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Guardias civiles esperan la llegada de un nuevo inmigrante en la playa del Tarajal

Guardias civiles esperan la llegada de un nuevo inmigrante en la playa del TarajalEFE

Jucil pide a Marlaska que vaya «urgentemente» a Marruecos para detener la oleada migratoria

Denuncia que la policía marroquí se niega a admitir la devolución de los que no son de su nacionalidad

La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil, Jucil, ha pedido al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a que se desplace urgentemente a Marruecos con el fin de abordar la actual situación migratoria y las constante oleadas de migrantes que llegan a la ciudad autónoma de Ceuta y que afecta potencialmente, a toda la Península.

El flujo incesante de inmigrantes que penetran cada día a nado desde el país vecino y que arriban a la playa ceutí desborda los recursos de la Guardia Civil. Los compañeros se ven obligados a actuar como la única y última barrera entre Marruecos y España ante la falta de apoyo de las autoridades nacionales e internacionales.

La portavoz de Jucil, Mila Cívico, ha afirmado que «es imprescindible que el gobierno español asuma su responsabilidad, exija de las autoridades marroquíes y colabore con ellas para frenar esta situación que se ha vuelto insostenible».

La crisis migratoria en Ceuta se agrava con cada día que pasa, con cientos de personas intentando cruzar a territorio español en condiciones extremadamente peligrosas. Según testimonios recogidos por Jucil de los compañeros destinados en la ciudad autónoma, los inmigrantes optan por lanzarse al mar en grupos numerosos, de hasta 200 personas, aprovechando la falta de visibilidad y la mar calmada.

Esta situación no solo supone un riesgo para los inmigrantes, sino que también genera una presión añadida sobre los guardias civiles, quienes deben gestionar estas constantes avalanchas humanas con recursos limitados. Las consecuencias de esta crisis no se limitan a Ceuta. De no abordarse con celeridad y eficacia, la situación podría repercutir en la seguridad de la península, exacerbando los desafíos logísticos y humanitarios. La permeabilidad de las fronteras marítimas es evidente y preocupante, lo que podría dar pie a un incremento de las llegadas irregulares en otros puntos de la costa española.

«No aceptan a los no marroquíes»

Además, la asociación de guardias civiles denuncia que «los gendarmes marroquíes no aceptan la devolución de los migrantes que, aunque han llegado desde ese país, no son nacionales», apunta Mila Cívico. Jucil mantiene además su denuncia sobre la falta de efectivos y la carencia de una legislación adecuada y de las oportunas normativas internas en la Guardia Civil para enfrentar esta amenaza. Por este motivo, la asociación profesional apela también a la Unión Europea para que inste al Reino de Marruecos a colaborar de una manera efectiva en el control de la migración irregular.

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