Page se arruga por enésima vez para poder mantener su liderazgo en el PSOE

«La amnistía no tiene base moral», «es una mala ley por mucho que algunos den saltos de alegría», «lo que buscan es poder volver a intentarlo, porque quieren acabar con la Constitución», «soy incapaz de sentirme orgulloso de un chantaje», «yo no tengo que mirar el reloj para ver si aguanto una hora más en el Gobierno», «si hay que plantar batalla, lo haré». Estas son algunas de las afirmaciones que ha realizado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, en contra de los pactos de su partido, el PSOE, con las formaciones independentistas, y criticando la ley de amnistía que Pedro Sánchez quiere materializar para beneficiar a los políticos del procés.

A pesar de todo ello, a finales del mes de marzo Page le compró la amnistía a Sánchez y alabó «el esfuerzo que se está haciendo por parte del Gobierno por pasar página». «El esfuerzo a trancas y a barrancas con la amnistía», agregó a renglón seguido.

Ahora el líder del Ejecutivo castellanomanchego ha rechazado –tal y como hizo en octubre del año pasado– asistir el próximo lunes 8 de abril a la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, a la que están convocados todos los presidentes regionales, para manifestar su postura acerca de la polémica medida de gracia en la sede de la soberanía nacional.

De hecho, en el Pleno que se celebró el jueves 4 de marzo en las Cortes castellanomanchegas, el líder del PP, Paco Núñez, demandó al presidente autonómico que reconsidere su decisión y acuda el lunes a la Cámara Alta para decir «con claridad» que su comunidad está «en contra de la amnistía, de los beneficios económicos para Cataluña, del cupo catalán y de ser una región de segunda». Igualmente, Núñez manifestó que «mucha televisión y mucha radio», pero «a la hora de votar y actuar», el PSOE y Page hacen «lo contrario a lo que se pregona».

Además, desde el PP castellanomanchego han recordado en numerosas ocasiones al barón socialista que tiene la potestad de frenar la polémica medida de gracia si permite a sus diputados regionales en el Congreso que –tal y como recoge la normativa de la Cámara Baja– voten en conciencia y rechacen las normas que consideran contrarias a las bases del partido. No obstante, Page siempre ha rechazado utilizar este sistema pretextando que no «ampara» a los «tránsfugas», porque son personas que van en contra de la democracia.

En consecuencia, el presidente de Castilla-La Mancha y secretario general de los socialistas en esa Comunidad Autónoma critica de manera pública la amnistía y muchas de las medidas que realiza Sánchez, pero luego rehúsa ir en contra de ellas en las instituciones para poder así mantener su liderazgo dentro de la formación.