Empieza fuerte
Sánchez anuncia más impuestos y estrena eslogan: «Más transporte público y menos lamborghinis»
El presidente inaugura la temporada en el Instituto Cervantes con una oda a su gestión y sin ninguna concreción en las medidas. «Hay Gobierno para largo. Tenemos casi tres años», promete
Se abrió el telón en el Instituto Cervantes y allí apareció Pedro Sánchez para inaugurar otro curso político. Uno especialmente complicado, más bien al filo de lo imposible: sin Presupuestos de 2025 a la vista, en medio del polvorín de la financiación privilegiada para Cataluña y con Carles Puigdemont clamando venganza y varios casos de presunta corrupción en los tribunales. Entre ellos, el de su mujer y el de su hermano.
Nada de eso pareció importar al presidente cuando subió al estrado para proclamar: «Hay Gobierno para largo. Tenemos casi tres años». Sánchez estableció seis prioridades para los próximos meses, pero le faltó concreción. Anunció que tratará de embridar el problema de la vivienda sin decir cómo; que reforzará los servicios públicos sin decir cuáles; que trabajará por la aprobación de unos Presupuestos sin aclarar si los presentará con o sin apoyos; y que promoverá un nuevo sistema de financiación autonómica en el que todas las comunidades recibirán «más que con el PP».
La gran traca fue el anuncio de nuevos impuestos para seguir reduciendo las desigualdades y mejorar la protección de las clases medias, según él, pero tampoco ahí dio más explicaciones. Lo que sí hizo fue poner un nuevo eslogan en circulación: «Más transporte público y menos lamborghinis».
Entre el público le escuchaba su Consejo de Ministros casi al completo, tanto los ministros del PSOE como los de Sumar. Faltó la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, porque a la misma hora comparecía en el Senado para explicar -o al menos ésa era la intención del PP- el acuerdo firmado con ERC. También se ausentó el aún ministro y futuro gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, tras la polémica suscitada por su elección.
El resto quisieron trasladar la imagen de un Ejecutivo unido y a pleno rendimiento. Aunque reina la incertidumbre entre ellos mismos en el inicio de este curso, dado que nadie conoce el alcance de la crisis de gobierno que prepara Sánchez para este otoño, aprovechando la marcha de la vicepresidenta Teresa Ribera a la Comisión Europea. Yolanda Díaz, José Manuel Albares, Félix Bolaños, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska, Óscar Puente, Pilar Alegría, Jordi Hereu, José Luis Planas, Isabel Rodríguez, Carlos Cuerpo, Mónica García, Pablo Bustinduy, Ana Redondo y Elma Saiz no faltaron a la cita.
Últimamente al presidente le gusta innovar. En 2022 abrió el curso en la Moncloa rodeado de medio centenar de ciudadanos elegidos por su equipo para poner en marcha una campaña que llamaron El Gobierno de la gente y que acabó resultando desastrosa. En 2023 lo hizo en el Ateneo de Madrid ante 300 invitados, entre ellos algunos empresarios y personalidades de la sociedad civil. Y en este 2024 ha escogido el Instituto Cervantes de Luis García Montero, con 150 personas de distintas entidades de la sociedad civil como invitados.
Han pasado menos de 10 meses desde que Sánchez fue investido presidente y tomó posesión de su cargo y, sin embargo, pareciera como si hubiese transcurrido mucho más tiempo de la legislatura. Para lo sucesivo, el presidente recetó y se autorrecetó «optimismo».
Según la Moncloa, el discurso del presidente fue «ambicioso y comprometido, de fondo y Estado en defensa de la mayoría social». Desde su equipo destacaron que planteara respuestas para mejorar «el día a día de la gente» frente a un PP «reducido a una oposición destructiva, sin proyecto, sin propuestas, sin equipo y con un liderazgo de Feijóo cada vez más cuestionado dentro y fuera de su partido».