La portavoz del Gobierno replica al juez del caso Begoña desde la Moncloa

La portavoz del Gobierno aprovechó su habitual comparecencia tras el Consejo de Ministros para responder al juez instructor del caso Begoña; después de que, poco antes, Juan Carlos Peinado avisara a la mujer del presidente en un escrito de que el próximo lunes tenía de acudir a escuchar la declaración del empresario Juan Carlos Barrabés como testigo. Porque, si no lo hacía y no alegaba una «causa justa» para ausentarse, podría dictar una «orden de detención» contra ella.

Desde la Moncloa, Pilar Alegría esgrimió la Ley de Enjuiciamiento Criminal para justificar que Begoña Gómez no tendría por qué personarse el lunes en los juzgados de Plaza de Castilla, puesto que ella no declarará hasta el viernes 19. No obstante, poco después de terminar su comparecencia se hizo público que Barrabés declarará en el juzgado y no desde el hospital, al haber sido dado de alta. De manera que Gómez no tendrá que acudir.

Antes de saberlo, Alegría señaló en la Moncloa: «En la propia Ley de Enjuiciamiento Criminal, quien tiene que acudir es el abogado de la defensa. Y, en el caso de que no estuviese el abogado, se tendría que nombrar a un abogado de oficio. Si hay algún jurista en la sala seguro que podrá acudir al articulado para comprobarlo».

No obstante, la portavoz del Ejecutivo no aclaró si, con ello, estaba adelantando que la esposa de Sánchez tenía previsto desoír la advertencia del juez Peinado y no ir el lunes. En cualquier caso, ya no hará falta. «Entiendo que la señora Gómez hará como cualquier ciudadano o ciudadana de este país. Actuará siguiendo las recomendaciones de su abogado. Lo que he trasladado es simplemente lo que especifica la Ley de Enjuiciamiento Criminal», afirmó.

Alegría reiteró, como viene haciendo el Ejecutivo desde hace meses, que todo es falso. «Todo deviene de una denuncia falsa, llena de bulos, ejecutada por organizaciones ultraderechistas y que fue desmontada por el informe de la Guardia Civil», zanjó.

No es la primera vez que el Gobierno utiliza la sala de prensa de la Moncloa para defender a Begoña Gómez. El episodio más destacado se produjo en mayo, después de que el presidente de Argentina, Javier Milei, llamara a la mujer de Sánchez «corrupta». Entonces, el ministro de Asuntos Exteriores y la portavoz del Ejecutivo salieron en tromba, elevando a Gómez a la categoría de institución española.

«Le acogimos en la base aérea de Torrejón, le dimos garantías de seguridad y la respuesta a la buena fe y a la hospitalidad es un insulto a nuestras instituciones», lamentó entonces José Manuel Albares. «No me siento en ninguna disputa, sino defendiendo las instituciones españolas», aclaró. «Las instituciones son indiscutibles, los gobiernos son indiscutibles, los países son indiscutibles», continuó.

El pasado viernes fue muy polémico el dispositivo de seguridad desplegado por orden del Ministerio del Interior ante la presencia de la esposa del presidente en los juzgados. En total, más de 200 agentes de la Policía Nacional, 25 furgones y un helicóptero blindaron las calles aledañas, cortadas desde primera hora de la mañana. Y la escena se repetirá dos semanas después, el viernes 19 de julio.