«El reto esta campaña electoral es desenmascarar al PSC. No existiría Aragonès sin Illa ni Illa sin Aragonès»

Para Ignacio Garriga, el 12 de mayo se escoge un modelo de políticas, se elige «entre seguridad o inmigración ilegal; libertad lingüística o imposiciones lingüísticas; impuestos bajos y servicios públicos de calidad o seguir financiando la industria política». Ve en estas elecciones una oportunidad de cerrar la etapa «decadente» en la que, a su juicio, han sumido a Cataluña los separatistas con la complicidad del PSC, y avanzar en la construcción de una Cataluña «post separatista»: «próspera, segura y libre de imposiciones separatistas».

En febrero de 2021, Vox, con él a la cabeza, irrumpió en el Parlamento catalán con 11 escaños, más de lo que sumaban PP y Ciudadanos juntos. Ahora, el también secretario general del partido afronta de nuevo estas elecciones con «mucha ilusión» y convencido de que revalidarán su condición de «primera fuerza de oposición nacional».

–Carles Puigdemont, cuando anunció su candidatura, dijo que está dispuesto a continuar con el trabajo que empezaron (en alusión a la independencia de Cataluña). ERC ha señalado que están negociando con el PSOE un posible referéndum. Los socialistas lo niegan. ¿Cree que va a haber referéndum?

–No tenemos ninguna duda de que el PSOE está dispuesto a todo y más con tal de contentar al separatismo. Que niegue ahora el referéndum o esas negociaciones, no le damos ninguna credibilidad. Habló en su momento de que no concedería indultos ni amnistía y hubo indultos, amnistía y modificación del Código Penal. Si del PSOE depende, habrá referéndum.

Lo más insultante de todo ello, y lo más grave, es escuchar a Junqueras hablando en los términos en los que lo ha hecho: ha dicho que «si es necesario, volveremos a la cárcel». Se ha demostrado que esa gran mentira de la reconciliación y de la normalización de la vida en Cataluña era la gran estafa del PSOE para mantenerse en el poder, era una humillación del Estado, del Gobierno, de España entera al separatismo.

–¿Veremos a Carles Puigdemont en el Parlament?

–Si depende de Pedro Sánchez, no tengo ninguna duda de que así será. Vox hará todo lo que esté en su mano para impedir que se pueda presentar a la sesión de investidura o que pueda pisar el Parlament de Cataluña, y para, desde nuestros gabinetes jurídicos, sentarle en el banquillo de los acusados para después entrar en la cárcel. No vamos a aceptar esa falsa normalidad que pretende imponernos el PSOE.

–Las últimas encuestas dan a Salvador Illa ganador de las elecciones. Usted ha insistido mucho en esta legislatura en que él y el PSC son la muleta del separatismo. No sé si considera que allí cala la idea de su «perfil moderado» o si le va a pasar factura la amnistía y el resto de promesas incumplidas del PSOE...

–No tengo duda que le pasará factura la traición que ha protagonizado de la mano de Pedro Sánchez y el PSOE al conjunto de españoles y de manera especial a los catalanes. Salvador Illa ha pactado todo con el separatismo a lo largo de esa legislatura. Ha pactado el incremento de presupuesto al mayor altavoz de odio y de propaganda como es TV3; ha pactado seguir contribuyendo a ese despilfarro millonario en la industria política, con más de 260 chiringuitos del separatismo con numerosos altos cargos; ha contribuido a que Cataluña sea la región con más impuestos propios. El gran reto en esta campaña electoral es desenmascarar al PSC, que ha sido el gran estafador. No existiría Aragonés sin Illa y no existiría Illa sin Aragonés.

–Una denuncia en la que ha insistido Vox es el aumento de la inseguridad en los barrios de Cataluña y el hecho de que en muchos municipios la multiculturalidad esté acabando con su identidad. ¿Cómo es la situación y qué reacción hay al discurso que plantea Vox?

–Los catalanes están hartos de esas políticas que han liderado el PSOE y el separatismo en torno a la inmigración ilegal. Están hartos de ese famoso «Volem acollir» que lideraban Junts, Esquerra y el PSC, porque ese «Volem acollir» ha hecho que muchos barrios y ciudades de Cataluña se hayan convertido en escenarios diarios de asesinatos, robos, peleas y violaciones.

Estoy convencido de que los catalanes van a dar una patada en el tablero y van a decir que quieren barrios seguros y que quieren acabar con esas políticas de fomento de la inmigración ilegal que han convertido a Cataluña en la región con más inseguridad de toda España. A los datos me remito: en el último año han crecido un 60 % los asesinatos, un 30 % las violaciones y, de los 8.147 reclusos, el 51 % son extranjeros. Vox dice basta. Es posible cerrar cárceles en Cataluña, protagonizar deportaciones masivas y garantizar la seguridad a los catalanes.

Las políticas de fomento de la inmigración ilegal han convertido a Cataluña en la región con más inseguridad de toda España

–¿Por dónde cree que habría que empezar a revertir la situación de Cataluña?

–El proyecto que pretendo liderar de la mano de Vox para los catalanes tiene cuatro ejes fundamentales. En primer lugar, la reducción drástica de la industria política para garantizar el bienestar de los catalanes, los servicios públicos de calidad, que son educación y sanidad. En segundo lugar, garantizar la seguridad en las calles. Para eso es fundamental protagonizar deportaciones masivas y bloqueos migratorios, y acabar con el efecto llamada.

En tercer lugar, garantizar la vivienda a los catalanes. No puede ser que hoy en día en Cataluña se esté destinando, por ejemplo, en la provincia de Barcelona, por encima del 40 % de las viviendas de protección oficial a extranjeros antes que a españoles. En cuarto lugar, garantizar la libertad en Cataluña. No existe libertad política ni libertad educativa.

–¿Qué valoración hace de la propuesta de financiación singular que ha defendido Pere Aragonès?

–Es, una vez más, una muestra de ese egoísmo separatista que nos ha llevado, por ejemplo, a que hoy tengamos restricciones de agua. El separatismo ha demostrado a lo largo de la historia que lo único que pretende es tener más competencias para avanzar en su proyecto separatista y en sus delirios ideológicos. Es algo ilegal e inconstitucional, a lo que nos oponemos de manera frontal, entre otras cosas porque sabemos las facilidades del separatismo en torno a la malversación de fondos públicos. Líderes separatistas han sido condenados por malversación, ahora ya amnistiados e indultados por el PSOE.

–¿Cree que Vox seguirá manteniendo su posición por encima del PP?

–Vox es la primera fuerza nacional y patriota en Cataluña, que lideró en las últimas elecciones esa reacción del sentido común frente a los partidos separatistas, a los socialistas y a aquellos que prometían mucho durante décadas pero que luego nunca restituyeron los derechos y las libertades de los catalanes. El trabajo realizado durante estos tres años ha fraguado y ha demostrado que es posible una alternativa. Lo hemos demostrado recorriendo toda Cataluña y estoy convencido que el hecho de haber conseguido llevar a debate al Parlamento temas que ninguna formación política antes se había atrevido a llevar, va a ser recompensado en votos.

Vox ha sido el único que ha levantado la denuncia de las consecuencias de la inmigración ilegal; el único que ha denunciado la mafia separatista y socialista que ha construido durante demasiadas décadas repartiéndose altos cargos, creando nuevas estructuras para colocar a sus afines; el único que ha denunciado la ideologización de la educación en Cataluña y cómo el separatismo ha comprado todos los medios públicos con el dinero de los catalanes para enfrentar y dividir.

–Hay quien cree que el constitucionalismo debería presentarse como un frente común. Las negociaciones entre el PP y Ciudadanos han fracasado. ¿Ha habido intento del PP por acercarse a Vox para algún tipo de negociación o de acuerdo de cara a las elecciones?

–No, no ha habido ningún tipo de acercamiento ni conversación, entre otras cosas porque Vox ofrece y lidera una alternativa diferente a la que puedan plantear Ciudadanos o el PP. Nosotros hemos defendido al sector del mundo rural frente a ese fanatismo climático, algo que tanto PP como Cs compran; de hecho, coinciden en mayor medida con el PSOE en las votaciones en Europa que con Vox. Vox quiere combatir de frente al separatismo, el PP y Cs entienden que son interlocutores válidos; de hecho, han tenido reuniones con él unos y otros; nosotros entendemos que la única solución es ilegalizar esos partidos.

Vox representa una alternativa total. Tiene grandes matices el constitucionalismo que defienden PP y Cs y el patriotismo que nosotros ofrecemos

El PP y Cs están a favor de esas ideologías woke y nosotros estamos liderando esa guerra cultural. Estamos comprometidos con la defensa de la familia y de las políticas que han fomentar la natalidad, y el PP y Cs están más cerca de otro tipo de políticas. Otra de las grandes diferencias en Cataluña entre el PP, Cs y Vox es que Vox está denunciando el gravísimo problema que supone la islamización y la creciente inseguridad en Cataluña.

Luego, nosotros representamos una alternativa total y absoluta a lo que se ha conocido hasta ahora. No tenemos nada que ver más que en la defensa de la libertad y la defensa de España en Cataluña. Pero tiene unos grandes matices el constitucionalismo que ellos defienden y el patriotismo que nosotros ofrecemos a los catalanes.

–La cita electoral más próxima es la del País Vasco. ¿Qué escenario cree que se va a producir allí?

–Vamos a ver seguramente que el PSOE una vez más se va a rendir a Bildu porque son sus socios preferentes, o van a intentar llegar a un acuerdo con el PNV. La elección que se produce es o seguir votando al PSOE, al PNV y a Bildu, que representan lo mismo, o votar a Vox, que es la alternativa que está diciendo alto y claro que se puede recuperar la libertad, que se debe combatir la inmigración ilegal, recuperar la seguridad y garantizar servicios públicos de calidad.

–Vox ve en las elecciones europeas una oportunidad histórica. Hemos conocido ya su candidatura, que incluye como novedad a Juan Carlos Girauta. ¿Cómo afrontan estos comicios?

–Con muchísima ilusión y mucha responsabilidad, conscientes de que tenemos la oportunidad de cambiar el rumbo de las políticas europeas, de que de una vez por todas se respete la soberanía de las naciones, de promover unas políticas que pongan en valor la defensa de las fronteras, la defensa de la identidad propia de la civilización cristiana, los valores de la familia y decir un no rotundo a ese fanatismo climático que está destrozando nuestra industria y condenando a las clases medias y a las familias trabajadoras. Llevamos demasiado tiempo soportando las políticas de unas élites alejadas de la realidad de los europeos. Vox y esa nueva ola de partidos conservadores están diciendo basta y que queremos ser protagonistas de nuestro futuro.

Todo el PSOE es un partido corrupto, que esperemos que pague por sus casos de corrupción y por cómo han humillado a la Nación española

–Sánchez y el PSOE están cercados por la trama de corrupción y también por esas informaciones vinculadas a la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. ¿Ve posible que convoque elecciones generales?

–Con Pedro Sánchez todo es posible. No descarto que pueda llegar a convocar unas elecciones generales, sobre todo ante un macro caso de corrupción, el caso PSOE, que cada día que pasa está destapando esa gran mafia que representa. No creemos en esa diferenciación entre el partido de Page, de Lambán, de Sánchez o de Illa. Es todo el PSOE un partido corrupto, que esperemos que pague, ya no solo por estos últimos casos de corrupción que parece que están saliendo, sino por cómo han rendido y humillado a la Nación española y han protagonizado el mayor acto de corrupción.

No está escrito que tengamos que sufrir a una persona que está dispuesta a volar el Estado de Derecho, a socavar la independencia del Poder Judicial y a convertir España en Venezuela, porque ya lo está haciendo por la puerta de atrás. Vox va a liderar esa oposición frontal desde la calle, las instituciones y los juzgados para plantarle cara y desalojarle lo antes posible del poder. E insistimos al PP en que no basta hacer una oposición de media jornada, sino que hay que hacer una oposición contundente, de siete días a la semana 24 horas.