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06 de julio de 2024

Pedro Sánchez, durante el mitin inaugural de la campaña para las elecciones europeas, en Valencia

Pedro Sánchez, durante el mitin inaugural de la campaña para las elecciones europeas, en ValenciaEFE / Biel Aliño

Abierta la veda

El PSOE tensa el final de la campaña hasta el extremo tras el toque a rebato de Sánchez

Los socialistas salen en tromba contra el juez Peinado, el PP y Vox después de la carta del presidente, que se hará omnipresente en estos últimos tres días. Les conviene la polarización

A la voz de Pedro Sánchez, el ejército socialista se ha puesto en marcha. La segunda carta del presidente del Gobierno a la ciudadanía, escrita y publicada tras la citación de su mujer, ha abierto la veda hacia un final de campaña de máxima tensión. El PSOE ha levantado el hacha de guerra.

En la campaña de las elecciones generales de 2008, José Luis Rodríguez Zapatero le confesó al periodista Iñaki Gabilondo después de una entrevista: «Nos conviene que haya tensión». El PSOE suele manejarse bien en aguas bravas electorales. Esta vez busca convertir el caso Begoña en el acicate de la izquierda. De toda la izquierda, también de la que vota a Sumar y Podemos, a quien Sánchez hizo un llamamiento subliminal en su misiva vespertina del martes.

El PSOE es a esta hora una máquina de esparcir «fango» -utilizando su propia terminología- contra el juez instructor del caso Begoña, Juan Carlos Peinado. Con poco o ningún disimulo le están acusando de abrir una causa que nunca debió aceptar según la doctrina del Tribunal Supremo; de hacer caso omiso al informe de la UCO de la Guardia Civil que él mismo encargó; de filtrar información sobre la causa cuando ésta estaba bajo secreto; de intentar, primero, citar a los testigos en plena campaña; de citar, después, a Begoña Gómez a cinco días de las elecciones sin esperar a las testificales; de saltarse todos los códigos no escritos sobre la no intromisión de los tribunales en las campañas; y, al fin y al cabo, de trabajar a favor de obra para el PP y Vox.

«Está siendo todo muy burdo, honestamente», sentenció este miércoles en la SER la candidata del PSOE a estos comicios, la vicepresidenta Teresa Ribera. Quien, además, anticipó que la oposición pagará en las urnas del domingo este intento de quebrar al presidente del Gobierno.

Sánchez se hace omnipresente

Este último se hará omnipresente en el tramo final de la carrera electoral, para agitar todo lo posible la contienda. Este miércoles tiene un mitin en Benalmádena (Málaga) en compañía de Ribera y del candidato de los socialdemócratas a la Comisión Europea, Nicholas Schmit. El jueves estará en Hospitalet de Llobregat junto al líder del PSC, Salvador Illa, y al jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Y el viernes tendrá un acto en la sede de UGT por la mañana y el mitin de cierre por la tarde en Fuenlabrada, junto a Zapatero.

«Los acontecimientos y los hechos tienen una lectura por sí solos (…). Lo fundamental es que haya una respuesta contundente de todos los ciudadanos, que están viendo las maneras de la derecha y de la ultraderecha. Ya lo decía Aznar, que cada uno haga lo que pueda para intentar derrocar a este Gobierno», señaló este miércoles la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero.

Fernando Grande-Marlaska, juez en excedencia, bendijo la campaña de sus compañeros de Gobierno contra el juez Peinado. Porque, según el ministro del Interior, en un Estado de Derecho las actuaciones de los jueces «también pueden ser evaluadas».

«Todo este proceso está resultando claramente extraño y burdo, porque hay una norma, una ley no escrita, que está avalada por el Tribunal Supremo, acerca de que no se dictan cuestiones judiciales en procesos electorales para no poder alterar los posibles resultados electorales», repitió la ministra portavoz, Pilar Alegría. «Sin embargo, en esta ocasión no se ha respetado».

«Qué vergüenza. Lo tienen que pagar el 9J. Muy caro», escribió en sus redes el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas. El mismo que está trabajando para que la ley de amnistía no se publique en el BOE en esta última semana de campaña y así mantener a raya al Tribunal Supremo, al menos, hasta la próxima.

A los populares nada les ha pillado por sorpresa. Dos horas antes de que Sánchez publicara su carta, su portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, se preguntaba este martes en la red X a qué hora la enviaría. Le adivinó las intenciones. El propio Tellado afirmó un día después, desde Santander: «Busca -el presidente- que las urnas le concedan una amnistía completa para él y para su entorno: está pidiendo un aval para la impunidad total».

Alberto Núñez Feijóo ha decidido recoger el guante de Sánchez y plantear estas elecciones en la misma clave que el presidente: como un veredicto popular al caso Begoña. «Los españoles responderemos el domingo», señaló el martes desde Valladolid. «Ya está bien. No nos vamos a callar y hablaremos claro y alto el domingo», continuó este miércoles en Cáceres. Aunque el PP espera una respuesta muy distinta a la que espera el PSOE.

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