Fundado en 1910

Una de las calles del municipio de TíasIGV

El Debate, testigo directo

Marci Acuña: «El proceso educativo y de integración que tenemos que hacer con los menores no se garantiza»

El gran volumen de menores no acompañados que llegan a Lanzarote es tal que está empobreciendo los procesos de atención y acogida

Los centros de menores y los lugares de acogida para personas adultas están tensionados. Para poder darles una atención óptima se necesitarían más centros, pero también más espacio en la isla y su capacidad ahora mismo está al máximo.

Este año han llegado 12.044 personas más que en el mismo periodo del año 2023. Esto supone un incremento de inmigrantes llegados por vía marítima del 167%, según el Ministerio de Interior. La saturación de las Islas Canarias es evidente. Por eso, desde Lanzarote lanzan un grito de socorro a España para poder abordar la situación de una forma solidaria entre los distintos territorios.

Los municipios de Arrecife, Tías, Yaiza o Puerto del Carmen son en los que más personas inmigrantes se concentran. En el caso de Yaiza, el centro de menores no acompañados está bastante apartado del núcleo urbano, lo cierto es que resulta complicado localizarlo. Este centro gestionado por Fundación Siglo XXI se sitúa en una hilera de casas a las afueras de la localidad. Otros de los centros de la isla están al cargo de Fundación Samu o Accem. Sin embargo, todos coinciden en algo: la necesidad de más recursos.

Una situación crítica: «Ni siquiera hay trabajadores para estos centros»

Algo en lo que incide el Consejero de Bienestar Social e Inclusión del Cabildo de Lanzarote, Marci Acuña: «Estamos en una situación extremadamente crítica, con unos servicios muy tensionados».

Acuña asegura que aunque reciben ayuda por parte del Gobierno de Canarias, «no está exenta de dificultades y en algunos momentos se han dado situaciones muy críticas con los datos que nos están llegando».

Desde el Cabildo defienden un modelo de «espacios pequeños en los que se den la mejor respuesta a las personas», pero ahora mismo no se está dando. Sin embargo, siempre que se pueda ubican a los menores en los centros según su edad porque «no es lo mismo un menor de 10 que uno de 17, tienen necesidades diferentes y hay que atender a eso».

«Para poder atender en buenas condiciones a las personas que llegan solicitamos recursos, no hay medios, ni siquiera trabajadores para estos centros, ni para que sean atendidos según las convicciones del primer mundo».

¿Está generando un problema social?

Acuña afirma con rotundidad que no: «Lanzarote y Canarias somos solidarios, hemos desarrollado una cultura de la emigración y esto está muy arraigado en la población».

Aunque, el Consejero reconoce que aunque es cierto que «hay momentos en los que puede haber tensiones por distintas situaciones, no se puede concluir que hay un problema de convivencia o de choque por este fenómeno». Sin embargo, para que esto siga así «se debe mantener la situación de equilibrio que está demandando Canarias al resto de Comunidades Autónomas».

Algo que contrasta con la visión de algunos vecinos de algunos municipios. En Tías, una localidad de 20.000 habitantes, en la que los vecinos se quejan de la convivencia. Se encuentra cerca de Puerto del Carmen, donde viven un buen número de menas que ya han cumplido la mayoría de edad.

El Debate mantiene una conversación con el dueño de un restaurante ubicado en la avenida central del pueblo que se queja de que «el ambiente está enrarecido» y asegura que «ha aumentado la delincuencia y los robos a turistas y algunos viven en casas de okupas ». Una versión que corrobora otra cocinera de un local un poco más arriba en esa misma calle. Esta mujer de mediana edad asegura que «hay de todo: algunos son muy buenos chicos que vienen a buscar una vida mejor, pero otros se dedican a delinquir, a robar a turistas».