La madre del presunto asesino de Borja Villacís sabía de las intenciones criminales de su hijo

Todavía no se ha detenido al segundo pistolero que acabó con la vida de Borja Villacís, hermano de Begoña Villacís, la exvicealcaldesa de Madrid. Han pasado mas de dos semanas del crimen y las pesquisas continúan. Los investigadores quieren mantener el secreto absoluto de sus diligencias y así lograr ponerle las esposas cuanto antes.

Mientras, las actuaciones judiciales continúan. La jueza encargada del caso ha ratificado la prisión provisional para Kevin Pastor y su madre, María José. En ese auto, Su Señoría resume de forma sucinta los acontecimientos: «El 4 de junio, Borja Villacís fue acompañado de su amigo Luis a una cita con Kevin Pastor. El encuentro debía celebrarse en Mingorrubio, si bien Kevin cambió sobre la marcha el lugar de la cita».

Su Señoría no explica nada de la razón por la que quedaron en ese lugar, aunque la investigación policial habla de una denuncia por la quema de un coche y una negociación para que se retirase esa denuncia. «En un momento dado», sigue el auto, «del coche conducido por María José, se bajan, su hijo Kevin Pastor y otra persona. Empiezan a disparar contra Borja Villacís y Luis: a uno le causa la muerte, el otro recibe un balazo en la cabeza». A Kevin lo reconocen sin género de dudas los testigos que estaban allí.

Para la magistrada, María José lo sabía todo, porque llevan las «armas visibles, a la vista de las declaraciones de los testigos y de las armas recogidas en el descampado. Los dos varones se bajan y empiezan a disparar».

Tras el crimen, «el vehículo BMW conducido por la investigada se desplazó a la carretera de Fuencarral a Alcobendas número 24, a un descampado frente a la empresa Mediapro, donde colaboró para llevar a cabo el cambio de las placas de matricula del vehículo y abandonar los efectos utilizados en la comisión de los hechos. A continuación, Kevin Pastor y otro varón implicado en el tiroteo se separan de la conductora del BMW, María José».

Para Su Señoría está claro que la mujer, por mucho que clame su inocencia, diga que ella no ha hecho nada y que todo es una conspiración policial colaboró «en el plan de acabar con la vida de las víctimas, conduciendo el vehículo en el portaban las armas y con posterioridad a los hechos deshacerse de las pruebas que les incriminaban».

Ante el riesgo de fuga y la posibilidad de atentar contra los supervivientes, la juez ha ratificado su prisión provisional. Mientras, los investigadores del grupo V de homicidios de la Jefatura Superior de la Policía Nacional buscan al tercer hombre.