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La mujer del Presidente del Gobierno, Begoña Gómez

La mujer del Presidente del Gobierno, Begoña Gómez

Escucha el audio de la tensión entre el juez y el abogado de Begoña Gómez cuando se negó a declarar

​La esposa de Pedro Sánchez se acogió a su derecho a no declarar en la causa por la que está imputada

El Debate ha tenido acceso a la declaración judicial de Begoña Gómez del pasado 19 de julio como imputada por los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. El titular del Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid, el magistrado Juan Carlos Peinado, fue el encargado de interrogar a Gómez, que comienza su intervención diciendo «buenos días» y señalando que su nombre es «María Begoña Gómez Fernández».

La esposa del jefe del Ejecutivo se acogió a su derecho a no declarar. Sin embargo, en el audio se puede escuchar un fuerte momento de tensión entre el juez Peinado y el abogado de Gómez, el exministro Antonio Camacho. Cuando el magistrado pregunta a la imputada si va a declarar o a acogerse a su derecho a no hacerlo, el letrado de la mujer de Pedro Sánchez pide la palabra para explicar de manera extensa las razones por las que su cliente no iba a declarar. «Es evidente que mi cliente no quiere esconderse ni tampoco quiere evitar las explicaciones. Pero esta defensa le ha recomendado que no declare», señala Camacho.

Por su parte, Peinado indica que «esa manifestación tiene que hacerla (..)», pero es cortado por el exministro para reiterar que Gómez no va a declarar. Así, el instructor dice con tono duro: «¿me permite?, ¿me permite, señor letrado?». «Esa manifestación tiene que hacerla directa y personalmente la propia investigada. Es una experiencia que se da con reiterada frecuencia con esta sala», dictamina Peinado para después espetar al abogado que «lo que usted ha dicho le ha sido escuchado por este instructor, y le vuelvo a decir que quien tiene que manifestar su deseo a acogerse a su derecho constitucional es la persona investigada».

Así, Peinado pregunta a Gómez: «Señora, ¿usted va a acogerse a su derecho a no declarar?», a lo que la imputada –de manera lacónica– contesta «no voy a declarar». «Muchas gracias. Se da por concluida la diligencia», zanja el juez.

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