Sánchez lanza una «carta a la ciudadanía» para defender a su mujer y dice que el lunes informará sobre si renuncia o no

«Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la agenda política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor», afirma Pedro Sánchez en una inédita carta a la ciudadanía publicada en la red social X. El presidente del Gobierno ha cancelado su agenda pública, para evitar dar explicaciones, y se ha remitido a la rueda de prensa que dará el próximo lunes 29 de abril.

Lo hace después de que este miércoles un juzgado de Instrucción de Madrid decidiera abrir diligencias judiciales contra Begoña Gómez por presunto delito de tráfico de influencias y corrupción, tras admitir a trámite la denuncia interpuesta por el Sindicato Manos Limpias.

«Esta estrategia de acoso y derribo lleva meses perpetrándose. Por tanto, no me sorprende la sobreactuación del señor Feijóo y el señor Abascal. En este atropello tan grave como burdo, ambos son colaboradores necesarios junto una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias. De hecho, fue el señor Feijóo quien denunció el caso ante la Oficina de Conflicto de Intereses, pidiendo para mí de 5 a 10 años de inhabilitación para el ejercicio de cargo público», expresa en la misiva.

El presidente del Gobierno asegura en su inédita carta que no es un ingenuo y que se ha traspasado la línea del «respeto a la vida familiar de un presidente del Gobierno y el ataque a su vida personal». «Soy consciente de que denuncia a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa. Como soy también plenamente consciente de que los ataques que sufro no son a mi persona, sino a lo que represento: una opción política progresista, respaldada elección tras elección por millones de españoles, basada en el avance económico, la justicia social y la regeneración democrática».

Sánchez hace pública esta larga carta horas después de la sesión de control en el Pleno del Congreso en la que ha mantenido un agrio desencuentro con el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, que le ha preguntado por la denuncia que un juez en Madrid ha admitido a trámite contra Begoña Gómez este mismo miércoles. Dicho proceso está en manos del juez Juan Carlos Peinado que investigará las posibles irregulares en las relaciones de la mujer de Pedro Sánchez con varias empresas privadas que durante la pandemia recibieron fondos públicos, financiación o contratos del Gobierno.

«Operación de acoso y derribo»

El dirigente socialista se refiere al sindicato que ha interpuesto la denuncia contra su mujer como «organización ultraderechista», y culpa de la situación de su esposa a las informaciones, que tilda de «espurias», de medios de «marcada orientación derechista y ultraderechista». E insiste dos veces en que se trata de una «operación de acoso y derribo» contra él, y, como ha hecho en reiteradas ocasiones desde que es presidente, habla de un «sostenido intento de deslegitimación del Gobierno de coalición progresista».

En este sentido, sostiene que el 23 de julio los ciudadanos votaron «mayoritariamente» por lo que denomina «el avance», pudiendo con ello reeditar su Ejecutivo una legislatura más. Lo reitera desde entonces, pese a que la fuerza más votada en estas generales fue el Partido Popular, con 16 escaños más que el PSOE, y también a pesar de que tuvo que hacer todo tipo de maniobras para encajar los engranajes y sumar los 178 síes, los de toda la izquierda y todo el separatismo, incluidos los del partido de un prófugo de la justicia.

Así, Sánchez no se apea de la idea de que el 23-J «la democracia habló» y «la derecha y la ultraderecha no aceptaron el resultado electoral». «Fueron conscientes de que con el ataque político no sería suficiente y ahora han traspasado la línea del respeto a la vida familiar de un presidente del Gobierno y el ataque a su vida personal», señala en su misiva, llena de acusaciones a la oposición.