Revelación de secretos
El fiscal general supo «al menos» desde el 7 de marzo que la Fiscalía investigaba al novio de Díaz Ayuso
«Si dejamos pasar el momento nos van a ganar el relato (...). Es imperativo sacar» la nota, escribió Álvaro García Ortiz por whatsapp a la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, según revela El Mundo
Amedida que trascienden los datos de la investigación judicial que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) instruye por un presunto delito de revelación de secretos de la Fiscalía sobre el novio de la presidenta de Madrid, el empresario Alberto González Amador, el cerco se estrecha más y más sobre el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Según ha adelantado El Mundo, y ha podido confirmar El Debate, el titular del Ministerio Público conocía desde «al menos una semana antes», el 7 de marzo, de que se divulgase la nota de prensa en la que, presuntamente, se revelaron datos confidenciales de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, la existencia de una investigación tributaria judicializada sobre éste.
Así lo declaraba la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, a la que el propio García Ortiz vía Whatsapp, ante el juez encargado de las pesquisas, el magistrado Francisco José Goyena. Lastra quien, además, se negó a cumplir con la orden de su superior –y lo hizo constar por escrito en un mail en el que ya anticipaba la antijuricidad del contenido del polémico comunicado, tal y como adelantó este diario–ha facilitado al juez los pantallazos correspondientes a los mensajes cruzados con el fiscal general, en los días 13 y 14 de marzo.
De acuerdo con dichas comunicaciones, el fiscal general escribió tres minutos después de las 9 de la mañana, del 14 de marzo, un primer mensaje a Almudena Lastra donde le comentaba: «Ya tenemos la nota. Consensuada con Pilar y con Virna. Que Iñigo la dé cuanto antes», en referencia al jefe de la oficina de prensa de la Institución en Madrid, la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, investigada por el TSJM, y la decana de la Sección de Delitos Económicos de Madrid, Virna Alonso Fernández, por este orden.
Ante la petición de su superior y, tras leer la nota, Lastra y García Ortiz hablaron por teléfono. Ya entonces la fiscal superior le adelantó a su jefe que el comunicado incurría en algunos errores y que, a su juicio, el enfoque y los entrecomillados incluídos en la misma afectaban al deber de confidencialidad al que está obligado el Ministerio Público en sus comunicaciones con los abogados, durante las negociaciones vinculadas a los pactos de conformidad del procedimiento penal.
Pese a ello, el fiscal general insistió, con un segundo whatsapp, enviado a las 9:25 horas del mismo día: «Almudena, la nota está correcta en fechas y contenido. Hay que sacarla, si tardamos se impone un relato que no es cierto y parece que los compañeros no han hecho bien su trabajo. Es imperativo sacarla». Lastra guardó silencio mientras García Ortix insistía: «Nos están dejando como mentirosos».
Por último, a las 9:37 horas, de acuerdo con las informaciones de El Mundo, García Ortiz remitió un último mensaje a la titular de la territorial autonómica: «Almudena, no me coges el teléfono. Si dejamos pasar el momento nos van a ganar el relato. La actuación de los compañeros y de la fiscalía es impecable y hay que defenderla».
Una serie de indicaciones que Lastra dejó constancia vía mail de que se negaba a cumplir y que, de hacerlo, respondían a la observancia de la «obediencia debida», de acuerdo con la jerarquía de la Carrera fiscal. A las 10:22 horas del 14 de marzo, y tras el tira y afloja protagonizado entre los actores concernidos en la actuación, a nivel interno, la nota de prensa se divulgó entre un nutrido grupo de periodistas incluidos en el chat de mensajería de la Fiscalía de la Comunidad de Madrid.