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García Gaztelu Txapote e Irantzu Gallastegui, durante el juicio por el asesinato del concejal del PP, Manuel ZamarreñoEFE

Tribunales

A juicio Txapote y otros dos etarras por un atentado frustrado en el año 2000 en Cintruénigo (Navarra)

Los terroristas, según el escrito del fiscal, colocaron un artefacto que no llegó a explotar en el alféizar de una vivienda del municipio navarro, en la que pensaban que vivía un guardia civil

El etarra Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, se sentará de nuevo en el banquillo en un juicio que comienza este martes por el atentado frustrado en 2000 contra una vivienda en Cintruénigo (Navarra) en la que creía que vivía un guardia civil y se enfrentará a una petición fiscal de 54 años y seis meses de cárcel.

Junto a él, la Audiencia Nacional juzgará por estos mismos hechos a los etarras Asier Arzallus Goñi 'Santi' y a Aitor Agirrebarrena Beldarrain 'Peio', integrantes los tres del comando 'Totto' de ETA, al que también pertenecía José Ignacio Guridi Lasa, ya condenado por esta causa.

Los terroristas, según el escrito del fiscal, colocaron un artefacto que no llegó a explotar en el alféizar de una vivienda de Citruénigo en la que pensaban que vivía un guardia civil, pero que en esa época, noviembre de 2000, estaba habitada por una mujer y un niño pequeño.

El Ministerio Público recuerda que siguiendo las instrucciones de Txapote –«a la sazón miembro de la dirección de la banda criminal, que impartía directrices, fijaba objetivos y facilitaba el material preciso para la ejecución de atentados»– los miembros del comando colocaron un artefacto en una jardinera ubicada en el alféizar de una de las ventanas del salón-comedor de una casa.

Y lo hicieron, según el relato del fiscal, con el fin de causar la muerte de un agente de la Guardia Civil que residió en esa vivienda, pero los etarras no sabían que se había trasladado a otra casa en 1996 y ahora estaba habitada por otra persona «no perteneciente a los fuerzas de seguridad» y su hijo menor de edad.

El artefacto, cargado con 10,400 kilos de Titadyne, no llegó a explosionar debido a la interrupción del fluido eléctrico del circuito, ocasionada por la rotura de los hilos conductores del cableado en alguna de las conexiones.

El 28 de enero de 2001 fue hallado en la jardinera, procediéndose a su retirada y desactivación por especialistas del GEDEX de la Guardia Civil de Navarra.

Según el fiscal, «la explosión del artefacto, dada su potencia, hubiese causado la muerte de cuantas personas se encontraban en la vivienda, que en la fecha de los hechos estaba habitada por una persona adulta y un menor de edad».

Francisco Javier García Gaztelu, alias TxapoteEuropa Press

También hubiese ocasionado graves daños en el suelo y en el techo de la habitación, que se correspondía con el suelo de la primera planta.

Las fachadas lateral y posterior de la vivienda hubiesen resultado además prácticamente destruidas debido a su proximidad al foco de explosión y la fachada delantera, situada en la pared opuesta al lugar donde se encontraba colocado el artefacto, hubiera sufrido graves desperfectos, al igual que todos los objetos y enseres que se encontraban en la referida habitación.

Dos llamadas al diario Gara en San Sebastián informaron de la colocación del artefacto, que luego ETA reivindicó en su zutabe (boletín interno) de diciembre de 2000.

El fiscal pide para Arzallus Goñi y para Agirrebarrena como autores 19 años y 10 meses de prisión a cada uno por cada uno de los dos delitos de asesinato en grado de tentativa y otros 14 años y diez meses por estragos terroristas, también en grado de tentativa. O lo que es lo mismo, 54 años y medio para cada uno. Lo mismo solicita para Txapote en concepto de autor por inducción.