La etarra Ana Belén Egüés, en 2007, durante un juicio anterior con el también terrorista Aitor García Aliaga
La exconcejal de HB e histórica de ETA, 'Dolores', reconoce que colocó un coche bomba en Madrid
Ana Belén Egüés está ya condenada a miles de año de cárcel por otros atentados del Comando Madrid
«Sí, reconozco los hechos. No tengo nada más que decir», ha reconocido la histórica dirigente de ETA y exconcejal de Herri Batasuna, embrión de Bildu, en el Ayuntamiento de Elduayen (Guipúzcoa), Ana Belén Egüés, alias 'Dolores', cuando le han preguntado si participó en la colocación del coche bomba que explotó en la calle Platerías de Madrid el 8 de agosto de 2000 y que, entre otros, dejó herido a un niño de 6 años.
Y es que, sea condenada o no lo sea por el atentado de la calle Platerías, la permanencia de Egüés en la cárcel no va a cambiar demasiado, ya está condenada a miles de años por el asesinato del teniente coronel Pedro Antonio Blanco y por el atentado con coche bomba que explotó en la calle Corazón de María de Madrid contra el secretario general de Política Científica, Juan Junquera, y en el que resultaron heridas 95 personas. En ningún caso cumplirá más de 30 años de cárcel.
Concejal y colaboradora
Ana Belén Egüés, 'Dolores' fue concejal por Herri Batasuna de la localidad guipuzcoana de Elduayen hasta 1999, cuando se descubrió que había alquilado un piso en Andoain para que lo ocupara el 'Comando Donosti', formado entonces por los mismos terroristas que asesinaron a Miguel Ángel Blanco. En ese momento huyó a Francia y regresó para integrarse en el 'Comando Madrid' junto con Iván Apaolaza, 'Braulio', Gorka Palacios, 'Andoni' y Juan Luis Rubenach, 'Txurdo'.
En el juicio por el atentado de la calle Platerías, la Fiscalía asegura que el 7 de enero de 2000 la acusada robó en el barrio de Fuencarral de Madrid un vehículo de la marca Peugeot, modelo 205. «Tras retirar sus placas auténticas, le colocaron otras con numeración que se correspondían a un vehículo del mismo modelo y color», apunta.
El escrito detalla que, «para la confección del artefacto explosivo que se colocó en el vehículo, se empleó la dinamita que la acusada había proporcionado y que había trasladado al domicilio» situado en el distrito de Salamanca. «Otros miembros del comando estacionaron el coche bomba en la calle Platerías de Madrid, donde hizo explosión el 8 de agosto de 2000», indica la Fiscalía.
El ataque dejó heridos de diversa consideración. Entre ellos, un menor de seis años de edad que sufrió estrés post traumático y otra persona que sufrió un traumatismo craneoencefálico que le provocó un rechazo psíquico a la contaminación acústica.
Inicialmente la Fiscalía pedía para ella 121 años de cárcel al considerarla cooperadora necesaria en el ataque, aunque el fiscal ha modificado finalmente su petición de condena y la ha situado en 85 años por un delito de estragos y por siete de asesinato terrorista intentado.
