La mentira de la normalización de Sánchez: el independentismo crece en Cataluña

«En nombre de España y en nombre del interés de España y de la concordia entre españoles, vamos a conceder una amnistía a las personas encausadas por el procés catalán», afirmó Pedro Sánchez el pasado 15 de noviembre en el Congreso de los Diputados. Y «la amnistía no era el paso siguiente que quería dar, pero es coherente con la normalización en Cataluña», apuntaló unos días después.

Pues bien, lo cierto, y según confirmó la encuesta del Centro de Estudios de Opinión de Cataluña (CEO), es que el número de catalanes que apuestan por la ruptura con España y la independencia de Cataluña ha aumentado desde que el presidente Sánchez pronunció estas palabras. En concreto, los catalanes que apuestan por la independencia han pasado del 41 al 42 % mientras que los que se oponen a ella han descendido del 52 al 51 %, por lo que la sociedad catalana se encuentra más dividida si cabe que hace tan solo cuatro meses.

Cuando realmente se produjo una reducción del enfado contra España, es decir, un descenso en las ansias independentistas, al contrario de lo que asegura Pedro Sánchez, fue entre el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y esas engañosas palabras de Sánchez.

Mientras que aquel fatídico 1 de octubre de 2017 los favorables a la independencia eran casi la mitad de los catalanes, el 49 %, cuando Pedro Sánchez presentó la Ley de Amnistía, tan solo un 41 % de los catalanes apostaban por desligarse de España.

Y la tendencia no es buena porque, según los encuestados, el 6 % de los catalanes ven posible la independencia en los próximos 5 años mientras que un 11 % la ven factible en la próxima década, según el CEO Catalán.

De hecho, la encuesta señala que, a pesar de todas las medidas que ha tomado Pedro Sánchez para satisfacer a sus socios catalanes de Junts y de Esquerra, solo el 30 % de los ciudadanos catalanes encuestados se considera mucho o bastante satisfecho con el funcionamiento de la democracia en España.

De ahí que el 9 % de los catalanes apuestan por la vía unilateral para lograr la independencia mientras que un 33 % quieren una independencia pactada. Tan sólo un 10 % de la población desea mantener la pertenencia a España tal y como está, sin negociación.