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Sánchez y su Gobierno en la finca Quintos de Mora, en Toledo, el pasado enero

Sánchez y su Gobierno en la finca Quintos de Mora, en Toledo, el pasado eneroEl Debate

Investigación

Así organiza Sánchez sus «quedadas»: todo pagado, ninguna agenda de trabajo y van hasta los asesores

El uso de la finca de Quintos de Mora refleja la ostentación y el ocultismo de Sánchez: se llevó a decenas de personas, esconde invitados, no documenta trabajo alguno y, pese al dispendio, Moncloa afirma que salió gratis

Quintos de Mora es el «rancho de Sánchez», parafraseando la terminología que se estrenó para Aznar cuando, allá por comienzos del siglo XXI, recibiera a George W. Bush y a una larga lista de dirigentes internacionales, como Tony Blair, Jacques Chirac o Condolezza Rice.

Ahora es uno de los lugares preferidos por el líder socialista para pasar las Navidades en familia o, incluso, para organizar allí «quedadas» de convivencia con su equipo, de carácter privado, con invitados nunca detallados al completo, sin otra trascendencia pública que las fotos que La Moncloa difunde y, eso sí, con un coste para el erario que luego diluyen en los presupuestos ordinarios de cada departamento u organismo.

Pedro Sánchez reunió a todo el Gobierno el pasado mes de enero en la toledana finca Quintos de Mora, y al menos a otras trece personas entre asesores y funcionarios, para iniciar el año y exhibir unión. «Impulsar el proyecto político de la nueva legislatura», decían desde Moncloa, como definición de la última excursión de todos los ministros, que aprovecharon esta quinta, propiedad del Estado, para pasar el trago de ver caer en el Congreso de los Diputados el decreto sobre subsidios por desempleo de Yolanda Díaz y aprobar in extremis otros dos, a cambio de más cesiones a Junts.

Un retiro en «pandilla», en una fabulosa casa de campo, del que se desconoce la agenda de trabajo, ni tampoco se sabe el número total de personas que hasta allí se desplazaron para ‘asesorar’ a los ministros.

De hecho, pese a que El Debate solicitó formalmente a Presidencia del Gobierno documentación acerca de «las cuestiones debatidas, reuniones celebradas y conclusiones obtenidas de la jornada» de convivencia del Ejecutivo, no ha sido posible obtener ni una respuesta detallada.

Es más, han asegurado que «la naturaleza del encuentro no requiere de la elaboración de un acta o documento de similares características que detalle todos temas tratados o las conclusiones alcanzadas», pese al gran despliegue realizado desde Moncloa para la cita.

Sánchez se llevó al «Rancho de Aznar» a todo el Gobierno, a asesores y a empleados públicos, aunque no es capaz de explicar para qué y niega que costara un dinero extra

De la misma forma, tampoco ha sido posible conocer, pese a que todo ha sido sufragado con dinero público, si a las jornadas de convivencia asistieron también responsables de los partidos que conforman el Gobierno de coalición, o el número total de asesores y demás séquito que acompaña a Sánchez, que se desplazó a la localidad de los Yébenes. Cuestiones de protección de datos, argumentan desde Moncloa.

Reunión de Sánchez y su Gobierno

Reunión de Sánchez y su GobiernoEl Debate

De hecho, en la documentación oficial a la que ha tenido acceso El Debate, Presidencia del Gobierno, únicamente, ha identificado a los «miembros del Gobierno y de los empleados públicos que ocupan puestos de trabajo de nivel 28 o superior en la Relación de Puestos de Trabajo en la Presidencia del Gobierno», dejando en el aire la presencia de representantes de otros ministerios e incluso personal ajeno al Ejecutivo.

Al menos siete asesores, también

En este listado, además de los ministros, aparecen nombres como el de Óscar López, jefe de Gabinete de Sánchez; Francesc Vallès, secretario de Estado de Comunicación; Judith González, secretaria General de la Presidencia de Gobierno; Jorge Mijangos, director del Departamento de Protocolo; Valentín Carrera, jefe de la Unidad de logística Informativa de la Secretaría de Estado para la Comunicación; Rafael Ercilla, de la Unidad de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones; o Teresa Ortiz, consejera técnica del departamento de protocolo.

Además, pese al gran despliegue de personal que se desplazó hasta allí, desde Presidencia aseguran que «en lo concerniente a los gastos ocasionados por la estancia, indicar que debido a la cercanía del lugar de la reunión, (…), así como a la titularidad pública del inmueble en la que se celebró y al hecho de la esta actividad ocupara únicamente unas horas del día, no se han registrado otros gastos adicionales a los habituales de Palacio y Consejo de Ministros». Eso sí, reconoce que el Gobierno pagó «el alquiler de dos autobuses por un importe de 2.410,50 euros».

Sin embargo, no todo el Ejecutivo se desplazó a Toledo en autobús, sino que tal y como explican desde Moncloa, se utilizaron más medios de transporte. En concreto, el coche oficial y una aeronave de las Fuerzas Aéreas Españolas.

Se trataría, probablemente, del helicóptero que traslada a Sánchez en algunas ocasiones, el Super Puma, una aeronave que el presidente utiliza de forma frecuente, pese a que desde el Gobierno se incide en reducir los vuelos de corta duración por su coste y los gases contaminantes que emite.

Por su parte, Parques Nacionales, entidad que se encarga de la Quinta, ha insistido en las palabras de Moncloa, asegurando que la estancia de la plana mayor del Gobierno «no generó ningún gasto extraordinario al Organismo Autónomo», a pesar de que hasta allí se desplazaron «el director del Centro, el agente medioambiental jefe del centro y cuatro trabajadores de contrata para limpieza y mantenimiento».

Si comieron allí, queda en el aire. Como todo con Sánchez cada vez que un Palacio, una finca o una «quedada» se le cruza en el camino.

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