Redes sociales
La Universidad de Barcelona también abandona X y Puigdemont pide quedarse para «velar» por el catalán
El líder de Junts se rebela contra la decisión de perfiles de instituciones públicas de abandonar la red
La Universidad de Barcelona (UB) ha sido el último perfil notorio en sumarse a la moda de abandonar X, el antiguo Twitter, tras la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. El Consejo de Dirección de la UB aseguró en un comunicado que esta decisión ha sido «ciertamente compleja» y la ha justificado asegurando que la red social de Elon Musk es un espacio que «fomenta los mensajes de odio y la desinformación».
Cabe recordar que en su día esta universidad fue condenada por vulnerar la neutralidad ideológica y política que deben tener las universidades. En su comunicado acaban diciendo que «distanciarse de un espacio que fomenta mensajes de odio y desinformación es, para la Universidad de Barcelona, un acto de responsabilidad. También lo es buscar alternativas frente a conductas que discriminan a minorías, polarizan debates, generan intoxicación informativa, alimentan discursos antidemocráticos y buscan radicalizar la opinión pública».
La Universidad de Barcelona se une, con esta decisión, a otros dos medios de comunicación: el británico The Guardian y La Vanguardia. Ahora bien, pocos se acuerdan que la primera en hacerlo fue la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, una pionera en muchas cosas, incluso en abandonar X.
Con todo, hay que tener en cuenta que ella lo hizo por motivos personales. ¿Cuáles? Así lo explicó en la propia red social al hacerlo: «Hace meses que me planteaba dejar Twitter. El pasado 3 de marzo me decidí a probarlo, con la excusa de que era mi cumpleaños. La prueba piloto ha sido un éxito, así que hoy anuncio que dejo Twitter con carácter indefinido».
Esto ocurría el 11 de abril de 2021. Para no ser menos, el 7 de septiembre de 2024, el actual alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, publicó: «Hoy digo adiós a X. Cuando me uní, en 2008, Twitter era un espacio abierto donde compartir información y opinión. Ahora, sin embargo, se ha convertido en un lugar lleno de odio, intolerancia y mentiras». Añadiendo que «el actual propietario de la red ha agravado esta degradación. X se ha convertido en un pozo de fake news, falsedades e intransigencia, una amenaza para la democracia».
Reacciones
Uno de los periodistas de referencia de La Vanguardia, Enric Juliana, colgó un mensaje diciendo que «La Vanguardia dejará de publicar en X, convertida en una red de desinformación. En consecuencia dejaré de publicar en esta red mis artículos y vídeos». Y no es el único: también dejarán de hacerlo Antón Losada, Juan Cruz Ruiz, Guillem Clua o Almudena Ariza.
Sobre el abandono de La Vanguardia de X, el fundador de Sociedad Civil Catalana, Josep Ramón Bosch Codina, escribió en X: «Creo que es un error que La Vanguardia abandone X. Es el medio de información de la mayoría de catalanes. Pero lo de generar fake news, falsas expectativas y desinformación, en La Vanguardia han sido unos maestros durante el llamado procés separatista».
El actual presidente del Partido Popular en Cataluña, Alejandro Fernández, tiene dudas del porqué de esta marcha, y no es el único. En esta red social ha publicado: «Si se van de esta red todos a la vez, es porque alguien ha dado la orden. Me gustaría saber quién ha dado esa orden, porque es evidente que manda mucho, pero tiene lo justo para pasar el día…».
Para el periodista argentino Alejo Schapire «la realidad es que cuando el sesgo y la opacidad en las normas y moderación de Twitter eran progresistas, cuando las cuentas eran suspendidas arbitrariamente (Trump no podía publicar pero si el líder supremo iraní o el dictador Maduro), no protestaban».
Puigdemont dice la suya
Y como se diría, a río revuelto, ganancia de pescadores. El presidente de Junts y activo tuitero Carles Puigdemont no se ha quedado de brazos cruzados, y ha dicho la suya. Teniendo en cuenta que el Instituto Ramón Llull ha anunciado que también abandona X, por manipulación y desinformación, Puigdemont ha colgado un mensaje en X, donde les dice que no está de acuerdo con su decisión.
«Sois una entidad pública que debe velar por la lengua catalana y su internacionalización, y existen pocos canales de comunicación para poder hacerlo. Renunciar a uno de ellos por las razones que aduce no hace ningún favor al catalán, que se afana por salir de su condición de lengua minorizada», les ha dicho.