Sánchez apela al diálogo con China mientras las tensiones arancelarias afectan a España
El presidente del Gobierno se muestra optimista en el IX Foro España-China, pero su enfoque en soluciones consensuadas no aborda las consecuencias directas de las disputas comerciales que afectan a la economía española
En su intervención en el IX Foro España-China, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo un llamado general al diálogo y a la cooperación, pero su discurso no abordó de manera concreta cómo España manejará las tensiones arancelarias actuales que afectan directamente a su economía. El foro, que marca el regreso de las reuniones bilaterales tras casi una década, coincidió con un momento crítico en las relaciones comerciales entre China y la Unión Europea.
Sánchez destacó la importancia de la cooperación en áreas como el sector agroalimentario, el turismo y la cultura, pero evitó tocar específicamente el impacto de las recientes medidas chinas contra las importaciones de carne de cerdo de la UE, que afectan en particular a España. Esta omisión parece ignorar la realidad de que España, siendo el principal exportador de cerdo a China dentro de la UE, está en el epicentro de estas disputas comerciales.
El presidente también mencionó otros problemas globales como el cambio climático, la transformación digital y la desigualdad, pero su retórica general sobre la búsqueda de soluciones consensuadas no ofrece un plan claro para mitigar las consecuencias inmediatas de las tensiones arancelarias que ya están perjudicando a los productores españoles.
Mientras Sánchez reafirmó su compromiso con el diálogo constructivo y la colaboración en la lucha contra el cambio climático y la protección de la biodiversidad, el discurso dejó muchas preguntas sin respuesta sobre cómo España enfrentará las actuales barreras comerciales impuestas por Pekín.
Por su parte, el viceprimer ministro chino, Liu Guozhong, elogió la cooperación y el papel de España en la UE, pero su discurso también se centró en aspectos generales y en la disposición de China para trabajar en un entorno «equitativo y justo», sin ofrecer garantías concretas de cómo se abordarán las actuales tensiones.
El optimismo de Sánchez en el foro no se traduce en medidas tangibles para enfrentar los desafíos inmediatos que enfrentan los exportadores españoles. La falta de un enfoque más directo sobre las repercusiones de las tensiones arancelarias y su impacto en la economía nacional sugiere una desconexión entre el discurso del presidente y las necesidades urgentes de los sectores afectados.