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David Alandete: «Desde que Sánchez depende de Puigdemont no quiere hablar de su contacto con Rusia»

David Alandete, corresponsal de ABC y autor de La trama rusa en la redacción de El DebateAlfonso Úcar

Entrevista

David Alandete: «Desde que Sánchez depende de Puigdemont no quiere que se sepan los contactos que tuvo con Rusia»

El periodista acaba de publicar el libro La trama rusa, donde detalla los vínculos del independentismo catalán con los rusos

El periodista David Alandete es el corresponsal de la Casa Blanca para el diario ABC. También trabaja para la cadena COPE. Acaba de publicar La trama rusa (La Esfera de los Libros). El Debate le entrevista para conocer más detalles sobre la injerencia de Rusia en España a través de los líderes independentistas. En estos momentos, el Tribunal Supremo tiene que decidir si imputa o no por alta traición al expresidente Carles Puigdemont por sus contactos con varias personas que se presentaban como «emisarios de Putin» en busca de financiación del procés.

PREGUNTA: ¿Qué buscaba Rusia infiltrándose entre los independentistas catalanes? ¿Tenían un especial interés en apoyar su causa o fue una táctica para desestabilizar España?

RESPUESTA: El independentismo está penado con cinco años de cárcel en Rusia. Ser independentista en Rusia te lleva a prisión. Serlo simplemente. Y de hecho hay casos. Por lo tanto, a Rusia el independentismo no es que le le parezca ni bien ni mal. Dentro de sus fronteras le parece horrible y fuera se dedica a fomentarlo cuando beneficia sus intereses. Yo no veo esto en términos de independentismo o no independentismo. Los independentistas catalanes, en el caso de la injerencia de Rusia, para mí son lo que en la URSS se llamaba «tontos útiles». Es una expresión bastante burda, pero lo que viene a significar es que son gente que se deja utilizar, aunque no comulguen con los principios de entonces la URSS, hoy de Rusia. Pero se dejan utilizar porque el apoyo de Rusia les viene bien a su causa. Ha habido muchos ejemplos tradicionalmente en la izquierda, pero en un movimiento populista, nacionalista, identitario y racista, inherentemente como es el de del independentismo catalán, al menos clasista, Seguro, se ha aprovechado de ese populismo nacionalista que también gobierna en Rusia.

David Alandete corresponsal de ABC y autor de La trama rusa en la redacción de El Debate

David Alandete en la redacción de El DebateAlfonso Úcar

P: Los partidos independentistas sostienen que la trama rusa del procés es «una película de espías de ciencia ficción». Sin embargo, durante la instrucción del caso, la Policía Judicial ha logrado acreditar la existencia de varias reuniones con personajes que se presentaban como «emisarios de Putin». En una de ellas participó Carles Puigdemont. ¿De qué se habló?

R: Lo que hay acreditado por la instrucción y por la investigación policial es que en octubre de 2017, justo antes de que Puigdemont declare por segunda vez la independencia y en este caso no la suspenda uno de sus colaboradores, imputado, Víctor Terradellas, vaya al aeropuerto de El Prat, en Barcelona, recoja a un ruso que se llama Nikolai Sadovnikov, que acaba de llegar de Moscú. Un tipo al que sigue la Inteligencia europea, sobre todo la italiana, porque él estuvo de diplomático allí. Pero están convencidos en la Inteligencia por determinados informes que se comparten que es un agente al servicio del Estado ruso. Y este señor, seguido por el CNI aquí en España, va desde el aeropuerto al centro de Barcelona y Terradellas, en un mensaje que figura en la instrucción, le dice a Puigdemont: «Estamos yendo a Canonges. Voy con el emisario de Putin» o «a las cinco te ves con el emisario de Putin». Él lo describe como emisario de Putin. Puigdemont responde por lo que él piensa que es un emisario de Putin. Se produce una reunión en la que estaba Elsa Artadi. Ellos iban acompañados de Carles Porta, un periodista amigo de Puigdemont. Y cuando llegan allí tienen la reunión. En ese encuentro, en sede oficial del president de la Generalitat, su residencia oficial, Sadovnikov ofrece 10.000 soldados y el pago de la deuda catalana. Para ello, pide que en la provincia de Barcelona haya dos centros identificados de minado de criptomonedas. Esto lo añado yo: creo que es una forma hoy en día de lavar dinero y de evadir sanciones, que está muy sometido a sanciones el régimen ruso.

P: ¿Carles Puigdemont mantuvo contacto con los rusos tras fugarse de España? ¿Su entorno siguió reuniéndose con ellos una vez fracasó el intento de independencia de Cataluña?

R: A mí siempre me sorprendió que después de que yo publicara las primeras noticias hubo una noticia de Marcos Lamela en El Confidencial que salió antes que una mía, pero las primeras en bloque las publiqué, yo sobre injerencia de Rusia en Cataluña. Con campañas de noticias falsas, bots, trolls, etc. Y después de eso se produjeron los viajes de Josep Lluís Alay, que es el jefe de gabinete de Puigdemont, Boye, su abogado, y otros a Rusia. Ellos, después de que publicáramos este asunto, tuvieron viajes y estuvieron en contacto con representantes de Rusia. Alay llegó a ir con cargo al erario público a verse con gente de la Inteligencia, espías ya retirados. Ellos mantienen que fueron reuniones simplemente para promocionar libros y demás. Pero bueno, se produjeron esos contactos. Pero ya cuando esto se traduce en una causa judicial y cuando se dan las primeras imputaciones de Tsunami Democràtic creo que esto para. Yo creo que hoy Rusia está en otra cosa. Rusia ya da por amortizado el tema independentista y ya no le interesa enredar tanto ahí.

David Alandete corresponsal de ABC y autor de La trama rusa en la redacción de El Debate

David Alandete durante su entrevista en la redacción de El DebateAlfonso Úcar

P: ¿Por qué España se pone de perfil a la hora de condenar políticamente la injerencia rusa? Países como Alemania o la propia Unión Europea se toman muy en serio esta cuestión. Pero, sin embargo, aquí…

R: Desde el momento en que el Gobierno de coalición y Pedro Sánchez pasa a depender de los independentistas, de su abstención o de su voto favorable para mantenerse en el poder, algo que sucede desde la moción de censura de junio de 2018, tanto la Fiscalía como el Gobierno pierden el interés en publicar cualquier tipo de crítica a través de sus portavoces o a través de sus ministros que ponga al descubierto el hecho de que sus socios necesarios —Puigdemont le ha dado la presidencia ahora mantenerse en la presidencia a Sánchez— no quieren que se sepa que han estado apoyados por Rusia porque eso implicaría que ellos dependen de un elemento subversivo al que Rusia, que está en guerra con la Unión Europea, está apoyando. Sí, ha habido un boicot activo. Creo que los jueces que han estado investigando esto, en especial el juez García Castellón, en la Audiencia Nacional, también el juez Aguirre en Barcelona, luego la Policía Judicial en Barcelona, primero labores de la Guardia Civil y ahora de la Policía Nacional. Creo que han estado manteniendo una instrucción muy larga con muchos problemas por el boicot activo o pasivo de las autoridades centrales.

P: ¿Cuál considera que va a ser el final de este asunto? En estos momentos está en manos del Tribunal Supremo, que debe decidir si imputa o no a Puigdemont por alta traición.

R: El Tribunal Supremo tiene la llave de lo que pueda suceder y depende de cuál sea el criterio del Tribunal Supremo con respecto a la instrucción del juez Aguirre. Porque la del juez García Castellón tuvo que caer por un error de forma. Una prórroga inadecuada de la instrucción. El caso del juez Aguirre se han encontrado cosas gravísimas. Se han encontrado contactos muy dañinos para los independentistas. El problema es que es una instrucción que tiene tantas aristas, tantas facetas y ha contado con tan pocos recursos el juez que a la hora de armar un caso de alta traición, que es de lo que se trata para dos aforados y el resto, unos nueve no aforados. Primero hay que decidir si esto se despieza, pasa una parte del Supremo, otra la Audiencia Nacional, si se lo queda todo el Supremo y luego tener bien armada la alta traición, que no es una cuestión fácil. Por lo tanto, creo que el Supremo va a tener que hacer una labor bastante minuciosa de lectura de ese auto, de los informes policiales y decidir con base en ello. Yo creo que el último informe policial, el de la operación Troya, puede acabar no dejándole más opción al Supremo que proceder con la imputación, porque es que ese informe está muy detallado y en mi opinión muy bien hecho.

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