Begoña Gómez utilizó a una asesora de la Moncloa como asistente para reclamar los pagos de su máster

La mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, encargó a una asesora de la Moncloa –contratada por el Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes de Félix Bolaños– que reclamara los pagos del máster que dirigía en la Universidad Complutense, según ha publicado este jueves El Confidencial. La persona que llevó a cabo estas tareas es María Cristina Álvarez Rodríguez, que entró como directora de programas en el departamento de Presidencia el mismo mes que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, aunque que ha estado ejerciendo desde hace 6 años como secretaria personal de Gómez.

La esposa del jefe del Ejecutivo –que declarará como imputada el próximo viernes 5 de julio por un delito de corrupción en los negocios y otro de tráfico de influencias– pidió a Álvarez Rodríguez que llamara a diferentes empresas para solicitar el abono de matrículas pendientes. Igualmente, también ayudó a Gómez en la tramitación de adjudicaciones de contratos públicos para promocionar los títulos de posgrado en las redes sociales.

De hecho, esta asesora del Gobierno utilizó un correo de la propia mujer del líder de los socialistas y un teléfono móvil personal para realizar estas gestiones. Según el mencionado periódico digital, la secretaria personal de Gómez consiguió un contrato con Correos por valor de 7.000 euros y que recibió la Universidad Complutense el mismo día que comenzó el máster, el 12 de noviembre de 2020.

Por su parte, la defensa de Begoña Gómez ha solicitado al juez que la investiga que su declaración, que se celebrará el viernes a las 10:00 en los Juzgados de Plaza de Castilla, sea grabada pero solamente en audio y no en vídeo dada su «relevancia pública». En un escrito de sus letrados, dirigidos por el exministro del Interior Antonio Camacho, se explica que es práctica habitual que los juzgados graben las declaraciones, y que «dado el uso que pudiera darse a estas imágenes dada la relevancia publica» de la esposa del presidente, quieren «que la grabación de la declaración no contenga la imagen de ésta sino solo el sonido de su declaración».