Eurocámara la ley que se está preparando en España que podría impedir a los jueces investigar los indicios de la participación rusa en el proceso independentista. Ha alertado de los problemas que podría conllevar la ley de amnistía en este sentido y ha exigido que se investiguen «hasta el final» las relaciones «turbias» que existen entre el eurodiputado Carles Puigdemont con el líder del Kremlin, Vladimir Putin.
La líder europea del PP, Dolors Montserrat, ha advertido en su intervención que «la rusosfera es el enemigo público número uno de Europa» y ha subrayado la necesidad de que los vínculos de agentes rusos con eurodiputados como Puigdemont, que ya han sido acreditados por el propio Parlamento Europeo, sean investigados tanto a nivel europeo como nacional. Ha lamentado también que, en España, Sánchez esté dispuesto a amnistiar «gravísimos eurodelitos de terrorismo» que podrían ser incluso considerados como traición por los vínculos con Rusia, al igual que Maite Pagazaurtundúa, quien señaló al presidente del Gobierno por llevar a cabo un «desacato a la independencia judicial» a través de la amnistía.
En este sentido también se pronunció Adrián Vázquez (Cs), que se dirigió al propio Puigdemont aunque no estuviera en la sala y le advirtió de que «colaborar desde el escaño con el régimen ruso no le saldrá gratis».
Por parte de Vox, Hermann Tertsch subrayó que estaba saliendo a la luz que Putin había participado en el «golpe de Estado» que se dio en Cataluña en 2017 y lamentó que el Gobierno actual estuviera protegiendo a Puigdemont a cambio de «mantenerse ilegalmente en el poder».
En defensa del Ejecutivo, se mostró el eurodiputado socialista Fernando López Aguilar, quien criticó a la oposición por «desviar la atención» del debate para «malmeter» contra el Gobierno de Pedro Sánchez.