¿Qué significa llamar a consultas 'sine die' a una embajada como ha hecho Albares con la de Argentina?

José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, ha afirmado que si Javier Milei, presidente de Argentina, no pide «disculpas» tras haber tachado a Begoña Gómez de «corrupta», el Gobierno «actuará», e incluso España romperá las relaciones con el país hispanoamericano. A su vez, también ha reiterado que van a «exigir disculpas públicas», señalando que el PP y Vox deberían «disculparse».

Tras estos comentarios, dirigidos a la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han llamado a consultas 'sine die' a la embajadora en Argentina. En concreto, esta es una herramienta de protesta diplomática que implica la retirada temporal del embajador del país que protesta. «Cuando tenemos que actuar actuamos. Actuaremos y tomaremos las medidas oportunas», ha agregado Albares en la Cadena SER esta misma mañana.

Asimismo, el Diccionario Panhispánico del español jurídico explica que una llamada a consulta es una orden que se envía a un jefe de misión diplomática por el ministro de Asuntos Exteriores del Estado acreditante, para que se presente urgentemente con el objeto de informar sobre un determinado asunto y recibir instrucciones particulares. Sin embargo, existen distintos grados de 'anomalía' que reflejan situaciones diferentes.

Grados en las relaciones diplomáticas

Entre ellos, se encuentra la convocatoria, la llamada a consultas y la retirada. Dentro de esta escala de medidas de protesta diplomática, la llamada a consultas está un nivel por debajo de la retirada definitiva del embajador y la ruptura de relaciones diplomáticas. Por otro lado, cuando los embajadores acuden al ministerio, se les puede transmitir la queja de forma verbal o a través de un documento (conocido como 'nota verbal'), entre otras fórmulas.

Aun así, la llamada a consultas es un episodio más complicado, ya que el Ministerio llama a su propio embajador para que vuelva a su país. La ausencia puede durar días, meses o incluso años. Durante este proceso, al frente de la embajada queda el encargado de negocios ad interim, un funcionario diplomático que sustituye provisionalmente al jefe de la misión.

Por todo ello, la representación diplomática se vería reducida, debido a que cuando un país llama a consultas a su embajador, puede ser el paso previo a una ruptura de relaciones diplomáticas.