Ábalos ridiculiza a Sánchez e ignora su orden de que entregue el escaño: «No puedo rendirme»

La expectación en la sala del Congreso era máxima para escuchar la comparecencia de José Luis Ábalos, el político que ha copado las portadas de los periódicos en los últimos diez días por la trama de corrupción que afecta al PSOE de Pedro Sánchez por la adjudicación de contratos durante la pandemia; partido que le dio un ultimátum de 24 horas -que terminó este mediodía- para dejar su escaño.

Sin embargo, el que fuera ministro de Transportes y mano derecha del presidente del Gobierno ha hecho caso omiso a su formación y ha optado por mantener su puesto en el Congreso de los Diputados, por lo que pasará a formar parte del Grupo Mixto, tal y como él mismo ha manifestado: «Defender mi honor desde el Grupo Mixto me permitirá defender mis ideas con criterio».

«No puedo rendirme. No puedo complacer. Tengo que defenderme a todos los niveles. Siento que me enfrento a todo, a todo el poder político», ha señalado Ábalos con un tono cadencioso para después agregar que «soy un mero peón que se inserta en una lucha política sin reglas».

Así las cosas, el extitular de la cartera de Transportes ha dictaminado que no asume su «culpabilidad» porque ello «provocaría mi estigmatización no solo política, sino personal». «Tengo una edad, y sé lo que es un apestado político», ha apostillado. Igualmente, ha llegado a elogiar su gestión de las adjudicaciones de material sanitario durante el coronavirus, dado que se limitó «a conseguir equipos lo más rápidamente posible, aminorando los costes», y que desde su departamento «procuramos las medidas de protección que exigían los trabajadores, los operarios; y las conseguimos antes que otras administraciones, y a mucho mejor precio».

Respecto a su partido, ha criticado que desde Ferraz quieran «rendir un tributo a la derecha» en la gestión de la «crisis» del presunto caso de corrupción; mientras que el exmiembro del Ejecutivo de Sánchez considera que «no puedo acabar mi carrera política como un corrupto cuando soy inocente».

A renglón seguido, ha aprovechado para atacar a la derecha y a los «pseudomedios» por la «cacería a la que ha estado sometido». En consecuencia, ha relatado que a sus «allegados» les «han ofrecido dinero a cambio de una entrevista», y que « han intentado localizar mi domicilio» para sacarle una «foto» comprometida.

Por su parte, Ábalos -entre lágrimas- ha concluido su intervención subrayando que «mis últimas palabras quiero dirigirlas a los magníficos diputados, las magníficas diputadas (sic) que conforman el Grupo Parlamentario Socialista los que quiero despedirme mi gran afecto», para después, de manera velada, decirle al PSOE que «yo también tengo respuestas».