El CETI de Ceuta, colapsado: «Una avalancha como esta nos cuesta a los españoles 2,5 millones al mes»
Los ceutíes culpan a Marruecos de mirar para otro lado ante la avalancha de inmigrantes
Hace casi 48 horas que Marruecos decidió poner fin a la avalancha de inmigrantes que durante una semana ha llenado el espigón de Tarajal de marroquíes y argelinos que pretendían, y en muchos casos lo conseguían, entrar en España a través de Ceuta. Y dos días después todavía hay colas de personas en la puerta del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad autónoma.
Los datos oficiales dicen que cada uno de los inmigrantes adultos cuestan 90 euros al día a las administraciones públicas entre asistencia, higiene y alimentación que, al fin y al cabo, pagamos entre todos los españoles. En estos días, el CETI de Ceuta se encuentra muy sobrepasado de inmigrantes, alrededor de 800 cuando su capacidad es para algo más de 500. Si a estos le sumamos los que este mismo miércoles todavía esperaban para entrar, supone que sólo este centro cuesta a los españoles 2,5 millones de euros, a lo que habría que sumar los más de 500 menores que colapsan el centro de acogida, que supone un gasto de alrededor de 70 euros por menor y día.
Personas cercanas al trabajo en la frontera con Marruecos a los que ha accedido El Debate explican que la avalancha de inmigrantes que ha vivido Ceuta en los últimos días se debe en buena medida, no porque hayan sido empujados al espigón, como sucedió en la crisis migratoria de mayo de 2021, sino por desidia de las autoridades marroquíes. «Les dejan pasar porque han mirado para otro lado, no han reforzado el papel de los 'mejanis'», afirma una persona sobre los auxiliares de la policía marroquí que son los encargados de vigilar las playas. De hecho, señala que, en el momento en que Marruecos «se ha puesto las pilas y ha reforzado la vigilancia, la avalancha se ha cortado por completo».
Recordaba esta persona que el rey de Marruecos, Mohamed VI, ha estado de vacaciones hasta hace unos días en su palacio de la cercana localidad de Rincón. «Mientras estaba él de vacaciones, todo se encontraba bajo una férrea vigilancia pero, en cuanto se ha ido, las medidas de seguridad se han levantado repentinamente, y esto ha provocado que, aprovechando la niebla típica de estas fechas de agosto, cientos de personas se hayan lanzado al mar».
Hammed, así dice llamarse, entró en Ceuta en la oleada de la noche del domingo al lunes. Se considera afortunado de haber podido entrar al tercer intento. «Quiero una vida mejor», asegura en la puerta del CETI de Ceuta. Y de verdad que ha tenido suerte porque, tal y como ha podido constatar El Debate, el lunes por la mañana, Marruecos reaccionó por fin reforzando la vigilancia fronteriza de los 3 kilómetros que separan España del centro de Castillejos, la primera localidad en suelo marroquí.
Ahora Hammed ya tiene los papeles que le acreditan como solicitante de asilo, lo que le garantiza, como mínimo una estancia de un mes bajo la Administración española hasta que se resuelve su situación.
Un experto en fronteras considera a El Debate que el auge de las redes sociales también ha influido a la hora de que se produzca esta avalancha de inmigrantes. «Si además de pasar a España, a los 15 días mandan mensajes de que son trasladados a la Península, eso atrae mucho, y en Marruecos hay muchos seguidores de las redes sociales».
Pero, dada la saturación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta, son imprescindibles los traslados extraordinarios que se están llevando a cabo desde hace semanas. Porque la saturación del CETI viene de atrás.
«Siempre hay un goteo de inmigrantes que entran en España a través de los espigones del Tarajal o de Benzú», los dos que delimitan la frontera de Ceuta con Marruecos, afirma esta persona, «Lo de esta semana ha sido algo extraordinario, muy mediático, pero el goteo es constante y mucho me temo que seguirán entrando».