Sánchez consuma la infamia de una amnistía a la carta para Puigdemont mientras el separatismo ya prepara la independencia

La ley de amnistía impulsada por el PSOE –y respaldada por sus socios 'Frankenstein'– para beneficiar a los líderes secesionistas que materializaron el procés ha sido aprobada con 178 votos a favor y 172 en contra en el Congreso de los Diputados. El texto se modificó la semana pasada en la Comisión de Justicia de la Cámara Baja tras las exigencias del prófugo Carles Puigdemont, a las que finalmente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se plegó.

Durante el propio debate legislativo de este jueves tanto ERC y como Junts han avisado a Sánchez de que la aprobación de la polémica medida de gracia es tan sólo un primer paso de su camino hacia la independencia. En concreto, la diputada de Esquerra Pilar Vallugera ha subrayado que tras esta norma debe llegar la convocatoria de un referéndum de autodeterminación, mientras que la formación liderada por Puigdemont ha dejado claro que con esta iniciativa «sólo se pasa página de la represión».

Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo –que ha defendido la postura de su partido– ha expresado que la norma «no es convivencia, ni Justicia, ni democracia, ni reconciliación» ya que «es sumisión». «Primero, no iba a haber amnistía, después, no se iba a amnistiar el terrorismo, luego se iba a amnistiar el terrorismo pero solo un poquito, tampoco la alta traición, y finalmente amnistían el terrorismo, la malversación, la corrupción y la alta traición. Lo han acatado todo», ha agregado.

El líder de Vox, Santiago Abascal, ha afirmado que la medida de gracia es «un colosal acto de corrupción» llevado a cabo por el jefe del Ejecutivo, al que no ve como el presidente sino como a un «villano de película» y el «jefe de una cuadrilla de forajidos».

De hecho, tras la convocatoria de las elecciones catalanas para el próximo domingo 12 de mayo, el propio prófugo ha aseverado que le haría «ilusión» poder estar en el debate investidura tras ser blindado por la amnistía.

El texto va al Senado

Tras el debate ha habido dos votaciones, una electrónica para aprobar el dictamen y una segunda, en la que se requería un mínimo de 176 votos dado que es una ley de rango orgánico. A petición del PP, esta votación clave ha sido pública y por llamamiento, con los diputados poniéndose en pie y gritando su voto a viva voz

Así, la proposición de ley irá ahora al Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta; por lo que previsiblemente será rechazada por los miembros de este órgano. Si se cumple este extremo, la normal volvería al Congreso para ser definitivamente aprobada. No obstante, la oposición ya ha anunciado que si el texto sale adelante recurrirán ante el Tribunal Constitucional y las instituciones europeas.