Efecto bumerán
El PSOE impulsó en marzo una iniciativa en defensa de la libertad de prensa que ahora se le vuelve en contra
Los socialistas presentaron una proposición no de ley «en defensa de la libertad de información» que tendrán que defender en el Congreso después de iniciar una campaña de señalamiento
El grupo parlamentario socialista registró en el Congreso una proposición no de ley «en defensa de la libertad de información» solo un mes antes de que Pedro Sánchez anunciara un «punto y aparte» contra lo que él denomina «pseudomedios». A los que, según el presidente, hay que parar porque contribuyen a la «máquina del fango», al estar publicando informaciones sobre su mujer, su hermano y su suegro. Aunque todavía no ha concretado cómo los detendrá, más allá de insinuar que es necesario conocer sus fuentes de financiación.
La iniciativa del PSOE surgió a finales de marzo, a raíz de la polémica entre el director de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso y Eldiario.es, cuando Miguel Ángel Rodríguez escribió varios mensajes a la periodista Esther Palomera en los que decía: «Os vamos a triturar. Vais a tener que cerrar». Entonces, Sánchez y su partido se erigieron en defensores de la prensa libre y presentaron una proposición no de ley para su debate en la Comisión Constitucional del Congreso con dos puntos.
Primero, «el Congreso de los Diputados condena rotundamente los ataques y amenazas que los profesionales y los medios de comunicación están sufriendo en el ejercicio de su profesión, lo que supone una clara amenaza a la libertad de prensa y a la libertad de expresión, garantizados en la Constitución». Segundo, «el Congreso de los Diputados recuerda que la labor de los medios de comunicación y de los profesionales de la información es esencial en una democracia, ayudando a conformar una opinión pública libre y a garantizar el pluralismo político, puesto que la ciudadanía tiene derecho a recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión, como exige el artículo 20 de nuestra Constitución».
Esta proposición no de ley ha acabado volviéndose en contra del PSOE y dando munición a la oposición. Porque se debatirá en el Congreso después de que Sánchez y los suyos hayan emprendido una campaña de señalamiento contra diversos diarios digitales, entre ellos El Debate. Por revelar, entre otras cosas, que el empresario Carlos Barrabés, amigo personal de Begoña Gómez, recibió un reguero de contratos públicos por valor de 15,6 millones de euros justo después de que ella le redactara una carta de recomendación.
En la exposición de motivos, los socialistas llevaban a proclamar con solemnidad: «Sin libertad de prensa no hay democracia». Como también, que la libertad de información nació «como contrapeso frente a los posibles excesos del poder, actuando como auténticos ‘guardianes públicos’, ayudando a conformar una opinión pública libre y a garantizar el pluralismo político en las democracias representativas».
En su iniciativa denunciaban: «En las últimas semanas estamos asistiendo a cómo desde el Partido Popular se está practicando una política de señalamiento y acoso hacia determinados periodistas y medios de comunicación. Declaraciones en las que insultan, amenazan e intimidan a los profesionales de la información por el mero hecho de ejercer su labor como periodistas, con la única finalidad de coartar la libertad de prensa. Una estrategia política trumpista que lo único que busca es aumentar la polarización e incidir, todavía más, en la degradación de las instituciones».
En este contexto, cabe recordar que el PSOE anunció el martes «las correspondientes acciones legales» contra el director de El Debate, Bieito Rubido, por un comentario en una tertulia. El ministro de Transportes, Óscar Puente, llegó a llamarle «carcundia» y «fascismo puro».
A este respecto, la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (que incluye a 18.000 medios de 109 países agrupados) escribió una carta de apoyo a Rubido en la que advertía: «La tentación totalitaria es común a todo poder. No hay nada más fácil, ni más frecuente, ni más abyecto que esconder intenciones inquisitoriales detrás de una idea inicialmente honesta, como es procurar que la información que recibimos sea veraz y fiable».
También la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España emitió este viernes un comunicado, con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, en el que mostraba su preocupación por el «señalamiento» a los medios y al poder judicial.