Así es el magistrado Berberoff: hijo de un exiliado búlgaro que huyó del comunismo, afable y políglota

La vida del magistrado conservador del Supremo Dimitry Berberoff, candidato a la vicepresidencia del Alto Tribunal, durante el mandato de su actual titular Isabel Perelló, podría haber inspirado a cualquier novelista moderno. Hijo y nieto de exiliados búlgaros en España, su abuelo fue militar de alta graduación en su país de origen del que huyó, en 1943, en los albores de la llegada del régimen comunista de Georgi Dimitrov.

Su padre, Dimitry Berberoff Diebaroff, siguiendo los pasos de su antecesor, llegó a Zaragoza en 1948, procedente de Alemania, donde ocupó la plaza como director titular de la Orquesta Sinfónica de la capital maña, y donde fallecería, en 2009, tras una vida dedicado a la música, su gran pasión.

De ambos, el magistrado Berberoff, quien nació el 24 de octubre de 1969, heredó su gran determinación y la sensibilidad por el arte y la música. Sus raíces internacionales, además, impregnaro su trayectoria hacia una formación políglota pues, el veterano jurista de la Sala Tercera habla francés e inglés a la perfección.

Quienes le conocen le definen como un profesional afable y colaborador en el día a día, dispuesto y servicial. Un magistrado querido entre los magistrados del Alto Tribunal, un hombre querido por sus compañeros y muy valorado por lo concienzudo de sus intervenciones que, más allá de su especialización en derecho tributario, donde es una «eminencia», se caracteriza por su «facilidad para trabar relaciones y negociar». Especialmente, en el ámbito internacional.

No en vano, y pese a que uno de los episodios más aciagos para Berberoff tras su llegada al Supremo fue el momento en que la Sala Tercera, de la que formaba parte, tuvo que resolver la impugnación de su nombramiento (que resultó finalmente confirmado) por el también magistrado, de la Audiencia Nacional, Jesús María Calderón González,

Esto «nunca afectó en su tratamiento hacia el resto de los magistrados». Ni con los que avalaron su designación, ni con los que no. Jamás «interfirió en su labor jurídica o enturbió el ambiente de la Sala», confirman varias fuentes del TS consultadas por El Debate. Un detalle que avala su «talante abierto, su enorme pragmatismo e inteligencia, de la que es buena muestra su gran sentido del humor» .

Dimitry es «un caballero, en lo personal y en lo profesional», añaden algunos de sus compañeros de fatigas durante los últimos años. Casado y padre de dos hijos, el magistrado que, a partir del próximo día 25 de septiembre será elegido número dos del Supremo durante los próximos 5 años es, a juicio de quienes mejor le conocen, «una magnífica elección».

No en vano, Berberoff siempre mantuvo una visión muy crítica de la prórroga del anterior CGPJ que llegó a calificar como «incomprensible» e «insostenible», en más de una ocasión. Se da la coincidencia de que el magistrado aragonés del Supremo, quien ha defendido la necesidad de que hubiese una mayor presencia de mujeres en el Alto Tribunal –actualmente solo 11, frente a 55 varones, pese a suponer más del 50% del total de los miembros de la Carrera judicial– llegará a la Vicepresidencia del órgano de la mano de la primera mujer presidenta del Consejo, Isabel Perelló.