Fundado en 1910

Ilustración de Sánchez ante PuigdemontLu Tolstova

Camino libre hacia el tercer referéndum de independencia

El camino hacia un tercer referéndum de independencia tras los de 2014 y 2017 se empezó a andar en verano de 2021 cuando el gobierno Sánchez aprobó el indulto a los políticos independentistas condenados por sedición y malversación. A inicio de 2023 ese camino hacia la independencia dio un salto adelante con la reforma del código penal que abolía el delito de sedición y modificaba el de malversación y finalmente en marzo de 2024 el transito hacía un nuevo referéndum, antesala de la separación, ve la meta a su alcance con la aprobación de la ley de amnistía.

En julio de este año Puigdemont volverá a España para recorrer junto a sus fanatizados seguidores los últimos pasos de ese camino hacia un nuevo referéndum.

Desde la elección de Sánchez en 2019 hasta hoy el gobierno y sus socios separatistas se han afanado a reescribir la historia de lo sucedido en Cataluña en 2017. Los responsables de crear una situación de pre guerra civil y de hundir a Cataluña económicamente pasan a ser víctimas y los que evitaron una nueva página negra en la historia de España: el Rey, policías, jueces, guardias civiles y los catalanes que se enfrentaron al golpe de estado dado desde el poder de la Generalitat se convierten en verdugos.

La reescritura de la historia no es baladí, es fundamental para justificar todo lo que sucederá a continuación en Cataluña en los próximos tiempos. Según el nuevo relato oficial, avalado por Moncloa, el independentismo tenía razón y, por ejemplo, los Jordis no asediaron una comitiva judicial sino que celebraron una festiva concentración inocente. Así pues, ahora, están facultados para repetir su acción, por ejemplo, frente a la Delegación del Gobierno sin que ese asedio tenga consecuencia alguna para ellos.

Según la nueva realidad política y jurídica desde el gobierno autonómico se puede convocar un referéndum de independencia unilateral y eso no es delito de sedición con lo cual estamos invitando a quienes cometieron un delito que hoy ya no lo es a que vuelvan a convocar dicho referéndum. La ley y el poder hoy les ampara.

Si según la nueva realidad y la nueva legislación los que cortaron la autopista en la frontera de Francia, invadieron el aeropuerto internacional de El Prat, cortaron las vías del AVE, buscaron datos de líderes políticos o personas significadas por no ser nacionalistas no cometieron un delito terrorista ¿Qué les impide planificar nuevos sabotajes o intentos de atentado contra nadie?

Durante el juicio en el Supremo sobre el procés, el relato independentista, buscando la exculpación, afirmó que todo era una exageración y que nunca quisieron alterar el estado de derecho. Tres años más tarde su relato ha cambiado. Al parecer ahora en 2017 sí pasaron cosas, pero todas ellas son culpa de los policías en los piolines, del Rey, de los jueces y de millones de catalanes inadaptados que atentaron contra indefensos separatistas que fueron víctimas de un estado facineroso.

Cataluña hoy está más cerca de la independencia que en 2017 por que en aquel entonces ERC y Junts, hoy socios de Sánchez, intentaron irse de España pero frente a su intento de golpe tuvieron al estado de derecho y a los dos grandes partidos nacionales, el PSOE y el PP. Hoy esos mismos socios de Sánchez pueden planificar la separación sin temor a que sus actos sean delito y sin miedo a que el estado de derecho les plante cara, el gobierno lo ha rendido.

El delito de traición, que la ley de amnistía se ha esforzado en dejar fuera de los supuestos imputables, no servirá para perdonar la traición de Sánchez a millones de catalanes no independentistas. En las elecciones autonómicas de finales de este año Illa pagará la factura que la sociedad catalana pasará a Sánchez.