Entrevista | Santiago Abascal
«¿Conservador, liberal... fascista? Que lo llamen como les dé la gana. Sabemos lo que somos y lo que no»
El presidente de Vox explica el cambio de grupo en el Parlamento Europeo, algo que –critica– se ha utilizado para «demonizar» al partido
«Sánchez es un personaje autoritario que cree que su voluntad es ley y está dispuesto a cualquier cosa»
Asegura Santiago Abascal que él –y su partido– huye de etiquetas o conceptos que vincula a la vieja política o a viejas ideologías, por eso se niega a clasificar a Vox bajo un término u otro cuando le preguntan si este es más o menos liberal, más o menos conservador, o el calificativo que le quieran dar. Lo que sí subraya es que Vox defiende lo mismo que ha venido defendiendo desde antes de entrar en las instituciones y que ha plasmado en sus programas electorales, desde las 100 medidas urgentes para la España viva que presentó hace seis años en Vistalegre, hasta los programas más recientes.
«Que de repente hay personas que ya no están en Vox por distintas circunstancias, personales, familiares o porque se han enfadado o porque se han cansado, no tiene nada que ver con que Vox haya cambiado sus posiciones. Vox sigue defendiendo lo mismo hoy que en el año 2018», afirma Abascal en su entrevista con El Debate. Lo dice cuando se le pregunta por lo que, en los últimos tiempos, algunas voces recriminan al partido: que ha abandonado la línea liberal.
Para Abascal, lo que hay es «un relato falsario» y una «novela periodística» impulsada por «algunos interesados o despechados», y niega la mayor: «No puede haber nada más falso. La posición de Vox no en materia económica, en todas las materias, es una apuesta por la libertad». Menciona así la libertad de las familias para educar a sus hijos, la de aquellos que quieren emprender frente a los impuestos «abusivos» del Estado –recuerda que su propuesta es bajarlos y en algunos casos suprimirlos–, o la protección de los productos españoles frente a la competencia desleal por parte de terceros países.
Entrevista | Santiago Abascal
«Sánchez es un personaje autoritario que cree que su voluntad es ley y está dispuesto a cualquier cosa»
«Algunos dirán (sobre esto último): 'Eso no es liberal'. Es que yo no quiero liberalismo con Marruecos. Yo quiero que los productos de Marruecos cumplan los mismos estándares y requisitos que los españoles. Igual alguno piensa que porque queremos proteger los productos españoles de la competencia desleal marroquí eso es antiliberal. Que piensen lo que les dé la gana. Nosotros vamos a seguir protegiendo los productos españoles, porque nos debemos a los españoles», explica el presidente de Vox, que recalca: «Yo me presento a las elecciones en España. Represento los intereses de los españoles que me votan, no los de Marruecos, ni los de ningún otro país».
A renglón seguido, niega que existan familias ideológicas en Vox, y defiende que los personajes no son tan importantes; sí lo es el proyecto, al que le augura futuro. «Dirán que hay corrientes, se inventarán corrupciones, otras surgirán y las perseguiremos, pero Vox va a seguir y va a seguir con fuerza, porque lo que defiende está anclado en la sociedad española», asegura. A esto ha aludido en varias ocasiones para diferenciar a su partido de lo que entiende que han sido modas o experimentos políticos, en referencia a Ciudadanos, hoy desaparecido, o a Podemos, que ha pasado a un plano residual en el panorama político español.
Vox va a seguir y va a seguir con fuerza, porque lo que defiende está anclado en la sociedad española
Entre esas cosas ancladas en los españoles menciona por ejemplo la «afirmación del patriotismo», el amor a España como Vox lo defiende, el «fervor» por la libertad en todos los órdenes, la defensa de la familia, o la educación de los niños conforme a lo valores de sus familias. «¿Qué ideología tiene eso? ¿Eso qué es? ¿Conservador, liberal... fascista? Que lo llamen como les dé la gana, que nos da igual. Nosotros ya sabemos lo que somos y lo que no somos, pero no vamos a perder un solo segundo en defendernos ni en justificarnos», afirma con rotundidad Abascal.
El cambio de grupo en Bruselas
Si hay otra cuestión que ha motivado poner el foco mediático en Vox ha sido su cambio de grupo en el Parlamento Europeo. El pasado 5 de julio, el partido tomó la decisión de dejar el grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) que lidera Giorgia Meloni, tras cinco años en él, y pasar al nuevo grupo impulsado por Viktor Orbán, Patriotas por Europa, en el que entre otros se integra también el partido de Marine Le Pen, Reagrupación Nacional.
El cambio, que provocó en algunos sectores críticas y extrañeza, responde, según explica Abascal, a lo que Vox ya había mostrado unas semanas antes con la reunión de socios internacionales de distintos grupos, entre ellos Meloni, Orbán –que antes había formado parte del PP europeo y luego pasó a los no adscritos– y Le Pen, de Identidad y Democracia (ID), en el Viva 24, y a lo que venía mostrando estos años. Una de las pretensiones de Vox durante este tiempo ha sido trabajar para conformar un gran grupo que aglutinara a todas estas fuerzas políticas soberanas y patrióticas, como las define, diferentes en varias cuestiones pero con planteamientos similares, como la defensa de la soberanía nacional frente a un poder cada vez mayor de Bruselas o de las fronteras frente a la inmigración ilegal.
«Nosotros venimos siendo aliados tanto de Viktor Orbán como de Marine Le Pen como de Giorgia Meloni desde hace cinco años. Esos eran nuestros aliados. La presencia en un grupo no era lo más importante para nosotros. Hoy, después de esa decisión de incorporarnos a un nuevo grupo, porque nuestra voluntad era que todos estuvieran juntos y crear un grupo más grande, ¿quiénes son nuestros aliados en Europa? Viktor Orbán, Marine Le Pen y Giorgia Meloni. Siguen siendo los mismos», señala Abascal.
Viktor Orbán, Marine Le Pen y Giorgia Meloni eran nuestros aliados y después de incorporarnos a un nuevo grupo lo siguen siendo
Así, remarca que cambiar de grupo no supone «menoscabo de ningún tipo» en la relación que Vox tiene con Fratelli d'Italia (el partido de Meloni), Fidesz (el de Orbán) o Reagrupación Nacional (el de Le Pen). «Los contactos con todos esos líderes políticos son excelentes y están intactos», asevera, al tiempo que critica que ese cambio de grupo se ha utilizado para «demonizar» a su formación e «inventarse un relato político» para decir que Vox ha abandonado a Meloni: «Es todo completamente falso y se verá».
También responde a quienes han acusado a su partido de acercarse a Putin por unirse al grupo de Orbán, dado que el mismo día que anunciaban que Vox se unía a Patriotas por Europa este se reunía con el presidente de Rusia. Para empezar, Abascal señala que eso es no conocer a Orbán, e indica que dos días antes este se había reunido con Zelenzki, por lo que supone que los titulares habrían sido otros. «He llegado a escuchar que nosotros estamos con Maduro», denuncia, al mismo tiempo que desmiente que el primer ministro húngaro bloqueara una declaración de apoyo a Venezuela en la UE: «Era completamente falso; era una invención de Borrell. Borrell sí tiene que dar explicaciones por su alianza con Zapatero, por haber levantado las sanciones contra el régimen de Maduro».
Remarca también Abascal que todos sus aliados han condenado la agresión de Putin, incluido Orbán, en el manifiesto que firmaron en la Cumbre de Madrid que organizó Vox, y reivindica la política internacional de Vox como «muy clara». Así, recuerda que se ha reunido con Donald Trump, con Jair Bolsonaro cuando era presidente de Brasil, con Javier Milei cuando «nadie le quería en España», o con Netanyahu «en momentos muy difíciles para Israel», además de con Meloni, Orbán y Le Pen hace años. «Yo creo que nadie puede decir que Vox tiene una política internacional oculta», defiende.